La aprobación del nuevo impuesto a los moteles tiene un blanco claro: más de 3.000 cuartos que funcionan en las sombras solo en la Gran Área Metropolitana (GAM), según consigna la Asociación de Moteleros Costarricenses.
Ahora que el tributo pasó de 30% sobre facturación a menos de ¢50.000 mensuales por habitación, los moteleros del sector formal dicen que pueden pagar el gravamen y así fortalecer el sector legal, lo cual pondría en evidencia a los “piratas” y promovería su erradicación.
“La esperanza, a partir de esta nueva ley, es que el sector formal se empodere del impuesto, lo pague, y, más bien, trabajar de forma conjunta con el IMAS, para erradicar el informalismo”. Esta es, al menos, la esperanza de Mauricio González, representante de los moteleros y participante en las negociaciones con el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), que espera recaudar más de ¢700 millones anuales con la transformación del tributo.
Los moteles formales, según González, tienen reportados 1.600 cuartos.
La cantidad de cuartos de cada establecimiento es uno de los factores para precisar cuánto cobrarles con este sistema de impuestos, aprobado el 4 de agosto, por los diputados.
Cada habitación deberá pagar cerca de ¢50.000, ¢40.000 o ¢20.000 mensuales, sin importar cuántas parejas alojen, según la categoría en que los registren los inspectores del IMAS.
Esto, porque se simplificó el impuesto y, según las autoridades, permitirá combatir la evasión gigantesca que reinaba con el tributo anterior.
Límite. “El vista de lo abusivo de la ley actual, el sector formal ha crecido muy poco en las últimas décadas”, dijo González, por lo que el reajuste ampliaría a esta industria, como previó el presidente del IMAS, Carlos Alvarado.
“El Instituto Mixto de Ayuda Social va a ir a cerrar a todos los que incumplan. Esto va a llevar esto a la formalidad. Esto va a derivar en competencia menos desleal y esto va a generar un crecimiento del sector y más recaudación”, justificó Alvarado.
Ambas partes, IMAS y moteleros, quedaron satisfechos.
Cada uno hubiera querido más ventajas, pero a este punto de negociación llegaron y así lo avalaron los diputados, aunque falta la aprobación en segundo debate.
El IMAS deseaba, inicialmente, montos mayores y los moteleros insisten, aún ahora, en que este impuesto no debería existir.
“No existe ninguna justificación técnica para el impuesto. Es decir, no vemos ninguna razón por la cual la industria se debe ver sometida a un impuesto adicional y exclusivo para la industria (...). Ahora bien, en vista de que era poco práctico solicitar la eliminación del impuesto como un todo, se optó por consensuar un impuesto de manera conjunta con el Instituto Mixto de Ayuda Social”, dijo González.