La Fiscalía General de la República abrió, este lunes, una investigación contra el diputado Abelino Esquivel, jefe de la fracción legislativa de Renovación Costarricense, por los pagos que les exigía mensualmente a tres de sus asesores de confianza y que, en total, sumaban ¢575.000 por mes.
La causa se abrió bajo el expediente 18-0085-033-PE e intenta determinar si el congresista habría cometido el delito de concusión, lo que significa el cobro indebido o arbitrario hecho por un funcionario público en provecho propio.
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“La Fiscalía se encuentra coordinando, desde ayer, para entrevistar a la fuente primaria: las tres personas asesoras que denunciaron públicamente que –en apariencia – eran obligadas a entregar una parte de sus salarios al legislador”, comunicó la oficina de prensa del Ministerio Público.
Esta mañana, la Fiscalía empezó a ponerse en contacto con los asesores.
Dicho departamento agregó que, una vez que se realicen las entrevistas a los tres empleados de Esquivel, decidirán los pasos por seguir, “en aras de verificar la comisión o no del presunto delito y esclarecer los hechos”.
Tal como lo aseguraron Shirley Marín, Joselyn Rodríguez y Álvaro Oconitrillo, el diputado empezó a pedirles un porcentaje de sus respectivos salarios, de forma quincenal, en dos casos, y como condición para ser contratado, en el otro caso.
Marín aportaba ¢25.000 por quincena, Rodríguez ¢62.500 y Oconitrillo daba ¢200.000.
En el caso de las asesoras, se les empezó a pedir ese pago desde agosto del 2017. A Oconitrillo se lo pidieron en julio de ese año, en la entrevista laboral, como una de las condiciones para ser contratado, y lo empezó a pagar desde que recibió su primer sueldo.
Él aseguró que, en su caso, se trataba de casi un tercio de su remuneración mensual y se lo pagaba en efectivo a la hermana del diputado. Marín y Rodríguez lo hacían por transferencia bancaria.
Abelino Esquivel confirmó este lunes que se les pedía ese dinero y que entraba a una cuenta de su hermana, Wray (conocida como Uray), pero alegó que se trataba de contribuciones al partido, aunque nunca entraron a cuentas partidarias y se manejaron exclusivamente en su despacho.
El presidente de Renovación, el diputado Gonzalo Ramírez, aseguró que, de ser cierto, era un hecho vergonzoso y aseguró que enviarán el caso a estudio del comité de ética partidario.