La firma internacional de servicios financieros, Stifel, alertó a sus inversionistas de que la perspectiva sobre las finanzas públicas costarricenses se mantiene crítica, en vista de que el diálogo entre Gobierno y sectores resultó “puramente simbólico” y no aportó medidas estructurales.
En un reporte enviado el 25 de noviembre, la compañía informó a sus clientes de que, de las conversaciones, emanaron 58 propuestas, “ninguna de las cuales son realmente estructurales ni atacan las raíces del problema, es decir, el tamaño del sector público y el costo de la deuda interna”.
Stifel publicó su análisis cuatro días después del cierre del diálogo multisectorial, el cual procuraba combinar medidas de aumento de ingresos, recorte de gastos, gestión de la deuda y venta de activos para solucionar la crisis fiscal.
“Medidas con potencial recaudatorio, como la eliminación de exoneraciones fiscales a maestros, zonas francas y cooperativas, fueron rápidamente descartadas. Sin que el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se mencionara en ningún momento, este diálogo fue puramente simbólico e impulsado por una administración presionada para evitar más demostraciones en las calles”, reseñó Stifel.
La firma puntualizó que el impacto de las acciones propuestas para 2021, 2022 y 2023 se estima en 1,67%, 0,87% y 0,6% del producto interno bruto (PIB). En tanto, con las medidas permanentes, se aspiraba a alcanzar un recorte del déficit fiscal equivalente al 2,5% de la producción, pero se logró solo un 2,2%.
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“Algunas de las propuestas ya están en proceso de ser aprobadas en la Asamblea Legislativa, como el proyecto Pagar, que consolida superávits institucionales para pagar deuda doméstica; o la ley de Hacienda Digital, que aprueba un préstamo con el Banco Mundial para digitalizar los sistemas para combatir la evasión y mejorar el control del gasto”, añade el informe.
El mismo reporte señala como más relevante el hecho de que el Presupuesto Nacional 2021 se aprobara con recortes por ¢162.000 millones, equivalentes a un 0,45% de la producción, aunque con inconsistencias técnicas que los diputados deberán solucionar.
El plan de gastos del próximo año, agrega Stifel, incluye algunas de las exigencias del diálogo nacional, como la obligatoriedad de que las instituciones realicen todas sus compras públicas a través del Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop).
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La ganancia, apunta la firma, es mínima, si se compara con la magnitud del problema que enfrenta Costa Rica.
“0,45% del PIB no es ninguna panacea cuando se tendrán necesidades de financiamiento del 11% de la producción en el 2021″, advierte la compañía.
De acuerdo con Stifel, “el Gobierno está presionado para dar buenas noticias y enviar las señales adecuadas al mercado”, una tarea que se complica dada la reticencia de los diputados a aprobar financiamientos internacionales a tasas más favorables de las que ofrecen los prestamistas internos.
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“El dilema de la oposición es el riesgo de darle espacio al Gobierno para respirar y reducir la emergencia de conseguir un programa con el FMI”, resumió la firma.
Stifel anota que, a partir de este 1.° de diciembre, el Ejecutivo asumirá el control de la agenda legislativa y empezará a negociar reformas para corregir el desbalance en las finanzas públicas, aunque desde una posición complicada.
“Con cada partido político enfocado en sus propias prioridades, el PAC necesitará mostrar más liderazgo del que ha mostrado hasta ahora”, dice el informe.
Y añade: “Somos cuidadosos porque esperamos que estas negociaciones se extiendan y queden propensas a decepciones, cuando las expectativas son tan altas y con las elecciones del 2022 convertidas en el verdadero eje central detrás de la agenda”.