Gerardo Vargas, jefe de fracción frenteamplista, posó ante las cámaras con Blear. El apoyo político al Sindicato era evidente.
La huelga empezó dos días después y el gobierno de Luis Guillermo Solís, que recibía el respaldo del Frente Amplio en la defensa del Presupuesto Nacional del 2015, reaccionó con la Fuerza Pública para abrir los muelles que los huelguistas habían cerrado.
Solís se negó a ceder en la exigencia del sindicato; Japdeva logró que un juzgado declarara la huelga ilegal y, aun en medio del conflicto, pidió renegociar los beneficios de la convención colectiva. Con ello, el Gobierno sumó apoyo entre sectores.
El Frente Amplio pasó a asumir un papel de interlocutor entre el Sindicato y el Ejecutivo, mediante el diputado Vargas. Empero, fracasó su primer intento de acuerdo, la semana pasada.
El frenteamplista, entonces, propuso la mediación de la defensora Montserrat Solano. Y ayer, en un hecho inusual, propuso a Sintrajap levantar la huelga mientras negocia con Zapote.
“Como diputado de Limón, tengo la obligación de buscar la mejor salida y creo que esa se obtiene solo en la mesa de negociación y tenemos que buscar las condiciones, que haya un ambiente de tranquilidad. He conversado con el Comité Ejecutivo (del Partido) y la fracción. José María Villalta (excandidato) ha participado en todo este análisis, él respeta todo”, alegó Vargas.