El candidato presidencial del PLN, José María Figueres, se opone a extender el impuesto sobre las casas de lujo a más viviendas, por lo que rechaza la versión actual de la reforma planteada por el Gobierno para este tributo.
Actualmente, el tributo se cobra a viviendas cuya construcción esté valorada de ¢133 millones en adelante. Ahora, el Ministerio de Hacienda propone gravar a partir de los ¢108 millones.
Figueres pide dejar el piso tal como está hoy, pero trasladar la labor de recaudación de Hacienda a las municipalidades, las cuales ya cobran otro tributo sobre el valor de las propiedades: el impuesto municipal de bienes inmuebles.
“No deberíamos bajar el piso para cubrir mayor cantidad de viviendas, sino que deberíamos dejarlo donde está y, de ahí para arriba, cobrarlo a través de las municipalidades que harían un cobro mucho más eficiente de ese impuesto, en virtud de que ya cobran el impuesto territorial”, dijo el candidato.
“Cálculos iniciales sugieren que se podría duplicar o triplicar la recaudación con solo que el cobro lo hagan las municipalidades, en vez de que lo haga el Ministerio de Hacienda”, explicó Figueres.
El planteamiento verdiblanco implica que el Gobierno tendría que pagarles un peaje a los gobiernos locales por la recaudación, pero el monto no ha sido precisado por el equipo económico de Figueres.
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Este impuesto recauda anualmente unos ¢4.700 millones y el Ministerio de Hacienda quiere elevar la recaudación a unos ¢60.000 millones.
Para ello, el Ejecutivo también propone cambiar la tasa. Actualmente, la tarifa del impuesto oscila entre 0,25% y 0,55% conforme más valiosa sea la propiedad.
El Gobierno plantea cobrar un 0,5% para todas las casas por encima de los ¢108 millones, con una tarifa mínima de ¢750.000 anuales, lo que duplicaría el cobro para la mayor parte de las casas gravadas.
Ese es uno de los proyectos de ley que forman parte de la agenda de ajuste fiscal del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La semana anterior, los diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) le pidieron al gobierno replantear este y otros textos tributarios.
Para Gerardo Corrales, asesor económico de Figueres, la reforma al impuesto a casas de lujo es una propuesta de poco valor, pues aporta muy poco con respecto a la meta de eficiencia fiscal prometida por el gobierno.
Argumentó que cualquier hueco que deje la no aprobación de esta reforma se podría compensar con una propuesta de reactivación económica que genere más ingresos para el Ministerio de Hacienda.
Impuesto a lotería ‘indispone’
Figueres también se opone a otro de los proyectos de la agenda con el FMI: el proyecto de ley para crear un impuesto del 25% a los premios de la lotería superiores a ¢225.000 millones.
Para el candidato, este impuesto aporta poco, pero indispone a la ciudadanía.
“Considero que el proyecto de ley que quiere poner un impuesto a la lotería, que prácticamente no recauda nada, pero indispone a todo el mundo, es una cosa que se debe sustituir y con la cual no deberíamos ir”, explicó el exmandatario.