Para el 2021, el Gobierno prevé una mínima recuperación en los ingresos procedentes del impuesto de renta, el cual recae sobre las ganancias de las empresas y personas, y sobre los salarios superiores a ¢840.000.
Así lo publicó este martes la Contraloría General de la República (CGR) en un análisis del Presupuesto de la República presentado al Congreso para el próximo año.
El Presupuesto explica que, en el 2020, los ingresos tributarios cayeron en poco más de un 17% en comparación con el 2019.
Lo anterior significa que la recaudación total caerá de ¢4,76 billones a ¢3,93 billones.
Para el 2021, habría una recuperación promedio de casi un 16%. Lo recaudado por impuestos subiría a ¢4,56 billones. Este monto sería mayor que el del 2020, pero aún estaría por debajo del dinero obtenido por Hacienda en el 2019.
Sin embargo, en el caso del impuesto sobre la renta, el rebote estará muy por debajo del promedio.
La recaudación por este tributo se recuperaría en apenas un 3,7%, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Hacienda.
Con ello, el impuesto de renta dejaría de ser el que más recursos le genere al Gobierno. Sería superado por el impuesto sobre el valor agregado (IVA), para el cual se estima una recuperación del 24%.
La recaudación del impuesto de renta pasaría de ¢1,57 billones a ¢1,62 billones, mientras que la del IVA de ¢1,35 billones a ¢1,68 billones, entre el 2020 y el 2021.
No obstante, la Contraloría advierte que, tal como sostiene el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cumplimiento tributario tiende a disminuir durante una desaceleración económica, "por lo que existe el riesgo de que el cumplimiento tributario pueda tender a debilitarse en épocas como la presente, erosionando así las cargas fiscales”.
Añade que, con la reforma fiscal del 2018, los ingresos tributarios mostraban una tendencia positiva antes de que se iniciaran las restricciones sanitarias por la emergencia de la covid-19. En febrero, el impuesto sobre la renta crecía a un 10,4%, según la variación de la serie acumulada a 12 meses.
Para julio, ese crecimiento había bajado a 5,5%.
El informe señala que la pandemia obligó a Hacienda “a revisar la proyección de ingresos tributarios a la baja: la Ley de Presupuesto de 2020 incluía un total de ¢5.090.369 millones por concepto de ingresos tributarios, y con la revisión, dicha cifra apenas alcanzaría los ¢3.933.932 millones para el ejercicio económico de 2020”.
Para el 2021, la recuperación más grande la tendría el impuesto selectivo de consumo, con un 40,3%, seguido por los derechos arancelarios de importación (30%) y el impuesto único a los combustibles (25%).
El que tendría la menor recuperación es el impuesto sobre la propiedad de vehículos, que se cobra en el marchamo, con solo un 1,2%.
Todos estos gravámenes concentrarán el 93,3% de los ingresos tributarios de Hacienda.
Solo el IVA y renta representan más del 72% de la recaudación
De ellos, el mayor peso lo tendrá el IVA, pues representará un 36,9% de los ingresos totales. Una importancia similar tendrá el impuesto de renta, que significará un 35,63%.
En tercer lugar, está el impuesto sobre los combustibles, que representa un 11%. El impuesto sobre la propiedad de vehículos recaudara un 3,7% del total y el selectivo de consumo, un 3,3%.
Según el Banco Central, el crecimiento económico del 2021 alcanzará el 4%, en contraste con la caída del 5% esperada para este año.
“Dos factores intervienen en esta recuperación esperada de los ingresos: por un lado, a las mejores perspectivas de la economía para 2021 según estimaciones del Banco Central de Costa Rica, y por otro, a la incorporación de los órganos desconcentrados al Presupuesto de la República, según lo estipulado en la Ley Nº 9.524″, dice el reporte de la CGR.
Dicha legislación, llamada Ley de Fortalecimiento del Control Presupuestario de los Órganos Desconcentrados de Gobierno Central, estipula que, a partir del 2021, “todos los presupuestos de los órganos desconcentrados de la Administración Central serán incorporados al Presupuesto Nacional para su discusión y aprobación por parte de la Asamblea Legislativa”.
Con esta normativa, se incorporarán ¢503.853 millones (1,4% del PIB) de ingresos corrientes asociados a órganos desconcentrados.
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En cuanto a contribuciones sociales, Hacienda presupuestó ¢447.806 millones, un considerable aumento de ¢369.936 millones respecto al plan de gastos del 2020. Esto obedece, en buena parte, a la inclusión de los recursos del Fondo de Desarrollo Social y de Asignaciones Familiares (Fodesaf).
Por otra parte, los ingresos no tributarios crecerían en ¢75.520 millones, gracias a la incorporación de los recursos por concepto a áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) por ¢10.271 millones, y dinero del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) por concepto de otros servicios financieros y de seguros por ¢16.930 millones, así como ¢14.258 millones por multas de tránsito.
Asimismo, las transferencias corrientes se redujeron de ¢240.818 millones a ¢17.411 millones, también producto de la Ley 9.524, pues los órganos desconcentrados que requerían esas transferencias ahora forman parte integrante del Presupuesto de la República.
La CGR concluye en su informe que estas proyecciones están sujetas a la incertidumbre del comportamiento económico del país, propiciada por un aumento de casos de covid-19 y la aprobación de nuevas leyes que afecten los ingresos del Gobierno.