La ronda de diálogos sobre las jornadas 4-3, organizada por el Poder Ejecutivo, culminó este jueves sin acuerdos firmes, pero con la meta del Gobierno de que la propuesta quede aprobada antes de que finalice el periodo de sesiones extraordinarias, el 31 de julio próximo.
Al término de la última sesión de las mesas de trabajo con diputados, empresarios y sindicalistas, en Casa Presidencial, el Gobierno se comprometió a presentar al Congreso un último texto, a más tardar el próximo martes.
De acuerdo con la ministra de Trabajo, Marta Esquivel, la última versión del proyecto de ley de jornadas excepcionales incorporará algunas de las observaciones que presentaron en esta sesión algunos sectores. Asimismo, indicó que valorará los criterios emitidos por el Organismo Internacional del Trabajo (OIT).
“Sabíamos que no iba a ser un aspecto de consenso. Recordemos que aquí lo que estamos haciendo es una mesa de diálogo y discusión, no vamos a llegar a acuerdos. El Poder Ejecutivo quería escuchar y ver qué mejoras se le van a hacer al proyecto”, declaró Esquivel.
Según manifestó la diputada oficialista Pilar Cisneros, jefa de la bancada del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), los jefes de fracción indicaron que desean posponer la discusión de la iniciativa hasta el próximo 4 de julio.
Pese a ello, la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, afirmó sentirse optimista de que la propuesta se apruebe en las sesiones extraordinarias, mientras el Poder Ejecutivo domina la agenda legislativa.
“Hay una base bastante sólida que básicamente se basa en todas estas mesas. Quisiéramos que este sea un tema primordial. No quisiéramos que pasen las sesiones extraordinarias sin que esto avance, nuestra idea es seguir apoyándolo después de esta fecha si no se pudiera votar.
“El objetivo es que este proyecto sea Ley de la República antes de las sesiones extraordinarias”, sentenció Díaz.
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Recién el lunes anterior el Poder Ejecutivo envió a la Asamblea Legislativa un texto sustitutivo del proyecto de ley, el cual incluye una propuesta sobre las actividades específicas que podrían implementar dicho sistema laboral.
A diferencia del expediente original, esta versión elimina la discrecionalidad que existía antes en cuanto a la definición de las actividades económicas que podrían aplicar las jornadas excepcionales y anualizadas, y deposita en el Ministerio de Trabajo dicha tarea.
Las jornadas en las que el empleado trabaja 12 horas diarias por cuatro días con tres días de descanso, podrían emplearse en la manufactura tecnificada, los implementos médicos, así como los servicios corporativos, es decir, actividades que mantienen esquemas de producción de 12 horas continuas.
Los empleados del sector estatal quedaron excluidos de dicho esquema.
El Gobierno también incluyó una lista de actividades que podrían laborar en jornada anualizada, la cual permitiría a sectores con demanda de trabajo estacional por semanas de seis horas diarias y otras de 10 horas, siempre que no superen las 48 horas por semana.
La tercera ronda de diálogos comenzó a las 6:30 p.m. de este jueves con un saludo del presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, quien luego se retiró de la sala de reuniones. El encuentro se extendió por tres horas y media.