Los funcionarios públicos tendrán una licencia de paternidad mucho mayor que los trabajadores privados a partir de marzo, con la entrada en vigencia de la Ley Marco de Empleo Público.
Actualmente, la licencia de paternidad es de dos días por semana, durante las primeras cuatro semanas del bebé o la adopción, en ambos sectores. Así lo estableció la Ley para Combatir la Discriminación Laboral contra las Mujeres, en junio del 2022.
Sin embargo, con la entrada en vigencia de la Ley de Empleo Público, el próximo 9 de marzo, los funcionarios de todo el Estado dispondrán de una licencia diferenciada, la cual consiste en un mes calendario, con goce de salario, a partir del nacimiento del bebé o la adopción.
En el caso del resto de trabajadores del país, los ocho días con goce de salario son costeados, por partes iguales, entre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y los patronos.
La licencia de paternidad es algo relativamente nuevo en el país.
Desde hace unos años, algunas convenciones colectivas de entidades públicas otorgaban días libres con goce de salario para los padres de familia. Desde hace 10 años, el Ministerio de Educación Pública (MEP) estableció un mes de licencia de paternidad.
La Ley Marco de Empleo Público copió el modelo del MEP y fijó un mes de permiso.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó a Costa Rica “promover el uso de estos nuevos derechos de licencia de paternidad y extenderlos poco a poco”, siguiendo la tendencia reciente de muchos países de la OCDE, incluidos Francia y España. En su criterio, estos pueden ser “pasos adicionales para facilitar una mayor participación femenina en el mercado laboral”.
En Francia, como hace referencia OCDE, la licencia para los hombres es de un mes, y la mayor parte del salario lo asume la seguridad social, mientras que en España es de 16 semanas.
Carolina Delgado, diputada presidenta de la Comisión de Asuntos de la Mujer, indicó que se trata de un proceso cultural y confía en que más adelante se discuta una ampliación, pero afirmó que existen todavía factores culturales y económicos por superar.