El Gobierno de la República buscará presionar nuevamente para descongelar las plazas vacantes en el Estado, al proponer que se eliminen las normas presupuestarias que los últimos años han vigilado, vía ley de Presupuesto, el gasto público.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, reconoció que se planteó la eliminación de las normas presupuestarias que actualmente obligan a la administración pública a cerrar las plazas que se liberen por renuncia o jubilación de sus ocupantes.
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El jerarca justificó su planteamiento con un ejemplo de la cartera que dirige, donde dijo que tiene un faltante de 250 funcionarios por las normas que los han obligado a congelar y cerrar plazas.
Acosta enfatizó que el Presupuesto Nacional para el 2023, por ¢12,6 billones, presentado este jueves no trae esas normas presupuestarias y que siempre las incluyen los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios.
En media conferencia sobre la presentación del plan de gastos para el ejercicio económico 2023, e inmediatamente lo mencionado por el ministro de Hacienda, la presidenta de Hacendarios, la liberacionista Paulina Ramírez, aseguró que van a revisar dichas normas.
No obstante, refutó a Acosta en cuanto a que dichas normas tienen como objetivo crear disciplina fiscal y que haya un mayor control del gasto. “En un momento en que hay crisis y falta de sostenibilidad fiscal es necesario contar con normas de ese tipo”, enfatizó la congresista verdiblanca.
“El Estado presta otros servicios y eso es lo que se debería estar analizando”, agregó Ramírez, quien reclamó que este 2022 ha habido numerosos presupuestos extraordinarios que reflejan falta de planificación, pero “si las proyecciones son adecuadas, no debería haber tantos”.
Cuestionamientos
El ministro Acosta también cuestionó el ahorro que realmente se da por esas normas que amarran el gasto público y dudó que el Gobierno necesite la rigidez que le imponen los diputados de tener que ir al Congreso cada vez que necesiten hacer una modificación presupuestaria entre programas.
“¿Cómo puedo hacer más fiscalizaciones, cómo puedo nombrar más gente en la Policía de Control Fiscal, hacer más gestión con cada vez menos gente? Cada persona que se jubila, se congela la plaza, si yo no puedo llenar antes de julio, se congela y tengo que sacarlas del presupuesto.
“La pregunta es: ¿el Estado tiene que funcionar? Por supuesto. ¿Tiene que controlar el gasto? Por supuesto, pero no artificialmente, recortando plazas de manera indiscriminada. Se tuvieron que devolver con el tema de policías y maestros”, acotó.
Acosta también dijo que el Ministerio de Salud tiene faltante de personal, lo mismo que Hacienda, porque ¿cómo se van a cobrar más los impuestos y prestar los servicios?, alegó el jerarca.
Ya Hacienda había dirigido un esfuerzo similar en junio pasado, cuando intentó en un presupuesto extraordinario eliminar esa norma que ordena congelar las plazas vacantes en el Ejecutivo y que, a la vez, ordena suprimir la totalidad del contenido presupuestario de esos puestos.
Esa norma también impide que se puedan crear plazas nuevas en los ministerios sin que haya una autorización previa de la Autoridad Presupuestaria de Hacienda. No obstante, los diputados de Hacendarios rechazaron esa pretensión, en ese momento.
En el 2020, una norma similar generó un ahorro de ¢5.000 millones, al eliminarse 2.200 plazas, mientras que en el 2021 ese ahorro ascendió a ¢9.300 millones, pero con problemas en el Ministerio de Educación para sustituir docentes jubilados.