El 30 de marzo de 2020, al principio de la pandemia, el expresidente José María Figueres pedía a los costarricenses cumplir con la cuarentena y quedarse en casa como medidas para bajar la curva de contagios y hospitalizaciones por la covid-19.
En aquella oportunidad, cuando aún no había oficializado sus aspiraciones presidenciales, Figueres se apoyó de gráficos para demostrar la evolución acelerada del virus que se debía atenuar, según un video de un minuto con 17 segundos colgado en su cuenta de Facenook.
Puso de ejemplo a países donde los doctores decidían a quiénes le daban una cama con respirador, por lo que urgió acatar las medidas sanitarias para evitar repetir esa tragedia en Costa Rica.
“Esta curva tenemos que bajarla y solo se baja evitando el contacto, el contagio, por eso la importancia del distanciamiento social, la cuarentena, quedarnos en nuestra casa, porque, si no, afectamos de alguna manera muy perversa a los sistemas de salud”, llamó Figueres.
Casi trece meses y medio después, el 12 de mayo de 2021, siendo precandidato, el exmandatario llamó al Partido Liberación Nacional (PLN) a celebrar la convención nacional este 6 de junio, en la peor ola de la pandemia con más de 3.500 muertos por el virus, mientras otras voces de su partido piden aplazar la fecha.
Al tiempo que solicitó cumplir estrictamente los protocolos de salud al acudir a esa convocatoria, Figueres aseguró que la solución a la crisis de la salud “está en cuidarnos más” y en acelerar el proceso de vacunación.
En este segundo vídeo de 4:05 minutos se volvió a apalancar del ejemplo de otros países, citando los casos donde ya se han realizado elecciones, como Estados Unidos, Portugal, España, Ecuador y Perú.
“Este proceso de elecciones internas, amplias y democráticas, ya se atrasó de abril a junio, con lo que no se logró ninguna mejora en la crisis de la salud. Pateando la bola adelante no se resuelven las cosas”, demandó Figueres.
Para la fecha de la convención, el 6 de junio, según una proyección del demógrafo y salubrista público Luis Rosero Bixby, el país registraría entre 1.900 y 2.500 casos diarios de covid-19.
“Con estos niveles de circulación del virus sería temerario hacer reuniones de centenares de personas; con seguridad, esos eventos desencadenarían muchas cadenas de contagios”, advirtió Rosero.
En cuanto a las hospitalizaciones, el académico proyecta entre 1.200 y 1.400 para el día de la convención liberacionista; de ellas, un poco más de 400 estarían en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
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Un día antes de que Figueres insistiera en sostener la fecha de la convención, el 11 de mayo, la cantidad de enfermos graves de covid-19 provenientes de fuera del Valle Central, a la espera de una cama de cuidados intensivos en San José, era de 57, aunque al día siguiente bajó a 36.
Las cifras actuales y las proyecciones son superiores, por mucho, a las registradas hace más de un año.
En marzo del 2020, el país tenía unos 300 casos.
“Pero necesitamos bajar la curva de casos para que los casos que requieran de hospitalización nunca sobrepasen el número de camas que tenemos, porque de lo contrario sucedería lo que sucedió en muchos países en donde doctores tuvieron que escoger en cual paciente se le daba una cama con un respirados y a cuál no, que es escoger entre al vida y la muerte”, dijo Figueres en ese momento.
Al expresidente se le llamó a su celular pero no respondió para hacerle consultas sobre estos criterios.
Justificaciones de su vocero
José Manuel Peña, vocero del exmandatario, reaccionó con argumentos similares a los expuestos el 12 de mayo por el exmandatario, como lo es que en plena crisis sanitaria otros países han realizado sus procesos electorales.
Aseveró que hay que convivir con una nueva normalidad, al tiempo que recordó el llamado de Figueres a las personas de cuidarse y a las autoridades de acelerar el proceso de vacunación.
Así como el exmandatario, Peña recordó que el Tribunal Electoral Interno (TEI) del PLN advirtió que, de no hacer la convención en la fecha indicada, se corre el riesgo de no inscribir las candidaturas.
Según dijo, el Ministerio de Salud ya aprobó un “estricto protocolo para salvaguardar la integridad de la familia liberacionista”.
“Lo mejor sería que todos estemos en casa, pero no se puede. Se han perdido miles de empleos, la situación de las familias es grave, los emprendedores cierran sus empresas y el país camina hacia un despeñadero porque el Gobierno está agotado”, finalizó.