El gasto en incentivos salariales mostró una tendencia al alza el año pasado, luego de permanecer congelado del 2020 al 2022. Así lo señaló la Contraloría General de la República (CGR) en el informe “Evolución del gasto devengado en remuneraciones del Sector Público 2016-2023″, donde se analizó el comportamiento de esta partida en los últimos años.
El aumento en el rubro de pluses se debe a que venció el efecto de la ley 9.908, la cual congeló el reconocimiento de las anualidades a los funcionarios públicos en los períodos 2020-2021 y 2021-2022, para ayudar a contener el desequilibro fiscal.
El descongelamiento de los pagos por antigüedad, en el 2023, provocó que el gasto en incentivos salariales volviera a mostrar un comportamiento al alza.
Según el documento, para 2023 el gasto en incentivos salariales del Sector Público experimentó un aumento de ¢20.302 millones, equivalente a una tasa de crecimiento del 0,9%, derivado principalmente de la dinámica de gasto del Presupuesto Nacional y de las municipalidades.
Dentro del Presupuesto Nacional, el mayor aumento nominal en anualidades está en el Ministerio de Educación Pública (MEP), con un incremento de ¢10.693 millones.
Para los gobiernos locales, el incremento por anualidades en el 2023 fue de ¢1.936 millones, lo que representó una tasa de crecimiento del 6,5% en comparación con el año anterior. En el caso de este sector, al estar exento de la regla fiscal, no se vio afectado por el congelamiento de este incentivo.
De forma contraria, se ha reducido el crecimiento del gasto en remuneraciones básicas desde 2019, después de la aprobación de la reforma fiscal aprobada en el gobierno anterior. El año pasado, el crecimiento fue de un 0,7%, muy lejos del 5,1% del 2018.
Según explica el documento del órgano fiscalizador, tanto la tasa de crecimiento de las remuneraciones básicas como la de los incentivos se ubicaron muy por debajo de las observadas hace 5 años.
“Al observar la tendencia de crecimiento de los componentes del gasto en remuneraciones del Sector Público, se evidencia que los incentivos salariales y las remuneraciones básicas han empezado a presentar tasas de crecimiento similares entre ellas al comparar el gasto efectuado al 31 de diciembre de 2023 con el 2022″, indicó la CGR.
El informe explicó que, desde 2022, la relación promedio para el sector público entre incentivos salariales y remuneraciones básicas es menor a uno; lo que implica que, para el 2023, por cada ¢1 millón que se devengaron en remuneraciones básicas, se gastaron ¢985.149 en incentivos salariales.
Esta relación es inferior al promedio de 1,06 del periodo 2016-2022, aunque la cifra supera al monto registrado en 2022, cuando por cada ¢1.000.000 que se devengó en remuneraciones básicas se gastaron ¢983.777 en incentivos.
A nivel de grupo institucional, solo en el caso de las instituciones descentralizadas no empresariales, que registraron un aumento del 1,16%, así como el Presupuesto Nacional, que incrementó un 1,10%, se evidenció que los incentivos estaban por encima del promedio del sector público.
Por otra parte, las instituciones públicas financieras fueron las que presentaron la relación más baja, que equivale a 0,38.