El Gobierno evalúa aumentar el IVA en un punto porcentual o gravar las transacciones bancarias para completar el componente de nuevos ingresos, por un 0,8% del PIB, en la propuesta de ajuste fiscal que el país negociará con el FMI a partir de enero.
Así lo declaró Luis Fernando Chacón, jefe de fracción del PLN, y lo confirmó el ministro de Hacienda, Elian Villegas.
Según Chacón, estas opciones se las planteó el presidente Carlos Alvarado a los jefes de las bancadas legislativas durante una reunión sostenida el 3 de diciembre, en Casa Presidencial.
“En el tema de ingresos, el presidente ha indicado que le falta 0,6% del PIB (producto interno bruto) de un 0,8% del PIB que pretenden alcanzar. Tiene resuelto un 0,2% con ingresos por el impuesto a los premios de lotería superiores a los ¢225.000″.
“Ese 0,6% representa unos ¢200.000 millones. El presidente ha anunciado que está valorando la idea de aumentar 1% del IVA o meterle a las transacciones financieras, que ya lo había propuesto, o buscar una alternativa que él no la tiene clara en este momento”, aseveró el liberacionista.
Un 0,6% del PIB del 2021 equivale a ¢218.000 millones.
El ministro de Hacienda confirmó la evaluación de esas dos medidas, pero agregó que hay más posibilidades sobre la mesa.
“Esas dos y otras cuatro medidas adicionales también se están revisando. Además, aparecieron otras dos medidas. Es decir, eso es parte de un menú que se está en proceso de revisión, del cual se va a extraer probablemente una sola medida para completar ese 0,6%.
“Eso no implica que se vaya a adoptar per se una de esas medidas, sino que están en valoración”, afirmó.
Al consultársele cuáles son las otras seis medidas, prefirió no revelarlas hasta que exista una definición sobre el tema.
Actualmente, la tasa del impuesto al valor agregado (IVA) es de un 13%, salvo excepciones. Por ejemplo, para las medicinas el tributo es de un 2%, para los bienes de la canasta básica de un 1% y, para los servicios de educación, de un 0%.
Entre enero y octubre de este año, el IVA recaudó ¢1.246.200 millones, lo que implicó una caída de unos ¢80.000 millones en comparación con el mismo periodo del año pasado.
En cuanto al impuesto a las transacciones bancarias, conocido como Tasa Tobin, el Gobierno ya había propuesto este gravamen en la primera propuesta para el FMI que planteó en setiembre, la cual fue retirada en octubre después por las críticas que recibió al estar recostada sobre nuevos impuestos.
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En aquella ocasión, el Ejecutivo planteó un impuesto de un 0,3% a cualquier tipo de transacción bancaria en los primeros dos años del tributo, y un 0,2% en los dos años siguientes.
Hacienda se planteaba, con esa medida, recaudar ¢3,65 billones (millones de millones) en los 4 años del plan.
El 10 de diciembre, una semana después de la reunión de los jefes de bancada con el mandatario, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, expuso a los diputados las cifras generales de la nueva propuesta de ajuste para equilibrar las finanzas públicas y negociar un financiamiento de $1.750 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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El plan incluye medidas para disminuir el desbalance de las finanzas públicas en un monto equivalente a un 3% del producto interno bruto (PIB).
Recortar plazas de quienes se jubilen
Un 0,5% provendría de la eliminación de exoneraciones, un 0,2% de aportes de empresas estatales, un 0,8% de nuevos ingresos (donde ya se planteó impuesto a premios de lotería y renta global), y un 1,5% en reducción de gasto.
En la parte de recorte al gasto, el jefe del PLN dijo que, además de la reforma al empleo público, el Ejecutivo evalúa la eliminación de plazas de las personas que se vayan jubilando.
“Ellos están hablando, por ejemplo, de una serie de plazas que no estarían siendo reutilizadas y que no serían renovadas. Están valorando de gente que se está pensionando para eliminar esas plazas, lo cual impacta directamente en la presupuestación de salarios, pero impacta también en el pago de aguinaldos y salario escolar”, subrayó el verdiblanco.
Al respecto, el ministro de Hacienda afirmó: “Parte de lo que se está planteando es el tema del congelamiento propiamente del incremento de la planilla que, además, por una disposición presupuestaria el 2021 ya está prácticamente dado. Lo que haría es extender eso para los siguientes tres años, pero sí es una de las medidas que se valoran para cumplir regla fiscal”.
Sobre la dinámica de las eventuales negociaciones con el FMI, Chacón le sugirió al Gobierno tener un plan B.
“El Poder Ejecutivo no puede ir con una fórmula exacta, rígida, porque si hay parte que no va a ser probada en la Asamblea Legislativa él debe tener un plan B”, puntualizó.