Sergio Alfaro, exembajador de Costa Rica ante la Unión Europea (UE), respondió al Gobierno luego de que este lo culpó a él y al exministro de Hacienda, Elian Villegas, por el riesgo de que la UE coloque al país en una lista negra de Estados no cooperantes en materia fiscal.
El riesgo obedece a que, desde junio del 2021, la Unión Europea advirtió al país de que la exención de impuesto de renta que Costa Rica otorga a los contribuyentes radicados en el país, por ingresos procedentes del extranjero, es perjudicial y debía ser reformada.
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Hoy, Casa Presidencial envió un comunicado en el que culpó al exembajador Alfaro de arrogarse la facultad de negociar con la UE junto con el exministro de Hacienda, Elian Villegas, sin concurrencia de la Cancillería ni el Ministerio de Comercio Exterior.
Sergio Alfaro respondió que él nunca se arrogó tal facultad y que advirtió a las autoridades del actual de Gobierno, desde un principio, del riesgo que se corría.
“La Presidencia y los ministros actuales no movieron un dedo para evitar el descrédito de Costa Rica ante nuestro segundo socio comercial y ahora, a última hora y con el agua al cuello, quieren que otros paguemos por su propia incapacidad”, dijo el exdiplomático.
Este martes 14 de febrero, la Unión Europea hará una nueva evaluación que podría poner al país en una lista de naciones no cooperantes, lo que perjudicaría las exportaciones.
“Todos ellos saben bien que un embajador nunca toma decisiones en materias técnicas y menos de política interna”, afirmó Alfaro.
El exembajador mencionó que comunicó el riesgo al canciller Arnoldo André en su informe final de labores del 3 de julio de 2022, “mencionando incluso los oficios ministeriales pertinentes del 22 de julio de 2021 y del 5 de enero del 2022″.
“Las decisiones sobre qué responder y qué compromisos adquirir a nombre del Estado correspondieron siempre a los ministros de Hacienda y Comex (Comercio Exterior), quienes suscribieron las cartas de respuesta”, dijo.
“El resto es humo, como mucho de lo que estamos viendo.”
Según Alfaro, las comunicaciones del Código de Conducta de la UE siempre son dirigidas directamente a los ministros a cargo, nunca a la embajada ante la Unión Europea ni a través de esta, “que no recibe ni copia”.
“Mi intervención en el seguimiento de los listados europeos en materia de cooperación fiscal y de lucha contra el lavado de dinero siempre se dirigió a advertir a mis superiores en Cancillería y posteriormente a los ministerios de Hacienda y Comex de los procesos del Consejo Europeo y de los riesgos que implicaban”, alegó el exfuncionario.