El gerente general del Banco de Costa Rica (BCR), Douglas Soto, advirtió de que “todo comentario que socave la confianza del banco, por parte del dueño, lesiona el valor de este” de cara a una eventual venta de la empresa estatal.
“Los eventuales compradores tendrán suspicacias evidentes de las impresiones subjetivas, hechas por el accionista absoluto del banco. La cifra es de difícil cuantía, pero es determinante en la valoración cualitativa que se realizará en el caso de aprobarse la ley”, alertó Soto en una respuesta enviada a la diputada María Marta Carballo, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Por ser un banco estatal, el accionista del BCR es el Consejo de Gobierno, dirigido por el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles. De hecho, el Consejo de Ministros funge como la junta de accionistas.
El 12 de setiembre, el presidente Chaves llenó de críticas al banco estatal al afirmar “que ha tenido problemas de gobernabilidad y corrupción enorme” y que no le está dando crédito a pequeñas y medianas empresas.El Gobierno propuso vender este activo para conseguir recursos que ayuden a atenuar la deuda pública.
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Douglas Soto apuntó que los comentarios que se puedan hacer, desde el propio dueño del BCR, lo destruyen “amedrentando a potenciales compradores y clientes de la institución”.
Así respondió el gerente general del BCR a consultas que la diputada Carballo envió a la Junta Directiva del BCR en torno a los riesgos de la potencial venta.
En el documento, el jerarca bancario afirmó que los indicadores de liquidez no se han deteriorado desde que el Gobierno anunció su intención de vender el banco.
No obstante, dijo que el avance de ese proyecto en la Asamblea y el mensaje hacia el país “podría generar mayores grados de incertidumbre generalizada en los clientes, que podrían detonar en posibles salidas de recursos”.
Adicionalmente, el gerente del Banco explicó que el riesgo reputacional derivado del anuncio de la venta podría azuzar el retiro de depósitos por parte de los ahorrantes.
También, advirtió de que, si ese retiro ocurriera de forma masiva, ello podría desestabilizar la estructura de fondeo de la entidad bancaria.
Entorno internacional
El gerente del BCR expuso que el anuncio de la venta encendió algunas alertas en la relación con bancos corresponsales internacionales, quienes son proveedores de fondos para efectos de transacciones comerciales y de contingencia, y que de manera prundencial limitarían el acceso a facilidades crediticias aprobadas.
Agregó que la potencial venta afectaría la liquidez y motivaría la eventual necesidad de liquidar posiciones de inversión que mantiene el BCR, lo cual precipitaría impactos en los precios de mercado de los activos financieros que se comercian en los distintos mercados.
Todo eso, explicó el gerente general del Banco, conllevaría a la materialización de pérdidas producto de la negociación que, a su vez, repercuten en la solidez patrimonial de la institución y su rentabilidad.
En cuanto al riesgo de crédito, Douglas Soto aseguró que la señal enviada por el anuncio de la intención de venta “podría significar un incentivo perverso para los deudores, para incumplir las obligaciones vigentes y deteriorar la calidad de la cartera de crédito, con efectos negativos sobre la rentabilidad y la suficiencia patrimonial”.
“Todos estos aspectos irían en detrimento de la valoración financiera de la entidad y en consecuencia de la viabilidad de obtener un precio de venta que refleje adecuadamente las fortalezas y ventajas competitivas que actualmente posee la institución”, consideró el gerente bancario.
La respuesta del gerente causó preocupación en la diputada Carballo, quien apuntó que le preocupa qué pasaría con las cargas parafiscales, pues solo en el 2021 la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) recibió ¢11.500 millones, la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape) ¢4.000 millones y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ¢2.300 millones, de parte del BCR
“¿De dónde va a salir este dinero si se vende el banco, los estudiantes que se financian con Conape, y ni qué decir el IVM?”, comentó.