Si bien dice que Estados Unidos respeta en todos los extremos el convenio con Costa Rica para patrullar las aguas nacionales en la lucha contra el narco, el encargado de negocios de esa sede diplomática en San José, Gonzalo R. Gallego, sostiene que la entrada de buques de guerra norteamericanos facilitaría los procesos de transporte de evidencia y las operaciones de la lucha contra el crimen organizado.
Gallego es el principal vocero de la Embajada en el país y conversó con La Nación a propósito de la gira que el presidente Luis Guillermo Solís realizó la semana pasada por los estados de California, Washington y Nueva York.
El funcionario compartió sus impresiones sobre la visita de Solís, la posición de su oficina frente a la oposición al TLC y el proceso que se cursa en Washington para designar al sucesor de la anterior embajadora, Ann Andrews.
Estados Unidos cumple un año de no tener un embajador destacado en Costa Rica. ¿Ya se manejan nombres en los pasillos de Washington y, de ser así, quiénes?
Por las reglas nuestras, yo no puedo hablar de este tema. Este es un tema para la Casa Blanca. El presidente va a nombrar a una persona y hasta después de que se anuncie el nombre, podremos hablar. Tenemos casi un año sin embajador aquí, pues la embajadora Andrews salió el 17 de junio. Espero que tengamos un nombre pronto.
¿Está avanzado el proceso?
Ellos siempre están trabajando en este proceso. Hay una oficina por parte de la Casa Blanca que trabaja con el Departamento de Estado y es un tema por discutir. Después de que ellos escojan el nombre, podemos conversar de eso.
El proceso de elecciones en el Senado ¿influye en la elección?
Estamos hablando de otra cosa. Lo primero es si la Casa Blanca encuentra a una persona, luego tendrá que presentar el nombre al Senado, y votar y confirmar. Hay mucha gente que está esperando este proceso, unas 40 personas están esperando.
El nombre de Román Macaya está propuesto para embajador de Costa Rica en Estados Unidos. ¿Cómo reciben ese nombre?
Yo he oído rumores del nombre. El Gobierno nos presentó un pedido de beneplácito, pero hasta que el Gobierno lo presente en público, no lo vamos a discutir.
¿Afectaría (el beneplácito) el hecho de que el nombre de la persona designada por Costa Rica (en este caso, Macaya) hubiese estado en contra del TLC con Estados Unidos (Cafta, por sus siglas en inglés)?
Sobre Cafta tengo que decir que fue una votación de hace muchos años. Por alguna razón que no conozco, casi todos los ticos quieren decirme cómo votaron por el Cafta. Yo no entiendo por qué quieren continuar hablando de eso. Es un hecho de gran valor para el país. Yo estoy aquí para trabajar en mejorar las relaciones.
El que una persona estuviese en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en el pasado, ¿lo afecta para una eventual designación como embajador en Washington?
El hecho es que el presidente Solís representa al Gobierno y al pueblo de Costa Rica; él ha dicho dónde está en relación con el Cafta y vamos a trabajar con él y su administración con la idea de que cualquier persona que trabaje para él va a continuar con sus propósitos. De esta manera, vamos a trabajar con cualquier persona.
A propósito del presidente Solís, la semana anterior cerró una gira por San Francisco, Washington y Nueva York, a solo un mes de haber asumido el gobierno. ¿Cómo percibe ese acercamiento?
Yo siento que todo fue excelente. Yo fui a Washington D.C. para ser parte de esa gira. Pienso que era una gira importante por varias razones. A solo un mes de asumir, salió a representar a su país no solo ante los principales hombres de negocios de los Estados Unidos, sino ante el Gobierno de Estados Unidos y organizaciones como el Diálogo Interamericano, donde habló de su visión del país. Lo hizo de manera muy profunda y profesional.
¿Tenía dudas la clase política estadounidense sobre el perfil ideológico de Solís?
No. Todo lo que estamos oyendo de las políticas de él es bueno. Él tiene que ejercer un liderazgo en el país, y no oímos nada con lo que estemos en contra. Tiene un plan que explicó muy claramente a los gerentes de negocios y miembros de asociaciones de Washington y la OEA.
¿Gustó Solís en EE. UU.?
¿Y cómo no? Es un hombre reflexivo, con un plan, y que hace cosas. Él no está hablando de hacer, está haciendo. Tiene buenas ideas y, por esas razones, pensamos que es un hombre importante, un caballero correcto.
Hay ciertas facciones del partido que lo llevó al Gobierno (PAC) que se oponen al ingreso de buques de guerra de Estados Unidos como parte del patrullaje conjunto. ¿Qué piensa de eso?
Ellos pueden pensar lo que quieran. Este esfuerzo es muy importante entre los dos países. Yo no estoy diciendo que los costarricenses tienen que dejar a nuestros barcos navales entrar a las puertas de Costa Rica. Lo importante es que los costarricenses trabajen con nosotros para pelear contra los narcotraficantes y el crimen organizado. Si lo quieren hacer con los policías nuestros, como los guardacostas, pues bueno, esa es la manera en que vamos a hacerlo.
¿Para EE. UU. sería mejor que puedan ingresar a aguas costarricenses los buques de la Armada?
Bueno, podemos decir que algunas cosas serían más fáciles. Ahora cuando encontramos niveles altos de cocaína, tenemos que mandar a los barcos de guardacostas a hacer viajes de miles y miles de millas de la costa para intercambiar evidencia y personas, y lo podríamos hacer más fácil. Pero es una decisión de la legislación. Yo le dije a él (Solís) que no vamos a pedir que un barco naval entre, y lo seguiremos haciendo con los guardacostas.
La gira de Solís en EE. UU. se hizo como parte de la búsqueda de atracción de inversiones. ¿Qué falta para atraer esas inversiones?
Se necesitan procesos más ágiles. Pero no solo más ágiles; también debe ser más fácil para una persona iniciar un negocio. La burocracia en Costa Rica es increíble. Pienso que aquí hay una burocracia muy grande y el presidente Solís dijo en todos los foros donde estuvo que debe hablar más con la ciudadanía para cambiar esa burocracia. La otra cosa es la infraestructura. Sé que es difícil y cuesta mucha plata, pero, por alguna razón, los costarricenses no han encontrado un proceso para trabajar con el sector privado e implementar la construcción de infraestructura.