Las fracciones legislativas corrieron a celebrar, este lunes, la renuncia del ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, apenas lo anunció en un acto en la Casa Presidencial.
Para el liberacionista David Gourzong, Piza hizo un esfuerzo importante para colaborar en la construcción de proyectos de ley y consensuar con los diputados al inicio de la administración Alvarado, pero alegó que la situación del país es crítica y añadió que ya la figura del ministro está desgastada.
“La labor de don Rodolfo tal vez ameritaba una mayor relación con diputados y diputadas en la visualización de proyectos importantes para la reactivación económica de las regiones más vulnerables”, dijo Gourzong.
Quién también reaccionó de inmediato al anuncio de la renuncia fue el jefe de Restauración Nacional, Eduardo Cruickshank.
Él dijo que la salida era necesaria y adujo que “se había creado un clima de incertidumbre inconveniente para el país”.
“La salida del ministro es lo mejor que podía ocurrir, ya que su estancia causaba ‘incerteza’”, dijo Cruickshank.
Adujo que la decisión de Piza de haber anunciado que se iría pronto dificultaba que las bancadas tuvieran seguridad de con quién sentarse a negociar.
El restauracionista agregó que el Gobierno ha estado “obsesionado” con algunos temas y que se niega a aceptar propuestas de algunos sectores.
La jefa de la Unidad Social Cristiana (PUSC), María Inés Solís, evitó calificar si la renuncia se dio a tiempo o a destiempo, pues apuntó que eso solo era decisión de Piza y del presidente, Carlos Alvarado.
Agregó que el nuevo ministro debe buscar el diálogo necesario entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, para “que podamos caminar juntos en conseguir mayores y mejores oportunidades para los costarricenses”.
Solís aprovechó para pedirle a Carlos Alvarado que convoque los proyectos para la reactivación económica.
Según el presidente del Congreso, Carlos Ricardo Benavides, la renuncia de Rodolfo Piza era esperable, porque ya tenía un “desgaste muy alto”.
“Es una decisión inteligente por parte de don Rodolfo y del Gobierno de la República”, dijo Benavides.
Reconoció que Piza tuvo un “gesto con el país, que fue importante”, que fue apoyar el gobierno de unidad entre “el PAC, la Unidad Social Cristiana y el Frente Amplio”, que “ellos pensaron que iba a funcionar de la mejor manera”.
“Ya se le hace muy difícil colaborar de la manera en que un ministro de Presidencia debe colaborar. Es una buena decisión”, dijo Benavides.
Añadió que la primera condición para un nuevo ministro de la Presidencia es que sea cercano a Alvarado y de su absoluta confianza, y que se entienda que cuando ese jerarca habla, lo hace en representación del presidente.
Benavides dijo que, si bien Piza tiene condiciones profesionales y políticas importantes, colaboró en algunos temas, pero en otros no.
“En los últimos meses, la relación de Piza con los diputados fue escasa, deficitaria, no había una relación fluida con el Congreso”, indicó.
Su compañera Franggi Nicolás dijo que “desde hace mucho tiempo había un malestar con la gestión” de Piza.
Colaboró el periodista Josué Bravo.