El exdiputado Ronal Vargas Araya presentó ayer un recurso de amparo electoral ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), con la finalidad de que se anule su renuncia y sea restituido en el cargo.
La acción está dirigida contra el excandidato presidencial José María Villalta; la presidenta y el jefe de la fracción legislativa del Frente Amplio (FA), Patricia Mora y Gerardo Vargas Varela, respectivamente.
En el recurso, el excongresista alega que los jerarcas del Partido lo presionaron con la supuesta intención de publicar fotos y mensajes de contenido explícito, si no presentaba su renuncia a la diputación.
Ronal Vargas renunció al Congreso el pasado jueves 5 de febrero, tras una reunión con Villalta, Mora y Vargas Varela, en la cual ellos le exigieron dimitir, porque una asesora del despacho del guanacasteco se había quejado, desde el lunes, por supuesto acoso sexual.
“Yo sabía y manifesté que era inocente de esa injusta acusación, pero me presionaron con argumentos violentos sobre fotos de sexo explícito y copias de mensajes de contenido sexual en Wasapp (sic)”, dijo.
El exlegislador aseguró que Gerardo Vargas le señaló que sería terrible para sus hijas ver en la prensa “aquellas fotos que la denunciante les mostró” o leer los “mensajes obscenos”.
El TSE notificó ayer a las autoridades del FA que acogió el recurso para su estudio y les dio tres días para responder los alegatos del exparlamentario.
Coacción. En el recurso, Vargas aseguró que a él nunca le mostraron las fotos y que después de las supuesta amenaza del jefe de la bancada, Villalta, no le dio chance de consultar a amigos abogados.
“No me dejó alternativa, me cerró todas las puertas, no valoró ninguna de las opciones que le propuse para enfrentar la defensa”, se lee en el documento.
Según el exdiputado, luego de las presiones, entró en una crisis y solo atinó a agachar la cabeza y aceptar que le hicieran la carta.
“Yo nunca quise renunciar, al menos no lo hice libremente, mi conciencia ofuscada no pudo discernir en ese momento el paso trascendental que daba”, alegó Vargas ante el TSE.
Otra versión ofreció el jefe de la bancada frenteamplista, quien negó que hubiera coacción contra el excongresista. Según dijo, Vargas “firmó libre y voluntariamente la renuncia”.
“A nadie se le puede obligar a renunciar, si no quiere. Si aceptó, lo hizo consciente de que había pruebas fehacientes contra él”, aseguró el jefe del FA.
Gerardo Vargas, exsacerdote católico como Ronal Vargas, señaló que veía al exparlamentario como un hermano y que, si bien había escuchado que tenía una relación con la asesora, no le constaba que así fuera. “Nunca la presentó como su pareja, sino como su asesora”, manifestó.
Ayer se intentó hablar con Villalta, pero luego de tres llamadas sin contestar, la cuarta y quinta vez respondió la contestadora.
Patricia Mora adujo que si Ronal Vargas hubiera querido, se queda con la curul y no renuncia. Vargas fue sustituido por la legisladora Suray Carrillo.
Ayer en el plenario , los diputados se manifestaron, unos en contra y otros a favor de la actuación del FA en el caso de Vargas. Colaboró Natasha Cambronero.