Rodrigo Chaves, presidente de la República, revivió la idea de construir una refinería en el puerto de Moín, en la provincia de Limón. El gobernante aseguró que existen inversionistas interesados en ofrecer fuentes de financiamiento.
Según el mandatario, este proyecto podría impulsar el desarrollo de la provincia, junto con la implementación de una marina de yates y un plan turístico integral.
Chaves informó de que las conversaciones y negociaciones sobre la refinería continúan y, recientemente, discutió el tema con Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
El primero paso es acelerar las gestiones legales, aunque no proporcionó detalles específicos. El presidente destacó la importancia de realizar estudios ambientales, por ser Costa Rica un país respetuoso del medio ambiente.
“Si hay viabilidad técnica y financiera, ahora estamos viendo 60.000 barriles diarios de capacidad, eso será una realidad. Lo que le decía a don Juan Manuel es que a mí me encantaría empezar a construir si hay viabilidad”, dijo Chaves.
“No hemos sacado la pata del acelerador, pero tampoco es construir una caseta de tránsito. Es una inversión compleja, grande y sofisticada”, añadió.
Chaves subrayó que no se ha gastado dinero en las conversaciones ni en los estudios preliminares, y que cualquier desarrollo futuro se financiará a través del presupuesto ordinario de Recope.
La Nación envió consultas a Juan Manuel Quesada sobre los comentarios del presidente, pero aún no se ha recibido respuesta.
Semanas atrás, Quesada confirmó que había tenido acercamientos con inversionistas interesados en estudiar la posibilidad de construir una refinería en Limón, aunque no reveló quiénes son o a quiénes representan.
“Producto de esos acercamientos, le hemos solicitado a los interesados que trabajen en un estudio técnico y financiero detallado y serio, que nos permita valorar en una forma adecuada este proyecto”, declaró el funcionario.
La refinería de Recope, inaugurada en 1967, cesó operaciones en 2011. En el 2009, se inició un intento adicional de reactivación, mediante una asociación con China para formar la Sociedad Reconstructora Chino-Costarricense (Soresco), respaldada por un fondo de $100 millones. La mitad del dinero fue financiada por los consumidores costarricenses a través de tarifas de combustibles.
Soresco tenía la responsabilidad de contratar las obras de la refinería y, posteriormente, arrendarla a Recope por 15 años. Sin embargo, este proyecto conjunto no logró avanzar y terminó en fracaso.
Por otra parte, a principios de octubre, Chaves anunció que solicitó ayuda a Noruega para realizar estudios sobre las reservas nacionales de hidrocarburos y gas natural.