El excandidato Eliécer Feinzaig, hoy diputado electo del Partido Liberal Progresista (PLP), cree que la conformación de la próxima Asamblea Legislativa abre espacio para alcanzar acuerdos que reduzcan los costos de vida y producción, así como abrir el mercado de generación eléctrica y propiciar una mayor apertura bancaria en busca de bajar las tasas de interés.
Agrega que los chats de su partido son un ‘hervidero’ entre quienes apoyarían a uno u otro candidato presidencial, pero él pide que se analice que hicieron José María Figueres y Rodrigo Chaves en el pasado, antes de darles el voto.
– ¿Cuál es la fracción antagonista para el Liberal Progresista?
– No me gusta el término antagonista, porque lo pone uno a pensar en términos de enemigos y para mí no hay enemigos en la política, hay adversarios. Yo no creo que el antagonismo sea entre el Frente Amplio y el Liberal Progresista. Al final de cuentas, entre los dos sumamos 12 votos y todavía quedan otros 45 votos que pueden hacer lo que se les pegue la gana en la Asamblea Legislativa.
“Estoy seguro que en algunos proyectos de ley tendremos unos encontronazos fuertes con el Frente Amplio, como también estoy seguro, y José María Villalta le puede dar fe de eso, que en otros proyectos podremos tener acuerdos.
“José María (Villalta) sabe que los últimos tres años yo lo busqué insistentemente para ayudarle con un proyecto que al final no quiso aceptar mi ayuda, porque a él le dan miedo los liberales capitalistas comechiquitos. El proyecto de pesca de Villalta es bueno y no tengo ningún problema en apoyarlos. Le cambiaría algunas cosas, pero en esencia es bueno. Entonces creo que el enfrentamiento va a ser con el poder”.
– ¿Hay espacio con la conformación actual de la Asamblea Legislativa para poder llevar adelante grandes reformas como las que usted proponía en campaña?
– Las que tienen que ver con disminuir el costo de la vida y los costos de producción, la ruptura de monopolios privados, la ruptura del monopolio en generación de electricidad y una mayor apertura bancaria para buscar una disminución de las tasas de interés.
“Los diputados, no sé si todos, pero algunos de Liberación, de la Unidad, de Progreso Social Democrático, de Nueva República y nosotros podríamos lograr acuerdos amplios en esa dirección. Vamos a dar la lucha en el tema fiscal. Creo que va a ser más difícil con tanto ‘socialconfuso’ en la Asamblea Legislativa, pero vamos a dar la lucha, pero sí creo que, en el tema de costo de vida y costo de producción, se puede avanzar bastante”.
– Ustedes van a recibir la herencia del programa de ajuste fiscal con el FMI. ¿Haría una reingeniería?
– Si de mí dependiera, haría una reingeniería total del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Para empezar, en el 2021 las cifras fiscales fueron mejores de lo esperado, lo cual quita un poquito de urgencia al tema. Al Fondo Monetario hay que plantearle que está claro que queremos sanear las finanzas públicas, pero no podemos seguir recargando sobre los hombros de los costarricenses los errores cometidos por los políticos en el pasado.
“Si volvemos a subir impuestos, la economía no se va a recuperar. El saneamiento aparente de las finanzas en el 2021 llegó a un costo elevadísimo que no es sostenible en el tiempo. Básicamente se paró por completo, casi por completo, la inversión en obra pública y se recortó en programas sociales, pero la burocracia y sus privilegios quedaron absolutamente intactos.
“Usted no puede tener un gobierno como agencia de empleo solo para pagar salarios, sin darle servicios a la población y sin crear las condiciones para el crecimiento de la economía, para lo cual es vital la infraestructura. El enfoque es simplificar el sistema tributario, eliminar un montón de impuestos improductivos, cobrar bien los que sí son productivos, pero simplificando los para que sea más fácil su cumplimiento y más fácil su fiscalización”.
– ¿Usted ya lleva una propuesta armada para presentar de inmediato al Congreso sobre cómo eliminar esos impuestos?
– Tenemos una propuesta de simplificación tributaria, como un plan fiscal integral de simplificación tributaria. El enfoque que vamos a dar es partirlo en pedacitos, para lograr los objetivos, a diferencia de otros políticos que creen en todo o nada. Si hay 90 impuestos que se pueden eliminar y desde oposición logramos eliminar 25, 40 o 75, va a ser un enorme logro.
– Y en cuanto a las exoneraciones, ¿hay algún planteamiento del Liberal Progresista, incluida la del salario escolar?
– Por lo menos debería ser tasado. Las exoneraciones que no tengan que ver con generación de empleo o programas sociales deberían desaparecer.
De cara a la segunda ronda
– ¿Hay interés en hacer acuerdos electorales?
– Primero quiero hacer un proceso de consultas a lo interno del partido que ya empezó. En los chats del partido el tema está muy caliente, hay discusiones, la gente va para allá o para acá. Algunos dicen que hay que apoyar a uno, otros dicen que hay que apoyar al otro, otros dicen que es mejor no apoyar a ninguno.
El llamado que hacemos siempre es a cumplir con el deber cívico de ir a votar. Como liberales es muy difícil decirle a la gente ‘vote por este o vote por aquel’. El llamado es ‘vote a conciencia y haga su análisis, compare los programas de gobierno, compare las trayectorias y compare los talantes de las diferentes personas y tome la decisión con base en lo que en lo que más le interesa’.
– ¿Qué debería buscar el votante del Partido Liberal en los planes de gobierno de estos dos candidatos?
–Para mí, tanto Rodrigo Chaves como José María Figueres son dos socialdemócratas estatistas cuya inclinación natural, su instinto, les dice que para cada problema hay que crear una institución nueva y un impuesto nuevo para financiarla. En ese sentido, yo no siento ninguna afinidad por ninguno de los dos, ideológicamente hablando.
“Lo estoy viendo en los chats del partido, son un hervidero. Hay gente que se inclina mucho por la agenda económica y dicen ‘esto es mejor porque propone tal cosa que el otro no propone’. Hay gente que se va más por el lado del talante, de la actitud de los candidatos. Para mí todo es importante. Yo tengo una esposa maravillosa, dos hijas, mamá, dos hermanas, primas, tías y otro montón de cosas, y viera que las conversaciones son bastante, bastante interesantes. Uno habla de política con perspectiva de género, pero viera que en este proceso electoral, con personas tan cuestionadas, toma una relevancia particular”.
– Desde hace varios años a Liberación Nacional se le señala como partido de centroderecha. ¿Usted coincide con esa calificación?
– Yo no creo en el diagrama lineal de la política de izquierda y de derecha, porque a mí me tachan de derecha o de derecha extrema, y entonces yo siempre les devuelvo la pregunta: ¿cuántos partidos de derecha apoyan el matrimonio igualitario, la legalización de la marihuana abierta?
“Para mí, Liberación Nacional es un partido ‘socialconfuso’. Cuando Liberación Nacional ha promovido medidas de apertura económica que son tomadas del liberalismo, lo hacen con una particularidad ‘socialconfusa’ que las invalida, agarran las buenas ideas de liberalización y las aplican selectivamente a los sectores que quieren beneficiar, a los amigotes, a los que financian campañas políticas, a los que ideológicamente les gustan. Los liberales creemos en emparejar la cancha, en que todos reciban la misma igualdad de condiciones.
“Lo que han hecho es ir creando sectores privilegiados; PLN, el PUSC y el PAC son tres partidos que aplican la misma receta.
“La verdad yo no creo que la propuesta de Rodrigo Chaves sea muy distinta de lo que tienen estos partidos. El pleito político en el bipartidismo nunca fue ideológico, siempre fue a cuáles sectores beneficiaría la Unidad; favorecía a unos y Liberación favorecía a otros. Bueno, ahora aparece un tercero que quiere favorecer a otros.
“Lo que nos demostró Chaves en su cortísimo e ineficaz paso por el Gobierno fue que su inclinación es a subir los impuestos, a golpear a los trabajadores con impuestos más altos y a endeudar al país aún más; disparó el gasto público. Él entró a trabajar en noviembre y en diciembre se disparó el gasto, al punto de que en el 2019, que venían bastante bien las cifras fiscales, terminamos con el mayor déficit fiscal en 38 años, y eso lo logró en un mes”.