El gobierno contrató una agencia de publicidad para comunicar mejor su labor a los ciudadanos en tiempos en que ha afrontado protestas de sectores, algunas alimentadas por campañas de desinformación en redes sociales.
Se trata de la empresa Bambú Capital Sociedad Anónima, cuyo presidente es Erick Arturo Apuy Achía, a la que el gobierno le contrató servicios por un máximo de ¢150 millones por lo que resta del año.
Con ese presupuesto, la agencia deberá ofrecer los servicios de apoyo estratégico, creatividad, diseño, producción y compra de pauta en medios masivos y digitales para el Ministerio de Comunicación, que es el ente encargado de la comunicación masiva del Poder Ejecutivo.
Entre esos servicios, la empresa brindará monitoreo de redes sociales y plataformas digitales para analizar los temas relevantes que ahí se discuten y el posicionamiento del gobierno en estos.
Los resultados servirán como base para las decisiones estratégicas de comunicación del Ejecutivo.
Nancy Marín, ministra de Comunicación, explicó que es la primera vez que esta administración recurre a una agencia de publicidad para fortalecer su comunicación, y aclaró que lo hace con la finalidad de transmitir mejor su información a la ciudadanía y contrarrestar las noticias falsas en las redes.
Añadió que el año pasado, cuando el Ejecutivo gastó el 63% de los ¢240 millones asignados para ese rubro, la contratación se hizo de forma directa a través del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart).
“¿Si es un despilfarro? Creo que, primero que nada, como servidores públicos tenemos una obligación de rendir cuentas y de ser transparentes con las actividades que se llevan a cabo en el Estado y esa se hace por medio de la comunicación e información hacia la ciudadanía.
“Además, en un entorno como en el que estamos viviendo donde hay desinformación, donde hay noticias falsas, donde hay múltiples plataformas a la que llega a la ciudadanía la información, me parece que lo más coherente es que invirtamos dinero en esa área para fortalecerla y para que la ciudadanía tenga a mano información veraz y pronta sobre la gestión del gobierno”, justificó la jerarca.
La agencia fue contratada el 11 de julio tras ganar una licitación abierta el 2 de mayo, en la cual participaron siete empresas. El contrato aún debe superar un proceso de apelación y la fiscalización en la Contraloría General de la República.
Marín explicó que Bambú Capital ganó la licitación porque fue la empresa con la mejor calificación global y la que ofreció cobrar más barato por horas y por servicios.
Los ¢150 millones que costarán los servicios son apenas un 62% de los ¢240 millones que el Congreso le autorizó al gobierno para publicidad y propaganda.
Para el 2020, siempre y cuando el Congreso se lo apruebe, el gobierno tiene presupuestado gastar en ese rubro ¢175 millones, para el 2021 ¢200 millones y para el 2022, último año de su gestión, ¢220 millones.
Sin embargo, Marín aclaró que esta administración, comparada con las anteriores, es la que menos recursos ha gastado en ese rubro.
Por ejemplo, mencionó que en 2007 el gobierno de Óscar Arias gastó el 77% de los ¢455 millones disponibles. En el 2013, la administración de Laura Chinchilla gastó el 94% de los ¢796 millones de ese presupuesto; y en 2015, el gobierno de Luis Guillermo Solís usó el 90% de los ¢460 millones destinados.
Marín también justificó la contratación al explicar que su ministerio tiene una planilla de 27 funcionarios, quienes deben resolver las informaciones que día a día genera el gobierno a través de 24 ministerios y coordinación con 19 instituciones autónomas.
Para informaciones que demandan más tiempo procesarlas, se requiere de contar de apoyos y para ello se contrató a la agencia, explicó la ministra.
Por su parte, Rodolfo Piza, ministro de la presidencia, reconoció que Bambú Capital participó en parte de las campañas presidenciales del 2014 y 2018, en las que él fue candidato presidencial por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Sin embargo, aclaró que no ha tenido ninguna relación en la contratación por parte del Ministerio de Comunicación.
“Hasta hoy me entero. A lo largo de dos campañas trabajé con cuatro agencias y tengo el mayor respeto por cada una de ellas, pero no participo del todo en ninguna decisión que tenga que ver con este tema y, mucho menos, directa o indirectamente a favor o no con la agencia”, aseguró Piza.