El pasado 14 de setiembre, el Gobierno emitió un decreto que permitirá ajustar la lista de productos que componen la canasta básica tributaria, en la cual se cobra un IVA reducido del 1%. Algunos alimentos entrarán a la lista y otros saldrán.
Se trata del decreto 43693-H-MEIC-S, cuyo objetivo es poner en práctica la Ley de Definición de la Canasta Básica Tributaria por el Bienestar Integral de las Familias, la cual fue aprobada por los anteriores diputados desde octubre del 2020.
Esa normativa modifica los parámetros para definir a cuáles productos se les aplica un impuesto al valor agregado (IVA) del 1%, en vez de la tarifa general del 13%.
Como los parámetros cambian, la lista también variará. En consecuencia, se dejará de cobrar un 13% de IVA sobre los productos que entren a la lista y, en cambio, los que salgan pasarán de tener un 1% a un 13% de impuesto.
Los alimentos que ya estaban en la canasta y se mantengan, no sufrirán ninguna variación.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, aseguró que la lista se dará a conocer durante las próximas semanas. No obstante, a modo de ejemplo, adelantó que el chile jalapeño y el café en grano se excluirían, por lo que su IVA subirá del 1% al 13%. Del otro lado, el muslo de pollo deshuesado y el pan baguete con queso y ajonjolí ingresarían, por lo que a los consumidores se les cobrará un 1% de tributo.
¿Cuáles productos seguirán en la lista? María Bolaños, presidenta del Colegio de Profesionales en Nutrición, opinó que se quedará la mayoría de los actuales, pues la canasta básica tiene que mantener los productos de mayor consumo entre las familias de menos recursos.
El ministro señaló que Hacienda tiene prevista una caída en los ingresos tributarios por concepto de IVA, a causa de la disminución del tributo a los artículos que se incorporen a la canasta básica, aunque no precisó la magnitud del impacto.
La canasta básica tributaria actual incluye, por ejemplo, melcochón sencillo, pan dulce, tortillas de maíz, harina, pastas sin relleno, leche, natilla, queso fresco, bistec, carne molida, alas de pollo, pechuga de pollo con hueso, huevos, mortadela, salchichón, atún en aceite, diversas frutas y vegetales, azúcar, café (tanto molido como en grano) y productos de aseo personal y del hogar, así como útiles escolares básicos.
Estos son los cambios
German Morales, socio director de Impuestos y Legal de la firma Grant Thornton, explicó que el reglamento firmado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, realiza dos modificaciones a la metodología de definición de la canasta básica tributaria.
El primero es que les ordena a los ministerios de Hacienda y Economía fundamentarse en la lista de productos que más consume el 30% de los hogares de menores ingresos, a partir de las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), como lo establece a ley.
Actualmente, se toma en cuenta un grupo más pequeño, integrado por el 20% de los hogares de menos recursos.
Morales considera que, al ampliar ese parámetro, se abre la posibilidad de incluir patrones de consumo de más familias y, por lo tanto, de extender la lista de productos.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Hogares, el tercer decil lo integran unas 166.562 familias con un ingreso promedio de ¢390.550 mensuales. Se trata de hogares en donde conviven, en promedio 3,52 personas.
En los deciles 1 y 2, el ingreso promedio es de ¢137.300 y ¢268.600 mensuales, respectivamente.
El segundo cambio consiste en incorporar “un elemento de salud en la construcción de la canasta”, en palabras del ministro Acosta, pues se instruye incluir productos “de todos los grupos alimenticios” para proteger la economía y “garantizar una dieta balanceada” en las familias más pobres.
“En general, la dieta de las personas de menores ingresos está muy centralizada en alimentos con un alto componente calórico y eso hace que haya problemas de salud; entonces, temas como la obesidad, enfermedades del corazón, están asociados con este tipo de dietas.
“Por eso, el cambio va en función de hacer más baratos productos saludables que consumen estos deciles”, dijo el jerarca.
Sin embargo, María Bolaños, presidenta del Colegio de Profesionales en Nutrición, afirmó que la canasta básica actual ya incluye una importante cantidad de alimentos necesarios para una dieta balanceada, por lo cual difícilmente se podrá incluir muchos más productos nutricionalmente adecuados.
Bolaños agregó que ampliar la lista de productos no resolverá el poco conocimiento de las familias sobre cómo aprovechar al máximo el dinero disponible para preparar alimentos que llenen y nutran.
“Deberíamos tener un poquito más de hojas verdes y surtido de vegetales, pero la población no va a llegar a comprar kale y a hacer ensalada con espinaca porque ahí lo que falta no es dinero, sino educación nutricional y cambio de hábitos alimentarios”, declaró Bolaños.
El ministro Acosta confirmó que el hecho de que un producto sea nutritivo, no implicará que se vaya a incluir en la canasta.
“Usted puede considerar que el brócoli es muy saludable y que todo el mundo debería consumirlo, pero casi a nadie le gusta. Entonces, únicamente por el hecho de ser saludable no debería ser argumento para estar en la canasta”, dijo Acosta.
Antes del 15 de octubre
El ministro agregó a La Nación que la lista con la nueva canasta básica tributaria se sacará a consulta durante los próximos días, y estará lista para su firma y publicación el 15 de octubre.
No obstante, dijo que se tendrá mucho cuidado de no incluir productos que se consuman en mayor medida por grupos de ingresos más altos, con el fin de evitar darle una exoneración a personas que no la necesitan.