Adriana Brenes, exsecretaria general del partido del presidente de la República, Rodrigo Chaves, declaró hoy que en la agrupación le pidieron firmar 1.000 bonos de deuda política en blanco, a lo que ella se negó.
Brenes, ingeniera industrial y auditora, precisó que la solicitud se la hizo el 2 de diciembre del 2021 Douglas Caamaño, a quien identificó como una persona que entró a trabajar en la campaña por solicitud del empresario Calixto Chaves, director general de campaña, y del dirigente Manuel Figueroa, quien se desempeñó como jefe de campaña de noviembre del 2021 hasta la primera ronda. Ella identificó a Figueroa como la “mano derecha de don Calixto”.
Incluso, puso un audio en el que Caamaño le dice que necesitaban la firma de los bonos por solicitud de Rodrigo Chaves y de Calixto Chaves.
Precisó que ella preguntó si los bonos ya tenían los nombres y apellidos de los compradores y si existía respaldo de las transferencias bancarias. Rechazó firmar porque “documentos en blanco no se firman, independientemente de donde vengan”.
Según dijo, el argumento que le dieron para firmar de antemano fue que no querían atrasarse con el proceso de colocación de bonos.
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“En blanco, no firmo ningún documento; simplemente no”, respondió la exsecretaria general de Progreso Social Democrático (PPSD), cuando el diputado del PPSD, Daniel Vargas, le preguntó cuál era su problema con firmar los bonos si estos requerían la firma de otros miembros del partido.
Este medio buscó conversar con Douglas Caamaño, pero este no respondió las llamadas ni los mensajes.
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Progreso colocó, principalmente entre inversionistas, ¢2.500 millones en bonos de deuda política durante la campaña electoral.
De estos, ¢1.500 millones corresponden a una emisión de 1.500 bonos A de ¢1 millón cada uno. En tanto, los ¢1.000 millones restantes corresponden a 2.000 bonos y ¢500.000 cada uno.
Brenes agregó que, a nivel partidario, Caamaño no tenía ninguna función, pero entró como mano derecha del entonces tesorero y actual primer vicepresidente de la República, Stephan Brunner, en contabilidad, y tesorería.
La exsecretaria general agregó que, pese a que ella formaba parte del comité ejecutivo, no le dieron acceso a los libros de actas y, cuando ella denunció lo que le incomodaba, “lejos de ser premiada, fui perseguida”.
Según dijo, declaró a sabiendas de que sería atacada por troles.
Los diputados investigan si existió una estructura paralela de financiamiento en la campaña de Chaves, al margen de los controles del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
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