El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que reconoció la soberanía de Costa Rica sobre el extremo norte de isla Calero, en Limón, incidirá en el juicio pendiente con Nicaragua para definir los límites marítimos entre los dos países.
Al confirmar que esa zona de 3 km², conocida como isla Portillos, es territorio costarricense, los jueces no variaron la frontera terrestre entre ambas naciones, la cual serviría de base para trazar la línea divisoria en el mar Caribe.
Una resolución contraria pudo haber restado espacio marítimo al país, si el tribunal con sede en La Haya, Holanda, hubiese fijado el límite más al sur, afirmó el canciller de la República, Manuel González, ante una consulta de La Nación .
“Al declarar que este territorio en isla Portillos continúa siendo costarricense, eso también proyecta hacia el mar Caribe nuestra propia territorialidad marítima. Tiene una incidencia en cuanto al área que le corresponderá a Costa Rica, una vez se defina este tercer litigio (en la CIJ)”, dijo González.
Lo que sigue. De momento, la sentencia del 16 de diciembre es analizada por el equipo jurídico de la Cancillería, para establecer sus alcances.
Según el embajador en Holanda y coagente en la Corte de La Haya, Sergio Ugalde, luego de ese estudio se podrá determinar cómo incidirá el fallo en los alegatos expuestos por el país, a la fecha, en el siguiente litigio.
“Obviamente, hay aspectos de este fallo que tienen que ser considerados por parte del equipo, a la hora de seguir defendiendo la posición jurídica nacional sobre el tema marítimo. No le puedo precisar exactamente en qué, en este momento, porque es un tema bajo análisis. Es una sentencia muy grande. Hay que analizar no solo el fallo, sino todas las opiniones de los jueces para poder establecer cómo vamos a seguir y si hay un verdadero impacto”, expresó Ugalde, vía telefónica.
Cerrados. Costa Rica elevó a La Haya el caso de los límites marítimos –tanto en el Caribe como en el Pacífico– el 25 de febrero del 2014, ante la negativa de Nicaragua a negociar las fronteras de manera bilateral.
La entonces presidenta, Laura Chinchilla, también optó por la vía judicial porque el gobierno de Daniel Ortega ofertó bloques de mar costarricense en ambos océanos para la exploración y explotación de petróleo y gas natural.
En criterio de la Cancillería, Nicaragua sacó en concesión 20.000 km² en el Pacífico y 15.000 km² en el mar Caribe, que están en el territorio de Costa Rica.
El excanciller de la administración pasada y actual embajador en Reino Unido, Enrique Castillo, coincide con González y Ugalde en que el reciente fallo de la Corte es favorable para el país en el litigio aún pendiente, el cual considera es importante que se resuelva para contrarrestar “los abusos” nicaragüenses.
“Eso, posiblemente, precondiciona la definición de límites que se va a hacer y yo creo que esto es a favor nuestro, porque con el resultado no se alteraron los límites terrestres (…). Nicaragua, mientras tanto, se aprovecha de la zona gris y confusa y ofrece cosas que no son, a nuestro criterio, de su propiedad”, dijo Castillo.
El litigio por los límites marítimos en La Haya se encuentra en la fase inicial. San José ya presentó la memoria con sus alegatos y, hace una semana, Managua entregó a los jueces su contramemoria replicando los argumentos ticos. González estima –según la experiencia con otros casos– que la Corte emita un fallo después del 2017.