Elian Villegas, ministro de Hacienda, dio por cerrado el episodio del fallido crédito de $250 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el cual quedó sepultado al no aprobarse en la Asamblea Legislativa antes de que los diputados salieran de vacaciones, este martes 15 de diciembre.
El contrato del empréstito, suscrito en el 10 de julio por el Gobierno a través de un instrumento rápido de desarrollo por motivo de la pandemia, tiene una vigencia de 180 días que vencen el próximo 6 de enero, fecha en que los legisladores todavía seguirán en receso.
La administración Alvarado esperaba que ese préstamo le permitiera canjear deuda cara por deuda barata y, de esa forma, ahorrarse $13 millones el año en pago de intereses por financiamiento público.
“Según nos comunicó la gente del BID, no hay posibilidad de renegociar ese crédito. Era un crédito que tenía una fecha de caducidad y esa fecha ya se concretó”, respondió Villegas al mediodía de este miércoles 16 de diciembre ante consulta de La Nación.
“Este crédito (de $250 millones) no se pudo llevar adelante”, subrayó.
Por otra parte, el ministro anunció que el Poder Ejecutivo negocia un nuevo financiamiento con ese Banco para el 2021, pero advirtió que esos recursos corresponden a la cuota de ese año. No dio cifras. Lo del 2020, dijo, ya quedó atrás.
Sin embargo, al pasar la página de este amargo desenlace para Casa Presidencial, el jerarca aprovechó para enviarle un mensaje a los diputados con respecto a los préstamos internacionales que todavía esperan el visto bueno del Congreso.
“Con los otros créditos, bueno, apelar a la Asamblea Legislativa para que, en su buena voluntad, tenga claridad en cuanto a que estos son de beneficio para el país, no de ningún gobierno, sino para toda la población.
“Aquí la forma es buscar que el país gane y eso se puede hacer aprobando estos créditos”, subrayó.
Al Gobierno le restan dos créditos externos que suman $550 millones. Se tramitan en la comisión de Hacendarios. Uno es de $300 millones firmado con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otro de $250 millones, con el Banco Mundial.
Un tercero, de $50 millones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), aún no ha sido enviado por Hacienda a la corriente legislativa.
Villegas estima que el panorama de enero será diferente, pues el Gobierno espera iniciar en la segunda semana de ese mes una negociación de ajuste fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un crédito por $1.750 millones.
“La aprobación de un acuerdo de ajuste fiscal podría significar que la ruta macroeconómica es viable en términos de mantener la sostenibilidad de la deuda y cambiar su trayectoria”, aseveró.
‘Gobierno no tiró la toalla’
El pasado martes, una amplia mayoría de diputados había cerrado cualquier posibilidad darle un trámite rápido al empréstito del BID.
Un total de 39 legisladores de oposición adelantaron dos días el inicio de las vacaciones legislativas ante el diagnóstico positivo por covid-19 del presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, y de la directora del Departamento de Prensa y Protocolo, Karla Granados.
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Días antes, el Poder Ejecutivo, a través de la bancada oficialista del Partido Acción Ciudadana (PAC), no logró que se aprobara una dispensa de trámite del expediente para que el empréstito pudiera ser discutido, por el fondo, en el plenario.
El lunes, Zapote incluso había retirado de la agenda legislativa todos los proyectos presentados en este periodo de sesiones extraordinarias, con excepción del crédito con el BID y la reforma al empleo público, con la intención de presionar a los legisladores.
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“El Gobierno no tiró la toalla, lo intentó tres veces en la Asamblea Legislativa. Al final, retiró todos los demás proyectos para dar un mensaje político en el sentido de la enorme importancia que tenía el crédito y, a pesar de eso, la Asamblea Legislativa no reaccionó”, enfatizó el ministro.
Como antesala a lo ocurrido en los últimos días, la comisión de Asuntos Hacendarios había archivado por unanimidad, incluyendo votos del PAC, otro empréstito de $245 millones con el BID para bonos Proteger y atención a empresas turísticas afectadas por la pandemia.
Esto ocurrió en el mes de noviembre, ante la falta de claridad del Gobierno sobre el uso de $159 millones que negoció para el bono Proteger, el cual ya tenía fondos asignados.
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Antes de ese archivo, los diputados habían aprobado este año $1.402 millones en tres créditos internacionales para apoyo presupuestario.
El último de ellos fue el de $522 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual abrió la puerta para una eventual negociación de ajuste fiscal con ese organismo.
Los otros dos son uno de $500 millones con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y otro de $380 millones del BID y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).
Acciones claras
El ministro Villegas afirmó que las acciones del Gobierno han sido claras y concretas, en su intención de consolidar un plan de ajuste fiscal para negociar el crédito de $1.750 millones con el FMI.
“Por esa razón es que esperamos la buena voluntad de los diputados para aprobar cualquier otro crédito que queda ahí pendiente”, urgió.
Como acciones claras, Villegas recordó que en el mes de setiembre el Ejecutivo presentó al país un plan de ajuste fiscal.
No obstante, este debió retirarse semanas después, ante las críticas de los sectores por su inclinación hacia los impuestos, en detrimento del recorte al gasto público.
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Luego, el Poder Ejecutivo convocó a un diálogo con cerca de 70 sectores que, en sus resultados finales, se quedó corto frente al tamaño de la crisis fiscal.
Los acuerdos alcanzaron medidas equivalentes al 2,2 del producto interno bruto (PIB), cuando la meta era definir acciones que pudieran reducir el déficit del Gobierno Central en un porcentaje equivalente al 2,5% de la producción.
Además, parte de estas medidas ya estaban en curso tras haberse aprobado en el Congreso, como Hacienda Digital y el plan de unificar las compras públicas del Estado. Otras son expectativas como un ahorro por el canje de deuda externa por interna.
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Al finalizar el diálogo, en el mes de noviembre, Villegas generó dudas al no explicar claramente si el Gobierno acudiría al FMI.
Dos semanas luego, en entrevista con La Nación, el presidente de la República, Carlos Alvarado, confirmó que el país sí acudiría a ese organismo.
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Entonces, la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN) pidió al Gobierno una ruta clara de la negociación con el Fondo Monetario, antes de acceder a la aprobación del crédito con el BID.
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Villegas respondió con una carta a los legisladores donde delineó el planteamiento general al FMI que, según estima Hacienda, tendría un impacto equivalente al 3% del PIB.
La propuesta suma un 1,5% en recorte al gasto pública en el que la reforma de empleo público sería fundamental, un 0,5% por eliminación de exoneraciones, un 0,2% en aporte de las empresas estatales y un 0,8% en nuevos ingresos, de los cuales un 0,6% serían negociados con el Fondo.
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