El Grupo JCB, del empresario Juan Carlos Bolaños, les reportó al BCR y al Banco Popular las mismas importaciones de cemento a la hora de justificar el uso de los millonarios desembolsos que ambas entidades le hicieron por separado, entre finales del 2015 y principios del 2016, para traer este producto desde China.
En diciembre del 2015, el Popular le prestó $4,4 millones a la firma Inversiones e Inmobiliaria del Grupo JCB, con el compromiso de que lo invertiría en la compra de cemento chino.
Dos meses después, en febrero del 2016, el Banco de Costa Rica (BCR) le depositó otros $9,4 millones a la firma Sinocem Costa Rica, también del Grupo JCB, para que los utilizara en el mismo fin.
Estos $13,8 millones fueron los primeros giros de dinero que ambos bancos le prestaron a Bolaños mediante líneas de crédito que, en aquel momento, estaban recién aprobadas.
Después de recibir los desembolsos, Sinocem trajo dos embarques de cemento, cada uno con 20.000 toneladas métricas, y un valor aduanal de $2,1 millones. Uno llegó el 7 de abril y el otro el 13 de mayo del 2016.
En total, en esas fechas, importó 40.000 toneladas con un valor de $4,2 millones (¢2.391 millones). El proveedor fue Sinobuilding Materials Hong Kong, empresa constituida en Hong Kong en octubre del 2015, poco antes de que Bolaños recibiera los préstamos.
Luego, para respaldar el uso del dinero ante el Banco Popular (BP), la empresa Inversiones e Inmobiliaria del Grupo JCB reportó haber invertido los recursos en la compra de estos cargamentos.
Así consta en una nota enviada por el gerente general del BP, Geovanni Garro, al diputado Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC) este 27 de octubre.
En el documento, Garro mostró las "declaraciones aduanales aportadas por la empresa Inversiones e Inmobiliaria del Grupo JCB como respaldo del cumplimiento del plan de inversión del crédito concedido por el Banco Popular y de Desarrollo Comunal en diciembre del año 2015, por un monto de $4,4 millones".
La nota menciona 20 declaraciones aduanales (DUAs) distribuidas entre dos barcos (diez por cada uno), que trajeron cemento por encargo de Sinocem.
El primer buque, el Zhe Hai 505, salió del puerto Lanshan, en China, el 8 de marzo del 2016. El cemento ingresó al país casi un mes después, el 7 de abril.
Seis días después, el 13 de abril, salió el segundo barco, el Friendly Islands, también desde Lanshan. Esa importación entró a Costa Rica justo un mes después, el 13 de mayo del 2016.
Sin embargo, a su vez, Sinocem le reportó esas mismas importaciones al BCR como parte del cumplimiento del plan de inversión que pactó con este banco.
La información consta en un documento de 79 páginas elaborado por Julio Cedeño, socio y director de proyectos de la empresa Novatecnia, que fue contratada por el Banco de Costa Rica para fiscalizar el inventario del cemento traído por Sinocem, el cual se constituía en parte de la garantía con que la firma de Bolaños respondía por el crédito en caso de no pagar.
Cedeño presentó a la Comisión Especial Investigadora de los Créditos Bancarios, de la Asamblea Legislativa, los manifiestos de carga (bill of landing) de los seis barcos que trajeron cemento entre el 2016 y el 2017, “como parte del contrato de confianza suscrito entre el Banco de Costa Rica y Sinocem”.
Los dos primeros buques de la lista, el Zhe Hai 505 y Friendly Islands, son los mismos que el Grupo JCB reportó al Banco Popular.
En el documento de Novatecnia, además, se detallan los 20 manifiestos de carga que traían esos buques, los cuales coinciden con los DUAs entregados al BP. Así consta en el Sistema de Tecnología Informática para el Control Aduanero (Tic@).
Por estos mismos embarques, el Banco de Costa Rica le giró otros $1,4 millones (¢793 millones) adicionales a Sinocem para nacionalizar el producto.
El BP, por su parte, valoró toda la importación en $6 millones incluyendo los $4,4 millones que giró más el costo aduanal, el impuesto de ventas, gastos de nacionalización y transporte terrestre.
Contradicción del importador
La Nación contactó ayer a Juan Carlos Bolaños para conocer su versión, ante lo cual respondió: "La línea de crédito para capital de trabajo con el Banco Popular era de Inversiones e Inmobiliaria del Grupo JCB, para la utilización en sus actividades comerciales, entre estos el desarrollo de proyectos urbanísticos y la construcción de obra pública con el Estado, por medio de su subsidiaria JCB Constructora y Alquiler S. A.; así como para la compra de materiales de construcción para su consumo, por lo cual es lógico que, en el caso de la utilización para comprar cemento, ambas compañías le van a comprar el producto a su compañía hermana Sinocem y no a la competencia".
"En cada utilización de recursos económicos, se deben de realizar las justificaciones con las importaciones que se realizaron sobre los lotes importados por Sinocem a Costa Rica, que parte de este cemento también fue utilizado no solo para la venta a terceros, sino también para compra o adquisición de las compañías del Grupo en sus proyectos, por lo que finalmente un mismo barco o parte de este puede estar reportado su ingreso por el importador directo, así como por el comprador del mismo ya nacionalizado, uno como importador/distribuidor y otro como constructor/usuario final, por lo cual es el mismo producto o lote embarcado qué pasa por las dos compañías en su consumo".
No obstante, la versión del importador dista de la que se consignó en las actas de la Comisión Gerencial de Crédito del BP en las sesiones del 7 y 29 de octubre, así como del 1°. de diciembre del 2016 y el 26 de abril del 2017. En estas, se dejó por escrito que el propósito de la línea de crédito del Popular era la importación de cemento desde China.
En las primera de esas cuatro sesiones, se presentó el crédito de la siguiente manera: "Es por $5 millones para la comercialización de cemento traído de China bajo la marca Sinocem (...). El plan de inversión es capital de trabajo 100% por $5 millones especialmente para la compra de material de construcción, cemento".
El anterior 26 de abril, cuando se discutió un refinanciamiento porque la firma de Bolaños entró en mora con el crédito, se consignó: "Casualmente el negocio de cemento es la razón de ser del crédito".
Además, el 29 de setiembre, en la comisión investigadora, Ottón Solís le preguntó a Geovanny Garro sobre el objetivo del crédito. El gerente bancario respondió: "Capital de trabajo para compra de cemento y varilla importados".
Detalle de las líneas de crédito
En ambos bancos, el Grupo JCB obtuvo una línea de financiamiento revolutiva, en la que al cliente se le aprueba un monto máximo al que puede acceder en varios tractos según sus necesidades. Al igual que con una tarjeta de crédito, el dinero disponible baja y sube según los desembolsos que el cliente reciba y los pagos de deuda que haga al banco.
El tope máximo en el Popular fue de $4,4 millones y, en el BCR, de $20 millones, aunque en esta última entidad se aprobó otra línea de crédito por $10 millones para cubrir los gastos de nacionalización del cemento.
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El 12 de julio del 2016, después de la llegada de estos barcos, el BP le hizo otro giro de $4,4 millones al Grupo JCB, el cual no fue cancelado. El gerente Garro no reportó a Ottón Solís ninguna importación relacionada con este depósito.
Ante el incumplimiento de pago, el 28 de setiembre pasado, el Banco Improsa, como administrador del fideicomiso de garantía de la operación, procedió a rematar tres propiedades que Bolaños puso a responder. En total, el Popular le giró $8,8 millones a ese consorcio.
En el BCR, las sumas giradas fueron superiores: le giró al Grupo JCB $38,9 millones en siete tractos, a lo largo del 2016. Esa suma hubiese alcanzado para traer 368.000 toneladas de cemento; sin embargo, en esa año, Sinocem solo importó 93.500 toneladas.
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Novatecnia por su parte reporta el ingreso de 135.000 toneladas, pero incluye 45.000 que llegaron a territorio nacional en el 2017.
En términos generales, el consorcio de Juan Carlos Bolaños logró que el Popular (BP) y el BCR le giraran $48,7 millones en el 2016 con el argumento de que invertiría el dinero en la importación de cemento chino, pero de esos recursos solo usó $9,8 millones en comprar este producto en ese periodo.
Actualmente, las líneas de crédito aprobadas a Bolaños en el sistema financiero nacional están bajo la lupa de los diputados, el Ministerio Público y la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El suspendido fiscal general, Jorge Chavarría, aseguró ante la comisión legislativa investigadora que en el caso del financiamiento aprobado al Grupo JCB en el BCR se indaga la posible comisión de los delitos de peculado o estafa.