La expresidenta del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, frenó el nombramiento de Rodrigo Chaves como director país en Brasil, en el 2018, luego de que las empleadas de dicha oficina protestaran contra la designación del hoy candidato presidencial del Partido Progreso Social Democrático. “Es un reconocido acosador sexual”, dijo una de las funcionarias, según quedó registrado en documentos internos del Banco.
Georgieva, quien actualmente es la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), decidió cancelar los planes de otorgarle a Chaves el prestigioso puesto, debido a “los riesgos que representaba para la moral del personal”, según una investigación del periódico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), publicada este lunes.
En el 2018, Chaves llegó a su quinto año como director país de Indonesia, la mayor oficina del Banco Mundial fuera de Estados Unidos, y estaba previsto que asumiera la dirección de la institución en Brasil, otro puesto de alto nivel. Al enterarse de los planes, los funcionarios brasileños protestaron durante una reunión de personal.
Consultada por el WSJ, una vocera de Kristalina Georgieva afirmó que la entonces jerarca del BM no tomó ninguna acción disciplinaria “porque ninguna empleada había denunciado ninguna experiencia directa o acusación específica en contra del señor Chaves”. Por el contrario, el ahora candidato presidencial se mantuvo en su puesto, en Indonesia, por solicitud del Gobierno de dicho país.
“La señora Georgieva accedió a mantener a Chaves como director país de Indonesia para honrar las peticiones del Gobierno de Indonesia de que él se mantuviera en el país del sureste asiático, para asegurar un apoyo rápido y efectivo por parte del Banco, luego de que Indonesia sufriera un gran terremoto y un tsunami en el 2018″, dice el reportaje del WSJ.
Sin embargo, un año después, luego de que dos funcionarias denunciaran formalmente a Chaves, él fue sancionado y degradado de puesto, sin posibilidad de ascensos ni aumentos salariales por tres años. Pero, apenas se dictó la amonestación, él aceptó la propuesta del presidente Carlos Alvarado de asumir el Ministerio de Hacienda y dimitió en el BM.
Las funcionarias que lo denunciaron habían trabajado con él en la sede de Washington D. C., y formaban parte del equipo que lo habría acompañado a Brasil. La queja la presentaron en abril del 2018; cuando también solicitaron que Chaves fuera suspendido del cargo, pues temían por su seguridad. Sin embargo, su petición fue rechazada.
En junio del año pasado, al analizar una apelación de las denunciantes, el Tribunal Administrativo del Banco Mundial (BM) dio por comprobado que el político incurrió en acoso sexual, se disculpó con las afectadas y dictó medidas para restringir el acceso de Chaves a las oficinas de la institución. Además, alertó a las diferentes oficinas de Recursos Humanos del Banco para que él no fuera contratado en un lapso de tres años.
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La mañana de este lunes, La Nación solicitó una declaración de la campaña del Partido Progreso Social Democrático sobre los hechos revelados por The Wall Street Journal. Por la tarde, el partido envió un video en el que Chaves se quejó de que el medio de comunicación estadounidense publicara el reportaje cuatro meses después de la fecha en la que, según él, le pidieron referirse al tema.
El medio crhoy consignó, además, que Chaves alegó desconocimiento sobre la protesta de las funcionarias de Brasil. Pese a que La Nación reiteró la solicitud para que el PPSD se pronunciara sobre el fallido nombramiento en el país suramericano, no se obtuvo una respuesta.
Las denuncias validadas por el máximo tribunal disciplinario del Banco Mundial incluyeron comentarios de naturaleza sexual, intentos de besar a subordinadas e invitaciones a hoteles y vacaciones. Pese a que la nueva dirigencia del Banco reconoció que “el hostigamiento sexual tuvo lugar”, Chaves insiste en que él no acosó a nadie, y atribuyó sus actuaciones a “diferencias culturales”.
En el momento de los hechos, las afectadas eran subalternas de Chaves, de 22 y 24 años, y recién habían empezado a trabajar para el Banco. Ambas denunciaron que él les hacía preguntas sobre su vida sentimental, las invitaba a salir y las observaba de forma sugestiva. Una de ellas reportó que Chaves intentó besarla en múltiples ocasiones, además de que le propuso llevarla a un hotel.
Durante la investigación, una testigo relató que Chaves le insinuó que si su novio era menor que ella, él tendría que satisfacerla en una forma distinta; hizo referencia a tener una orgía con seis animales diferentes y le preguntó si alguna vez había sido infiel o tenido una relación con un hombre casado.
Denuncias le parecieron ‘injustas’
The Wall Street Journal consignó que el año pasado, al ser consultada sobre el tema, Georgieva dijo que desconocía los detalles sobre la investigación interna que abrió el Banco en contra de Chaves. No obstante, una fuente de alto nivel le reveló al medio que la exjerarca sabía de la pesquisa y que fue informada personalmente sobre los hechos denunciados, luego de la protesta de las empleadas de la oficina en Brasil.
“La señora Georgieva dijo, en ese momento, que las denuncias en contra del señor Chaves le parecieron injustas para su reputación, dijo la fuente”, informó el WSJ.
Al confrontarse con esta revelación, una vocera de la expresidenta dijo que Georgieva “supo en el momento sobre las preocupaciones de algunos funcionarios sobre la reputación de Chaves”. Sin embargo, la representante añadió que la entonces jerarca no pudo actuar porque, para ese momento, no había acusaciones directas en contra del hoy candidato presidencial.
“Bajo las reglas del Banco Mundial, cualquier denuncia de conducta inadecuada debe respaldarse con evidencia”, declaró la vocera de la exjerarca del Banco. Agregó que los funcionarios que se someten a investigación no son suspendidos de sus cargos durante las pesquisas “porque hacerlo iría en contra de la presunción de inocencia y de la confidencialidad de las investigaciones que el Banco les garantiza a sus empleados”.
Funcionarios de alto rango consultados por The Wall Street Journal indicaron que Georgieva no hizo ningún esfuerzo adicional para esclarecer el motivo de las preocupaciones de las empleadas.
“(El hostigamiento sexual) es algo que ella ha experimentado durante su propia carrera, y le importa mucho el tema. Sin embargo, como CEO del Banco Mundial, ella no podía tomar acciones contra un empleado sin evidencia”, añadió la representante.
Al resolver la apelación de las denunciantes, el Tribunal del BM declaró que ellas “mostraron un inmenso coraje al reportar la conducta de un funcionario que ostentaba una posición de poder sobre ellas”. Los siete jueces independientes también reprendieron a los administradores de la institución, por fallar en su deber de proteger al personal de situaciones de hostigamiento.