Fabricio Alvarado, jefe de la bancada legislativa de Nueva República (PNR), intenta influir en la elección de un magistrado suplente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), una decisión que recae en los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y que se discutirá el próximo 30 de octubre.
A diferencia de la elección de los magistrados de la Corte, que son designados en la Asamblea Legislativa, la Constitución Política establece que la elección de los magistrados del TSE es competencia de la Corte, precisamente para evitar cualquier injerencia política.
En un video compartido en sus redes sociales, Alvarado, quien ha sido candidato presidencial en dos ocasiones, lanza una serie de críticas al enterarse de la postulación del abogado Gustavo Román Jacobo, de 43 años, al cargo de magistrado suplente.
Alvarado alega que la posible designación de Román, quien actualmente se desempeña como asesor político en el órgano electoral, podría comprometer la imparcialidad del Tribunal y minar la confianza que los costarricenses tienen en esta institución. Sin proporcionar ni un solo ejemplo concreto, el diputado lo acusa de mostrar parcialidad al emitir opiniones en sus redes sociales y en los medios de comunicación.
Por ejemplo, manifiesta que Román “ataca” a cualquier persona cuyas ideologías difieran de las suyas. Asevera que Román ha sido afín a las ideologías del Partido Acción Ciudadana (PAC) y que ha llegado a ofender a quienes no comparten su perspectiva política, pero nuevamente no profundiza, ni justifica sus palabras con hechos puntuales.
El diputado alega que un magistrado del Tribunal Supremo de Elecciones, por su naturaleza, debe ser imparcial y ecuánime, sin mostrar preferencias políticas o ideológicas en las redes sociales ni en su vida personal.
Además de Alvarado, David Segura, compañero de bancada, cuestiona a Román de haber atacado al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su enfoque con respecto a las vacunas contra la covid-19. De forma general, el congresista alega que Román lanza críticas a quienes, como Trump, creen que hay estructuras dañadas y al servicio de corruptos.
Precisamente Donald Trump afronta, en la actualidad, 91 cargos en cuatro jurisdicciones distintas; muchos de ellos por intentar subvertir el sistema electoral estadounidense.
Las manifestaciones de los diputados trascienden apenas unos días antes de que los integrantes de la Corte Suprema de Justicia analicen los nombres de los aspirantes al puesto suplente en el TSE. Dicho cargo, según lo establece la Carta Magna, es para un período de seis años y se necesita el respaldo de al menos dos tercios de los miembros de la Corte Plena, que consta de 22 magistrados.
Para ser considerado como candidato a magistrado del TSE, se deben cumplir ciertos requisitos. Es necesario ser costarricense por nacimiento o, en caso de naturalización, haber mantenido residencia en el país durante al menos diez años después de obtener la carta de naturalización.
Además, se requiere que el candidato sea mayor de 35 años, sea abogado y haya ejercido la profesión durante un período de al menos diez años, a menos que se trate de funcionarios judiciales con una experiencia judicial de al menos cinco años.
Consultado por La Nación, Gustavo Román aseveró: “Nunca he llamado ‘borregos’ ni ‘imbéciles’ a los votantes de ningún partido político costarricense. Ni lo he expresado ni pienso que lo sean. Tampoco he defendido, ni en público ni en privado, la tesis de que debería impedirse a los partidos políticos de inspiración confesional participar en la competencia electoral.
“Por el contrario, si quiero ser magistrado electoral es porque creo en la democracia como el único sistema que nos permite a los diferentes convivir en paz respetándonos como iguales; porque quiero un país donde todos quepamos con nuestra dignidad intacta, sin exclusiones, sin voces ni grupos amordazados, sino encontrándonos, en la plaza pública, apertrechados solo con el tesoro de la palabra libre y la voluntad de concordia, que son el corazón de la vida en democracia”.
Manifestaciones atentan contra la democracia, dice analista
Constantino Urcuyo, analista político, considera que las declaraciones de los diputados son una violación al principio de separación de poderes y que carecen de sustento. A su juicio, estas manifestaciones atentan contra la libertad de expresión y la democracia.
Para evitar la injerencia política en la elección de magistrados electorales, en 1949 se retiró esta responsabilidad de las instancias políticas y se transfirió a la Corte, recordó Urcuyo.
Urcuyo defiende la capacidad de Román como un joven intelectual brillante. Él cree que Román ha opinado sobre temas de política general, pero sin mostrar preferencias partidistas. Además, los señalamientos de los diputados no indican qué falta ha cometido Román sobre las leyes y la constitución del país.
El analista no comprende por qué se le acusa de parcialidad por no estar de acuerdo con las ideas de Trump y por qué se vincula la política costarricense con la de Trump, quien perdió la elección presidencial en 2020.
“Yo quisiera saber si alguien estaría de acuerdo con lo que Trump estuvo tratando de hacer el 6 de enero (de 2021) al querer dar un golpe de estado en Estados Unidos. Cualquier persona sensata y demócrata estaría en contra de eso”, señaló el analista.
Urcuyo también menciona la afiliación religiosa de Román, señalando que es protestante y evangélico. Argumenta que Román pertenece a una de las denominaciones protestantes más antiguas, que no comparte la visión literalista de la Biblia de algunos sectores evangélicos.
“Uno no puede andar en política persiguiendo a la gente por las ideas que tiene. Refútelas, exprese su desacuerdo con ellas, ponga ideas alternativas pero en nada de lo que han dicho sobre Gustavo Román, he visto que digan dónde está equivocado o que ponen en riesgo la democracia”, concluyó Urcuyo.