La fracción del Partido Nueva República (PNR) en pleno asistió este jueves a la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa para bloquear el avance del proyecto que prohibiría las terapias de conversión sexual en Costa Rica.
Aunque la única fabricista que integra este foro es la legisladora Rosalía Brown, también se presentaron el jefe de la bancada, Fabricio Alvarado, así como los diputados David Segura, Olga Morera, José Pablo Sibaja, Yonder Salas y Gloria Navas.
Segura y Navas usaron la palabra por todo el tiempo que el Reglamento legislativo permite para hablar sobre cada moción. Asimismo, los fabricistas plantearon reclamos por la forma en que se llevaba a cabo la sesión, lo que que contribuyó a frenar la discusión de sus 104 mociones.
La iniciativa del Frente Amplio prohibiría las terapias que pretendan suprimir, revertir o modificar a modo de “pretendida curación” la identidad de género u orientación sexual de cualquier persona, al tiempo que establece sanciones para quienes la apliquen.
Asimismo, la iniciativa impondría un castigo de 60 a 100 días multas a quien practique las terapias.
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Gloria Navas: ‘Para la escritura todas esas situaciones son prohibidas’
Al oponerse al proyecto, la diputada Gloria Navas primero argumentó que, penalmente, ya se encuentra prohibida la coacción y, luego, leyó varios versículos del capítulo primero de la Carta a los Romanos de Pablo.
En ese texto leído por Navas, el apóstol se refiere a la homosexualidad como “inmundicia”, “pasiones vergonzosas”, “lascivia” y “hechos vergonzosos”.
“¿Qué estamos leyendo aquí? Que para la escritura, para el cristiano, todas estas situaciones son prohibidas, basándonos en la libertad de culto”, alegó Navas.
En tanto, José Pablo Sibaja hizo reclamos relacionados con la decisión que tomaron los miembros del foro de votar cada moción levantando la mano, por los problemas que estaba presentando el sistema electrónico.
Luego, volvió a pedir la palabra para cuestionar lo dicho por el diputado del Frente Amplio, Antonio Ortega, respecto al uso de la palabra en la comisión.
La normativa permite al proponente o proponentes hablar durante 15 minutos en total. En cuanto a los otros diputados, dos pueden hablar a favor y dos en contra, también por 15 minutos en conjunto.
El argumento de Ortega era que se debe tomar como proponente de una moción al primer firmante, que para el caso de la moción siete que se empezó a conocer debía ser Fabricio Alvarado, pero se le otorgó la palabra a Gloria Navas como proponente.
Sibaja le reclamó que por qué, entonces, en la Comisión de Hacendarios, se le daba la palabra a la frenteamplista Sofía Guillén para que presentara las mociones sobre el proyecto de ley de jornadas 4-3, aunque no era la primera firmante.
En una hora y 20 minutos de sesión, apenas se conocieran dos mociones de fondo.
En sus intervenciones, tanto David Segura como Rosalía Brown hicieron lectura de documentos escritos, el primero por cinco minutos y la segunda por 15 minutos.
Además, para cada moción rechazada, se presentaron sus respectivas mociones de revisión, en la que también los fabricistas hablaron todo el tiempo que permite el Reglamento, como sucedió con la revisión de la sexta moción, cuando usó la palabra David Segura.
También, la subjefa de Nueva República, Olga Morera, hizo reclamos por la forma, pues alegó que una moción no se había votado bien. Dijo que, cuando se abrió el proceso de voto, no estaba la oficialista María Marta Padilla y, antes de que se cerrara la votación, ella llegó y pudo votar, por lo que Morera reclamó que eso no podía suceder.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, la liberacionista Montserrat Ruiz, anunció de una vez dos sesiones extraordinarias para la semana siguiente, una para jueves por la mañana y otra para viernes, con el fin de avanzar en ese proyecto y dar paso a otras discusiones todavía pendientes.