Tres empleados del diputado Abelino Esquivel, de Renovación Costarricense, denunciaron que el legislador los obligó, durante varios meses desde el año pasado y hasta la fecha, a entregarle a él una parte de sus salarios.
Tal como publicó este domingo el medio digital Pulso, los asesores Álvaro Oconitrillo, Shirley Marín y Joselyn Rodríguez fueron obligados a entregar un monto fijo, todos los meses, sin que les explicaran mayores razones.
Consultados este lunes por La Nación, todos ellos confirmaron que fueron obligados a hacer ese pago.
Marín tenía que darle al diputado ¢50.000 al mes, a Rodríguez le quitaban ¢125.000 y a Oconitrillo, ¢400.000; en total, se trata de ¢575.000 mensuales.
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En el caso de Oconitrillo, dijo que su situación fue diferente a la de sus compañeras, no solo por el monto que se le exigió, sino también porque a él le pusieron esa condición antes de darle el empleo, en julio del 2017.
En cambio, Marín y Rodríguez ya eran funcionarias de Esquivel desde hace algún tiempo cuando les impusieron el pago, que ellos calificaban informalmente como “diezmo”, debido a que Esquivel es un pastor evangélico en su comunidad.
Oconitrillo llegó a entrevistarse, en julio del año pasado, con el diputado y su hermana, Wray, nombrada por el diputado como asesora suya. En ese momento, le pusieron la condición de que tenía que darles parte de su salario y ya lo tenían calculado: ¢400.000 al mes.
“Yo acepté, con un horario más flexible, porque soy un padre soltero”, dijo Oconitrillo, aparte de que añadió que necesitaba el trabajo.
Aunque originalmente aceptó esa condición y no pensó en denunciarlo, otras personas le han insistido en que se trata de un delito y, una vez consultado, decidió confirmar la situación.
Abelino Esquivel reconoció que recogía el dinero por medio de su hermana, pero alegó que lo hizo apegado al estatuto del partido, el cual exige a los asesores legislativos una contribución para actividades partidarias.
No obstante, no dijo que el dinero entrara a cuentas del partido. Al respecto, su compañero Gonzalo Ramírez, jerarca del Congreso, dijo que enviara el caso al comité de ética de Renovación. Agregó que él no tiene esta práctica con sus empleados y que, si lo denunciado es cierto, es vergonzoso.
Diputado despidió a sus empleados
Marín explicó que ella tiene todos los comprobantes de las depósitos bancarios que le ha tenido que hacer a su patrono y añadió que, en la reunión a la que fueron convocados este lunes, en el despacho de Esquivel, les notificaron informalmente su despido inmediato.
Oconitrillo añadió que los tres se mantendrían en sus oficinas, hasta que no se les notificara oficialmente su cese laboral.
“Esto se convirtió en dimes y diretes, pero no podíamos ser deshonestos con la prensa, cuando llegaron a consultarnos si esa situación era cierta”, dijo el abogado.
Añadió que, tanto Esquivel como su hermana, han tratado de disfrazar el cobro que les hacían con otras figuras.
Joselyn Rodríguez también confirmó que todo lo publicado por el medio digital es tal cual. Allí, se asegura que ella le tenía que transferir ¢125.000 cada mes, al legislador.
De los cinco empleados que tenía Esquivel a su servicio, les cobraba solamente a ellos tres. El otro es un asesor legal y el quinto, un asesor de campo.
Shirley Marín explicó que, en su caso, tuvo que empezar a hacer esos depósitos quincenales a partir del 14 de setiembre del año pasado. Añadió que están analizando qué acciones legales tomarán al respecto.
Ante la situación denunciada por los empleados de confianza de Esquivel, el director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales, explicó que la administración del parlamento no puede proceder, a menos de que haya una denuncia de parte de los funcionarios.
Añadió que lo denunciado es muy grave y dijo que, para presentar el reclamo, los asesores de Esquivel tendrían que presentar las pruebas del caso.