San José
El Gobierno explora la opción de endeudarse en el exterior para hacerle frente a sus gastos, previendo la posibilidad de que se restrinjan los recursos disponibles en el país.
Aunque le pueda resultar más caro en el pago de intereses, el Ejecutivo trabaja en un proyecto de ley para que el Congreso le permita hacer una colocación de bonos de deuda externa no por un monto específico, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, sino sobre un porcentaje de la deuda pública.
Así lo informó el viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez, quien precisó que lo ideal sería que la Asamblea Legislativa apruebe primero una reforma en los impuestos de ventas y renta, que permita subir los ingresos del Gobierno central y paliar el déficit fiscal que alcanzó un 5,2% del PIB.
El anuncio se da en momentos en que la deuda pública equivale al 45% del producto interno bruto (PIB) y se estima que sobrepasará el 60% en el 2021.
Este jueves, de hecho, trascendió que el Ministerio de Hacienda colocará ¢950.000 millones en bonos en el mercado interno durante el primer semestre del 2018.
El Gobierno no requiere permiso del Congreso para endeudarse dentro del país, pero sí para hacerlo afuera.
El problema es que, en los próximos meses, el Ejecutivo tendrá que hacer fuertes desembolsos para devolver a los acreedores internos el dinero de bonos que están por vencer.
Este año, deberá pagar casi ¢577.000 millones; habría sido el doble de no ser porque se logró renegociar un monto similar para extender los plazos de las operaciones. Sin embargo, en el 2018, el Gobierno deberá hacerles frente a vencimientos de deuda por otros ¢1,2 billones. Los principales acreedores son operadoras de pensiones, instituciones públicas y bancos, entre otros.
En febrero pasado, Hacienda informó de que intentaría otra negociación. Empero, reconoció que es una tarea difícil debido al aumento en el endeudamiento del Gobierno Central, incapaz de hacerle frente a sus gastos únicamente con los recursos que recauda por la vía de los impuestos. De ahí, que se explore la vía externa.
"Si bien manejamos esa opción, sería para aplicar después de que se dé la solución al problema fiscal o en el caso de que haya mucha restricción de liquidez, pero entendiendo que podría significar un costo más alto", dijo el viceministro sobre el proyecto que se presentaría a los diputados.
Primero, adelantó Rodríguez, Hacienda tanteará el panorama político para determinar si una propuesta de ese tipo tendría respaldo en la Asamblea.
Al mismo tiempo, el Ministerio hará números para determinar qué tan caro le resultaría al Estado endeudarse en el exterior, debido a que la calificación de la deuda costarricense cayó en el último año y, en consecuencia, las tasas de interés que se pagarían serían más altas.
"Estamos pensando en eso como una solución en el largo plazo, lo que pasa es que al disminuir la calificación de riesgo del país, ir al exterior a pedir plata se va a hacer más caro, entonces hay que empezar a sopesar si tiene sentido ir a colocar afuera a tasas muy altas", declaró el funcionario.
El otro escenario es el de que "tengamos mucha estrechez de liquidez de recursos disponibles en el país". No obstante, Rodríguez insistió en que, al haberse disminuido la calificación de Costa Rica y al estar expuestos a que a principios del año entrante el país sufra otra rebaja en la calificación, se complica la búsqueda de fondos en el exterior.
"Nos estamos acercando a un segmento de riesgo tipo especulativo", sostuvo.
En el caso de que el Gobierno no busque fondos en el exterior, sino que los capte todos internamente, el propio Ejecutivo y algunos expertos prevén que las personas y empresas sufrirían un alza de las tasas de interés que pagan por sus créditos, así como una disminución del dinero disponible para girar más préstamos.
Fernando Rodríguez dijo que todavía están en evaluación los detalles respecto de esa alternativa de la deuda externa. "En las próximas semanas tendremos alguna luz sobre eso, porque hay que plantearse también si habría viabilidad política para plantearlo", comentó.
La última vez que Hacienda emitió bonos de deuda pública en el exterior fue en el 2012, cuando los diputados le aprobaron un máximo de $4.000 millones. Entonces, el Gobierno recibió el visto bueno para emitir un máximo de $1.000 millones anuales.
El ritmo de las emisiones le permitió a la actual administración gozar de los últimos $1.000 millones colocados en el 2014 en el exterior; Hacienda informó en ese momento que los recursos le ayudaron para bajar la captación en el mercado interno y así evitar un alza en las tasas de interés.
Guillermo Zúñiga, quien fue ministro de Hacienda durante el segundo gobierno de Óscar Arias (2006-2010), ve menos pros que contras en esta opción: "Es una iniciativa que va a tener que pasar por el Congreso para empezar y esto va a requerir un proyecto de ley que va a tomar tiempo, sobre todo si la figura, los términos y condiciones, el concepto, el porcentaje sobre la deuda que se pide emitir no están definidos todavía. La viabilidad política de pasar esto, va a depender del instrumento específico que se utilice. Hoy eso es una incógnita", consideró.
Hay otro elemento que vuelve más volátil la posibilidad de una nueva emisión de deuda extera, según Zúñiga, y es que en el mercado internacional las tasas de interés tienden al alza por las políticas que echó a andar la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Al hacer balance el exministro identifica, entonces, pros y contras de una nueva emisión de deuda externa: "Hoy la situación del endeudamiento nacional es muy distinta a la del pasado, pues ya estamos en umbrales muy altos y, si bien una nueva emisión de este tipo puede darle liquidez a Hacienda, lo cierto es que estaríamos, una vez más, pateando la bola para adelante", lamentó.
Edgar Ayales, quien ocupó la cartera de Hacienda durante el gobierno de Laura Chinchilla (2011-2014), dijo que si bien una nueva emisión de bonos en el exterior no sea la mejor solución, podría ser la única en el panorama actual.
"La mejor solución pasa por aplicar una política hacendaria que contenga el gasto y que eleve la recaudación. El problema no es conseguir la plata, el problema es que, de por sí, el pago de la deuda tanto interna como externa es el renglón del Presupuesto del Gobierno Central que más crece y esto genera una presión presupuestaria muy importante", alertó.
Ayales dijo que Hacienda debería analizar con lupa qué tanto ganaría con una emisión de este tipo pues serán las calificadoras de riesgo internacionales las que decidirán qué porcentaje de interés deberá pagar el país a sus acreedores.
"Dependiendo de esa decisión, como la calificación del riesgo soberano tiene tendencia a la baja, el pago podría ser igual o superior al que estamos haciendo por la deuda interna y el problema es que a hoy nadie sabe cuánto tendríamos que pagar en el exterior", remarcó.
Tres candidatos califican la propuesta como urgente y tres como una irresponsabilidad
A la hora de solicitarles un criterio a los candidatos presidenciales que disputarán el poder en las elecciones presidenciales del 4 de febrero del 2018 las opiniones también se dividen.
Antonio Álvarez, aspirante de Liberación Nacional (PLN), Carlos Alvarado, de Acción Ciudadana (PAC) y Edgardo Araya, del Frente Amplio (FA), consideraron que el Congreso al menos no debería cerrarle la puerta a la discusión sobre aumentar el endeudamiento en el exterior.
Por el contrario, Rodolfo Piza, candidato de la Unidad Social Cristiana (PUSC), Juan Diego Castro, del Partido Integración Nacional (PIN), y Rodolfo Hernández, candidato del Republicano Social Cristiano, condenaron las intenciones del Ministerio de Hacienda.
El liberacionista consideró como "inevitable" una nueva emisión de deuda externa, aunque no cree que sea lo idóneo para la economía costarricense.
"El gobierno tiene que buscar alternativas para tener una solución que nos permita hacer los pagos que se tienen que hacer el año entrante. No me limitaría únicamente a buscar ese camino, sino a buscar uno que combine el control del gasto y la mejora en algunos impuestos, pero creo que es inevitable tener que llegar a una emisión porque no veo otra solución en el corto plazo", manifestó.
Álvarez agregó que considera mucho más "realista" que Hacienda plantee un proyecto de emisión de deuda externa que corresponda a un porcentaje de la deuda nacional que la del pasado, en la que se fijó la cifra de la emisión.
Por su parte, Edgardo Araya afirmó que el FA estaría en anuencia de discutir los términos de una nueva emisión de deuda externa ante la urgencia del Gobierno por contar con más dinero.
"Esperaríamos una propuesta más concreta pero de entrada no estaríamos rechazándola, porque hay una realidad y es que los números que nos sigue dando Hacienda son alarmantes. Como Gobierno, si veo que no caminan las opciones, yo no me puedo cruzar de brazos. Tengo que buscar alternativas, no me puedo sentar a esperar a que simplemente se caiga todo, estaríamos abiertos a analizar la propuesta", adelantó.
Lo mismo opinó el candidato del PAC, Carlos Alvarado, quien dijo que le parece positivo darle opciones a Hacienda, dada la situación fiscal.
Pero el socialcristiano Rodolfo Piza consideró como una irresponsabilidad la alternativa. "Sería irresponsable autorizar este tipo de colocaciones pues solo serviría para seguir financiando gasto corriente y daría la sensación de que no hay consecuencias de hacerlo", afirmó, y pidió a los diputados aprobar, en lugar de más endeudamiento, un proyecto de ley que propone una reforma a la Constitución Política para garantizar la estabilidad económica y presupuestaria al ponerle límite al crecimiento del déficit fiscal.
Juan Diego Castro dijo que nunca optaría por emitir más deuda para financiar el gaso del Gobierno, porque ese es, en sí mismo, el problema.
"Las formas de financiar el déficit, cuando estemos gobernando, se verán según las condiciones macroeconómicas a nivel nacional e internacional. Nos parece irresponsable que este Gobierno siga gastando sin límites y, en muchos casos, de manera improductiva, como por ejemplo con la propaganda política y los viajes al exterior", contestó.
Rodolfo Hernández recalcó que solo estaría a favor de aumentar el endeudamiento en el exterior si este se utilizara para financiar proyectos como los de infraestructura pública.
"Así creamos fuentes de trabajo, pero endeudarnos para pagar deudas o para pagar salarios es aumentar el déficit fiscal, el desequilibrio fiscal que tiene Costa Rica y es agravar el problema. Deben proponer otras formas de contención del gasto, el gobierno no ha mostrado ninguna intención de disminuir los gastos y, más bien, ha superado en mucho del presupuesto del Gobierno central hasta en un 17% sin estar creciendo la economía", afirmó.