José Coto Quesada, el primer gerente de campaña del candidato Rodrigo Chaves Robles, renunció a su cargo, el 9 de setiembre de 2021, porque el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) se negó a firmar contratos con dos agencias que efectuaron trabajos de comunicación por encargo del fideicomiso privado que financió gastos electorales.
Así se lo informó el empresario al propio candidato del PPSD en su carta de renuncia. Además de ser gerente de campaña, José Coto fue uno de los contribuyentes del fideicomiso Costa Rica Próspera, el cual sufragó gastos como la sede de campaña, planilla, computadoras, celulares, hoteles y viáticos, entre julio y octubre del 2021.
En su renuncia, el empresario señaló: “El primer aspecto, sobre el que tomé mi decisión, es de carácter administrativo e interno. La negativa por parte del partido de firmar contratos con nuestros proveedores de comunicación —Madison y Nexo— me pone en lo personal en una posición extremamente incómoda. No me siento habilitado para aprobar presupuesto y ejecuciones, pues me parece que estaría asumiendo compromisos que no están enmarcados adecuadamente en un documento vinculante y yo no quiero asumir esa responsabilidad.
“Como es sabido por usted, yo he tenido agencias de publicidad y actualmente me encuentro en el desarrollo de una agencia de performance marketing. He sido miembro de la Junta Directiva de Comunidad (Asociación de Empresas de Comunicación en Costa Rica) y, en general, muy activo en el gremio. Siempre he procurado mantener una reputación intachable en todas mis acciones, por lo que no puedo liderar un proyecto que exponga a colegas a riesgos que el partido no quiere asumir y pretende delegarles a ellos.
“El miércoles 1.° de setiembre, a las 7 p. m., llevamos a cabo una reunión entre el comando de campaña y el comité financiero del PPSD. En esa reunión, tuvimos asesoría legal y el abogado fue claro en indicarnos que, dentro del marco de la legalidad, el único que puede firmar contratos con proveedores para una campaña política es el mismo partido.
“No obstante, la presidenta del PPSD, doña Luz Mary Alpízar (hoy diputada electa), indicó contundentemente que ella no firmará ningún contrato antes de la asamblea, pretendiendo que se mantenga al desamparo de la protección contractual a nuestros proveedores. Yo tengo muchas dudas que, incluso celebrada la asamblea, el PPSD esté anuente a firmar los contratos”, señala la misiva firmada por Coto.
Consultado por este medio, el exgerente de campaña reconoció que el fideicomiso realizó gastos proselitistas para promover la figura de Chaves.
Argumentó que esos gastos se produjeron antes de que el exministro de Hacienda fuera ratificado como candidato presidencial del PPSD. “Digamos que no era una campaña de partido, sino que era una campaña de don Rodrigo. Todos los esfuerzos de comunicación que se hicieron a través de ahí fueron a nombre de don Rodrigo, y la mayoría de cosas no llevan ninguna asociación de marca de partido, los eventos eran agnósticos de partido.
“Entonces en ese sentido, esa transición estaba planteada para que sucediera el 9 de setiembre, que fue cuando se ratifica a don Rodrigo como candidato en la Asamblea Nacional del partido. Ya a partir de ahí ya no debería funcionar nada más que el partido mismo para su propia campaña”, aseguró Coto.
No obstante, Chaves anunció su candidatura por el PPSD desde el 7 de julio del 2021 e, incluso en ese mismo mes, Luz Mary Alpízar inscribió como club del partido la casa de campaña ubicada en barrio La California, la cual fue pagada por el fideicomiso privado.
Según reveló una publicación de La Nación, el pasado 5 de marzo, un fideicomiso privado, de nombre Costa Rica Próspera, financió gastos electorales de la campaña de Chaves sin que el dinero entrara al PPSD y sin que sus donaciones fueran dadas a conocer al público en el marco de transparencia exigido por ley.
Nueve personas y dos sociedades anónimas financiaron el fideicomiso. Esos nombres permanecieron ocultos antes de la primera ronda del 6 de febrero. Rodrigo Chaves alegó que se trataba de un fideicomiso privado con una cláusula de confidencialidad.
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Al respecto, José Coto declaró: “Cuando se empieza a estrechar cada vez más la relación entre don Rodrigo y el partido, ya toca deshacer el fideicomiso, porque vamos a entrar a una campaña política que tiene que hacerse a través del partido, y a través de los controles y filtros que tiene el partido. Entonces, ya toca detener el fideicomiso, pasar la estafeta y que el partido arranque con una campaña formal.
“Entonces, se le pidió al partido, el 9 de setiembre, o días antes, que continuara con una relación con algunos proveedores de comunicación. Y doña Luz Mary, me parece que en todo derecho y digamos que con toda razón, dijo ‘no quiero firmar nada hasta la Asamblea Nacional, hasta ratificar al candidato’, que creo que es lo correcto.
“Lo que pasa es que yo me vi en una encrucijada de 10 días, en donde yo ya no quise seguir solicitando ejecuciones a proveedores, sin que los proveedores, que además son gente del gremio donde yo pertenezco y les tengo toda la consideración, estuvieran cubiertos en un marco contractual adecuado.
“No fue como que hubo una negativa ahí; no había una renuencia a la firma de contratos. El punto mío es que doña Luz Mary, como digo, dijo ‘nosotros no vamos a firmar hasta el 19 de setiembre que hay una Asamblea y se ratificará al candidato y como era 9 de setiembre, yo dije que no me quería exponer 10 días porque el equipo no quería parar. Entonces yo dije ‘no, mejor yo no me comprometo en una ejecución de comunicación si el equipo no va a estar’”, señaló el empresario a La Nación.
En su carta de renuncia, Coto también mencionó un deterioro en sus relaciones con los miembros del partido que acogió a Chaves como candidato presidencial.
“El tercer motivante de mi renuncia tiene que ver con el deterioro de mi relación personal con el partido PSD. Es claro para mí que ellos tienen una percepción deficiente de mi gestión y yo estoy muy descontento con la forma de trabajar de sus líderes. Desde un inicio, indiqué que asumía el cargo si se me permitía administrar al equipo de trabajo y el proyecto en general. Sin embargo, progresivamente el nivel de micromanagement y la desinformación han llegado a ser inaceptables para mí”, señala la misiva.