El ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, anunció este jueves que el gobierno propondrá la creación de un impuesto solidario a los salarios privados y públicos para ayudar a financiar un plan de apoyo a quienes perdieron sus empleos por la emergencia del coronavirus.
El tributo no aplicaría para las personas que hayan sufrido reducciones de sus jornadas laborales.
Según Chaves, el impuesto se empezaría a cobrar a los sueldos de ¢500.000 en adelante con un 5% de aporte y aumentaría conforme más alto sea el salario hasta un 25%, añadió la ministra de Planificación, Pilar Garrido.
Ella agregó que el gravamen también recaería sobre las rentas corporativas. Añadió que los rangos de cobro se están calibrando. “Sí, es una medida dura, pero también necesitamos garantizar suficientes recursos para la emergencia”, dijo.
No obstante, después el presidente Carlos Alvarado negó en Twitter que vayan a cobrar impuesto solidario a salarios de ¢500.000. “Convocaremos lo que de manera solidaria, justa y sostenible dé alivio a la población”, dijo.
Otra fuente de financiamiento consistiría en mantener el precio actual de los combustibles, en momentos en que estos tienden a la baja por causa de la pandemia, con el objetivo de que el gobierno se deje la diferencia.
La idea es financiar un primer presupuesto extraordinario de ¢360.000 millones para aliviar las finanzas de los afectados.
Una tercera fuente de financiamiento es el redireccionamiento de ¢100.000 millones de gastos del Poder Ejecutivo. Se trata de partidas que no se están usando, como las de viajes y otras.
Condiciones del impuesto
Sobre el impuesto solidario a los salarios, el ministro afirmó que se cobraría “a quienes todavía mantengan el trabajo, independientemente, de en qué sector de la economía trabajen”.
“Esto es los que mantenemos la fortuna de mantener el trabajo; colaborar un poquito para ayudar a los que lo han perdido y los que lo van a perder.
"El impuesto no es para todos. Es para los que tengan, primero, trabajo. El impuesto se va a pagar siempre y cuando la persona mantenga su trabajo; que no haya sido despedido, que no haya sido una persona a la que le han bajado las jornadas independientemente del sector, público o privado.
“Todos los que tenemos la bendición de mantener el trabajo vamos a contribuir. Esa es la propuesta. No va a ser para la gente de ingresos bajos. Va a empezar en más o menos con una contribución muy pequeña para los que ganen ¢500.000 o más, un 5% y, de ahí, va ir subiendo conforme la gente gane más, donde los que ganen ¢4,3 millones o más van a hacer una contribución mayor, por lo menos por el tiempo que sea necesario”.
El Gobierno no presentará ningún proyecto que ponga impuestos a salarios de 500 mil colones.
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) March 26, 2020
El plan Proteger es para cuidar a las personas que perdieron empleo o bajaron sus ingresos.
Convocaremos lo que de manera solidaria, justa y sostenible dé alivio a la población.
Sobre combustibles
En el tema de combustibles, chaves explicó que la idea es aprovechar la reducción de los precios del petróleo para que, parte de esa reducción del precio, se dedique al plan de alivio.
La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) ha solicitado dos rebajas consecutivas en los combustibles, con lo cual los precios de las gasolinas regresan al nivel que tenían hace un año y el del diésel, más bien, está todavía más bajo.
Los precios del petróleo se hundieron por causa de la crisis del coronavirus. A principios de marzo, el precio del barril cayó un 25% en Nueva York y un 24% en Londres.
Arabia Saudita aplicó el mayor recorte en sus precios en 20 años. El barril de Arabian Light bajó a un precio, sin precedentes, de $10,25.
Las etapas
El titular de Hacienda explicó a la prensa, en la Asamblea Legislativa, que la idea del gobierno es atender la emergencia por etapas.
Una primera etapa es el plan Proteger, que consiste en conseguir la aprobación del Congreso para destinar ¢1 billón a la emergencia. “Lo estamos haciendo, acumulando la liquidez”, dijo Chaves.
Para ello, la idea es recurrir a dos préstamos de bancos internacionales, a los superávits de instituciones públicas y a una emisión de bonos del Instituto Nacional de Seguros (INS). Este plan equivale a más de un 3% del PIB.
La segunda etapa es destinar un 1% del producto interno bruto (PIB), estos ¢360.000 millones, “para ayudarle al pueblo, a la ciudadanía en necesidad”.
“La tercera etapa vendrá en tres o cuatro meses y, después, en la recuperación”, agregó.
‘Volver a renacer’
La Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore) estima que casi 8.000 restaurantes cerraron por el impacto económico del coronavirus, lo que provocó casi 110.000 despidos, más de la mitad de los puestos de trabajo del sector.
Solo esos 110.000 empleados equivalen al 9,5% de la población que tenía un empleo formal en el cuatro trimestre del 2019, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Frente al total de la fuerza laboral (formales e informales), se trata del 5%.
“La crisis se está profundizando en todo el mundo, incluyendo, Costa Rica. Este es el momento de ser muy sensibles pero de actuar con mucha certeza”, dijo el ministro de Hacienda.
“Costa Rica va a salir bien librada. Habrá una situación difícil, pero al final del día, Costa Rica tiene con qué recuperarse y volver a renacer”.
"Sí es cierto que los economistas y los organismos internacionales, los académicos, dicen que esta crisis ya es peor que la del 2008, ya lo es.
"En la del 2008 no hubo disrupciones tan dramáticas de las cadenas de valor, de las cadenas productivas. Fue un problema del lado de la demanda. Hoy lo que vemos es que hay un círculo vicioso de retroalimentación entre la demanda y la oferta.
"Están cerradas las actividades económicas, no están ocurriendo, la gente no recibe salarios, demanda menos, tiene menos poder adquisitivo.
"Eso hace que las empresas no puedan producir tanto, no están teniendo el ingreso. Eso hace que las empresas no les puedan pagar a los colaboradores que, a su vez, no tendrán dinero y así sucesivamente.
“Entonces, es una crisis y por eso estamos actuando de una manera muy, muy rápida, pero con mucha prudencia. No se trata de correr prematuramente”.
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