El gobierno de Rodrigo Chaves descartó, finalmente, el nombramiento de un embajador costarricense en Nicaragua, luego de analizar a profundidad lo hecho por el régimen de Daniel Ortega, al expulsar la representación de la Organización de Estados Americanos (OEA) de ese país. Así lo confirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Arnoldo André, el miércoles 15 de junio a los diputados de la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior de la Asamblea Legislativa.
La explicación se dio a raíz de las consultas de varios legisladores, entre ellos José Pablo Sibaja, de Nueva República, a quien André respondió que hubo que analizar dos posiciones sobre la política diplomática respecto al país vecino.
Esas dos tesis, enfatizó el canciller, eran, primero, que Costa Rica necesita una embajada fuerte, con un embajador que defienda los intereses de este país en suelo nicaragüense y sirva, a la vez, como fuente de inteligencia sobre lo que suceda allí. La otra tesis es que Costa Rica jamás puede nombrar a un nuevo embajador y legitimar, de alguna forma, lo que sucede bajo el régimen de Daniel Ortega.
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Al final prevaleció esta segunda tesis, dijo el canciller André, precisamente a la luz de las actuaciones de Ortega a finales de abril, cuando expulsaron a los representantes de la OEA de suelo nicaragüense y, además, se retiró definitivamente de dicho organismo multilateral. “Esto inclinó la balanza a dejar las cosas como están”, indicó.
A principios de abril, en su primera conferencia como presidente electo, Chaves dijo que sí nombraría a un embajador en el cargo que lleva cuatro años vacante, en la sede de Managua. A finales de abril, el entonces mandatario electo se desdijo y, además, alegó que nunca dijo que nombraría embajador en suelo nicaragüense.
El jerarca de la Cancillería enfatizó que, por el momento, Costa Rica mantendrá un encargado de Negocios, por la importancia que representa para el país la relación histórica con Nicaragua, y porque el comercio y el tránsito de mercancías por la frontera norte es fundamental para la economía costarricense.
“Esta es una relación pragmática y realista. Es una relación a nivel técnico fluida y respetuosa, en diversas materias: salud, seguridad y migración”, dijo.
Permiso de Nicaragua a tropas rusas
El canciller Arnoldo André Tinoco también relató a los diputados las primeras acciones diplomáticas de Costa Rica, ante la decisión del Gobierno de Daniel Ortega de permitir el eventual ingreso de tropas rusas a Nicaragua.
Según contó a los congresistas, se enteraron justamente de esa noticia minutos antes de que la delegación nacional se reuniera con autoridades internacionales, en el marco de la Cumbre de las Américas, que se celebró en Los Ángeles, Estados Unidos.
“El jueves 7 de junio, minutos antes de la reunión del presidente Rodrigo Chaves y mi persona con don Luis Almagro, secretario general de la OEA, entró la noticia de la autorización, del decreto del Gobierno de Nicaragua, autorizando el ingreso de tropas rusas y de otras nacionalidades.
“Esa noticia nos sorprendió y alertó. Investigando, (nos enteramos de que) es la reiteración de una autorización periódica que se hace semestralmente en Nicaragua. Pero la hacen justamente en el momento que la Cumbre de las Américas está teniendo reuniones. Creemos que para llamar la atención del hemisferio por cuanto ni Nicaragua, ni Cuba, ni Venezuela habían sido invitadas a la cumbre”, señaló André.
El canciller agregó: “Esa noticia la comenté personalmente con el secretario Luis Almagro, luego con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que también estaba ahí, y con personeros del Ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos” dijo el jerarca.
Según aseguró Arnoldo André a los congresistas, las autoridades internacionales dieron absoluto apoyo a Costa Rica.
“Todos nos aseguraron verbalmente su sorpresa y el apoyo incondicional a Costa Rica en caso de que esto pudiese escalar, cosa que no deseamos. En Cancillería estamos alistando todo lo correspondiente para estar alertas a cualquier violación potencial que haya de la soberanía nacional”, finalizó el canciller.
André también aseguró que prepara una reunión con el embajador de la Federación Rusa en Costa Rica, Yury Bedzhanyan, para abordar ese tema. Asimismo, el canciller costarricense aseguró que les interesa conocer los argumentos y las razones de esa nación para mantener las operaciones militares en Ucrania.
El pasado 24 de febrero, bajo la administración de Carlos Alvarado, Costa Rica condenó el ataque militar de Rusia a Ucrania. “Las hostilidades deben cesar de inmediato y debe asegurarse la protección de los civiles en el terreno”, reclamó en aquel momento la Cancillería.
Relación con Venezuela, en observación
Ante consultas de los diputados, Arnoldo André Tinoco también se refirió a la posición de la presente administración sobre Venezuela. Antes de asumir el cargo, el canciller había manifestado que el Gobierno evaluaría el posible reconocimiento de Nicolás Maduro como presidente de ese país, y no de Juan Guaidó.
“Cuando yo manifesté en la prensa que estábamos evaluando la situación de Venezuela, era sencillamente diciendo que Cancillería estaba constantemente evaluando ese tipo de relaciones para ver cómo se desarrollan. No hemos cambiado de política aún”, justificó André.
En mayo del 2018, la administración del presidente Carlos Alvarado desconoció la legitimidad de los comicios mediante los cuales Maduro se reeligió hasta el 2025. Él ejerce el poder desde el 2013.
La posición de Costa Rica es que el proceso electoral tuvo “falencias desde su génesis y no cumplió con los estándares internacionales de un proceso pluralista, libre, democrático y transparente”.
En consecuencia, en enero del 2019, el gobierno de Alvarado reconoció a Juan Guaidó, político opositor al régimen de Nicolás Maduro y jefe del parlamento venezolano, como el presidente de Venezuela.
André insistió en que esa posición aún no ha variado, pero reconoció que esa relación está en observación. En todo caso, afirmó el canciller costarricense, un cambio de política dependería de una decisión por parte de la mayoría de países del hemisferio.
“Estamos observando qué sucede en la OEA; hay un grupo de contacto analizando el asunto, y como me dijo don Luis Almagro, yo no puedo, dentro de 20 años, seguir diciendo que Juan Guaidó representa a Venezuela.
“La percepción mía es que hay una revaluación de la situación a nivel hemisférico. Nosotros vamos a observarla con nuestro embajador en la OEA para que la decisión sea hemisférica”, sentenció el canciller.