Seis expresidentes de la República expresaron su preocupación por las protestas de diversos sectores en los últimos días e hicieron un llamado al diálogo y a evitar la confrontación irrespetuosa.
“Es legítima la manifestación de nuestras discrepancias. Expresarlas forma parte de la convivencia democrática y buscar resolverlas, de forma oportuna y eficiente, constituye una obligación del Estado y sus instituciones. Pero la confrontación irrespetuosa, los intentos por socavar la institucionalidad y la amenaza a todos los derechos ciudadanos no resuelve los problemas. Lejos de ello, nos dividen y nos pueden conducir al caos”, señala la declaración.
El documento es firmado por Óscar Arias (1986-1990, 2006-2010), Rafael Ángel Calderón (1990-1994), Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), Abel Pacheco (2002-2006), Laura Chinchilla (2010-2014), Luis Guillermo Solís (2014-2018). Solo el expresidente José María Figueres (1994-1998) no lo firma.
La declaración incluye un llamado al cese de la violencia, a las amenazas del uso de la fuerza y los llamados a los bloqueos en el país, los cuales provocaron pérdidas económicas para el sector productivo.
Para este jueves, las autoridades informaron que las calles se encuentran sin bloqueos, aunque los hubo desde el jueves y hasta el lunes pasado, lo que implicó la intervención del Ministerio de Seguridad Pública en los principales puntos, como la ruta 32.
Muchas de las manifestaciones de los últimos días fueron propiciadas por noticias falsas que encontraron eco en actores sociales, políticos y conservadores que pidieron y obtuvieron la cabeza del ministro de Educación, Edgar Mora.
“Ciertamente es urgente encontrar solución a muchos males acumulados: la pobreza estancada, el desempleo y la informalidad creciente, la lentitud del crecimiento económico, la angustia por el futuro que nos sobrecoge. Pero la intransigencia y el recurso a acciones que violan los derechos de los costarricenses y especialmente de aquellas familias con mayores carencias no es el camino para lograrlo”, señalan.
Asimismo, advierten del peligro que representa la anarquía, pues “acarrea pérdidas y sufrimiento a todos”.
“Sin nuestra institucionalidad democrática y los procedimientos que garantiza el estado de derecho, es imposible construir los espacios y las acciones necesarias para progresar civilizadamente”, expresaron los exmandatarios.
El Gobierno inició un proceso de diálogo con diferentes sectores, con la iglesia católica como garante y testigo del proceso. Sin embargo, hay quienes advierten, como los sindicatos de Salud y de Educación, que no descansarán en las calles hasta que se cumplan algunas exigencias.