El Gobierno les advirtió a los diputados de que, si en los próximos 50 días no aprueban un crédito de $250 millones otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como apoyo presupuestario, el dinero podría perderse.
Así lo expuso el ministro de Hacienda, Elian Villegas, en una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Legislativa de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, la liberacionista Silvia Hernández.
Hacendarios es el foro donde se dictaminan los empréstitos internacionales antes de ser enviados al plenario para su votación en primer y segundo debate. No obstante, si esta comisión emite un único criterio negativo, los créditos no llegan al plenario.
Villegas envió la carta el 5 de noviembre, un día después de que, por unanimidad, Hacendarios rechazó otro crédito de $245 millones, también del BID, porque el Gobierno no pudo explicar la forma en que lo usaría.
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En la misiva, el jerarca explica que el empréstito se firmó con el Banco Interamericano el pasado 10 de julio, bajo la modalidad de Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL, por sus siglas en inglés).
Tiene un plazo de siete años, tres de gracia y una tasa de interés anual estimada en 3,26%.
Villegas subrayó que, al ser un acuerdo especial, requerido para atención a la pandemia y con miras a garantizar la estabilidad fiscal de Costa Rica, el ofrecimiento del crédito tiene una vigencia de 180 días para su entrada en vigencia.
Ese plazo expira el próximo 6 de enero, es decir, en 50 días.
Si la Asamblea Legislativa no lo aprueba en lo que resta de ese tiempo, el tiempo de vigencia del convenio no se amplía, se disuelve automáticamente y el Gobierno perdería el financiamiento, expuso el ministro.
Ante ese riesgo, el titular pidió a la comisión una pronta discusión para cumplir con el plazo establecido en el contrato N°5054/OC-CR "y así poder hacer uso de los recursos contribuyendo a mitigar los efectos adversos de la pandemia, a la recuperación económica y apoyar las acciones encaminadas a lograr la sostenibilidad fiscal a corto y mediano plazo”.
Villegas adelanta que la aprobación de esos recursos será prioridad del Gobierno a partir del 1° de diciembre, cuando inicia el periodo de sesiones extraordinarias en el Congreso, en que la agenda la coordina el Poder Ejecutivo.
La misiva también la firman el viceministro de Egresos, Issac Castro; y Melvin Quirós, subdirector de Crédito Público.
El préstamo es de apoyo presupuestario y se incorporarían al plan de gastos 2020. Eso implica que los recursos son de libre disponibilidad para apoyar el plan de gastos del Gobierno Central ya aprobado por los diputados.
Para terminar de financiar los gastos del 2020, al Gobierno todavía le faltan unos ¢450.000 millones que, en principio, obtendría mediante bonos de deuda interna.
El ministro dijo a La Nación que no se trata de deuda nueva: “En vez de endeudarnos internamente, lo hacemos con un multilateral a un plazo largo y mejor tasa de interés”.
El aval del financiamiento, por parte del BID, estaba ligado a la aprobación por parte de los diputados del crédito rápido de $521 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual ocurrió a finales de agosto.
El proyecto de préstamo, que se tramita en la Asamblea Legislativa bajo el expediente 21.131, ingresó a esa corriente el pasado 6 de agosto.
Dos semanas después, pasó a la comisión de Hacendarios, donde se encuentra en la posición 52 de la agenda.
El proyecto de empréstito asevera que los $250 millones servirían para reanudar el proceso de consolidación fiscal del Gobierno, entre 2021-2024.
El Gobierno espera que, para el 2024, logre un superávit primario del 2,2% del producto interno bruto (PIB) que permita variar la trayectoria de la deuda pública, la cual superaría al final de este año el 70% de la producción y el año entrante el 80%.
La idea del Gobierno es bajar la deuda a un 50% del PIB en el 2034.