Los mandatarios de los ocho países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) solo coincidieron en una de las 24 cumbres presidenciales desarrolladas desde 2010.
Además, el número de encuentros anuales de los jefes de Estado descendió a dos reuniones desde 2014, el mínimo establecido por los estatutos de fundación de la entidad.
Mientras que, a su vez, los representantes diplomáticos enviados por las naciones también ostentan un menor rango de decisión y representatividad dentro de sus gobiernos.
Esos datos compilados en el Informe del Estado de la Región 2021 sugieren un menor compromiso de los mandatarios con el proceso de integración de Centroamérica.
También, de acuerdo con la investigadora del estudio, Evelyn Villarreal, esos hechos ponen en evidencia los desencuentros políticos y diplomáticos entre algunos países miembros.
“Las crisis locales como el golpe de Estado en Honduras (2009), la caída del gobierno en Guatemala (2015) o las diferencias diplomáticas entre Costa Rica y Nicaragua (2010-2017) o El Salvador-Honduras con Nicaragua (2019-2020) han influido negativamente en la integración regional, particularmente en el vértice del SICA, que es la reunión presidencial”, manifestó Villarreal.
Según el informe, el único encuentro al que asistieron todos los jefes de Estado, en la última década, fue la cumbre celebrada en Tegucigalpa, Honduras, en 2012.
Se presentaron, en aquella ocasión, los entonces mandatarios de Costa Rica, Laura Chinchilla; Nicaragua, Daniel Ortega; Panamá, Ricardo Martinelli; Guatemala, Otto Pérez; Honduras, Porfirio Lobo; El Salvador, Mauricio Funes; y República Dominicana, Leonel Fernández; así como el primer ministro de Belice, Dean Barrow.
No obstante, el compromiso de los sucesores en el poder con el proceso de integración centroamericana cayó a un nivel tan bajo que, en una de las cumbres presidenciales de 2019, no acudió ni un solo mandatario al encuentro.
“En esa oportunidad, el propio secretario general (Vinicio Cerezo, expresidente de Guatemala) admitió que la región estaba pasando por una etapa difícil para el diálogo político”, señala el informe.
La última cumbre de jefes de Estado y representantes de los países miembros del SICA se celebró en junio pasado en Costa Rica. En ese encuentro también participó el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
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En esa ocasión solo participaron presencialmente los mandatarios de Costa Rica, Carlos Alvarado; Guatemala, Alejandro Giammattei; y Honduras, Juan Orlando Hernández. También acudió John Briceño, primer ministro de Belice.
Igual asistió Félix Ulloa Garay, vicepresidente de El Salvador; y los cancilleres de Panamá y República Dominicana, Erika Mouynes y Roberto Álvarez Gil, respectivamente.
Mientras que Nicaragua envió a su embajador en Costa Rica, Duilio Hernández, como su representante a la cumbre de presidentes centroamericanos.
Morosidad en el financiamiento
El director del Estado de la Región, Alberto Mora, afirmó que la falta de compromiso de los Estados también queda en evidencia cuando se analiza el financiamiento del Sistema.
Como lo señaló el informe en anteriores publicaciones, algunos países miembros se encuentran en morosidad con el pago de las cuotas que sostienen una parte de las operaciones de la entidad.
“El agotamiento político se debe fundamentalmente a la falta de compromiso de los Estados miembros en el proceso de integración (...) Las cuotas de los países cubren apenas la mitad del presupuesto ordinario del SICA. Además hay una persistente morosidad en el pago de las cuotas por parte de los Estados”, señaló Mora.
Ese desinterés persiste, sostuvo el investigador, pese a que el proceso de integración regional da evidencias de sus beneficios para las naciones en diversas áreas de desarrollo.
“Este insuficiente apoyo de los Estados a la integración coexiste con instituciones que muestran logros tangibles.
“Por ejemplo, mediante la compra conjunta de medicamentos, el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (Comisca) le permitió a los países ahorrar cerca de $90 millones durante 2011-2019, gracias al mejoramiento de los márgenes de negociación con los proveedores de medicamentos.
“Además, la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) ha generado normativa sanitaria, aduanera y de otra naturaleza para crear condiciones que facilitan el intercambio comercial entre los países, en algo que podría considerarse una zona de libre comercio”, afirmó Mora.
El informe también destaca el desarrollo del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (Siepac), que permite a las naciones vender sus excedentes de generación eléctrica, o comprar energía para satisfacer sus necesidades de consumo.
Asimismo, señala la mejora en los estándares de seguridad internacional del espacio aéreo de la mano de la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (Cocesna).
Todas esas entidades forman parte del Sistema de Integración Centroamericana.
Sin embargo, el estudio también advierte de serias deficiencias de la entidad regional, en especial con la rendición de cuentas y los parámetros para establecer metas institucionales, así como la identificación de las fuentes de financiamiento para sus proyectos.
“El informe concluye que reforzar la integración regional es un desafío pendiente, del cual los países pequeños y con economías abiertas, como los de Centroamérica y República Dominicana, se beneficiarían gracias a la articulación y coordinación para promover el desarrollo sostenible y el bienestar de la población”, puntualiza el Estado de la Región.