El Ministerio de Hacienda estima que el ajuste fiscal acordado con el FMI evitaría un crecimiento de ¢4,7 billones en la deuda pública para el año 2025.
Según sus estimaciones, la deuda crecería de ¢24,4 billones a casi ¢37,9 billones, entre el 2020 y el 2025, si no se aplica medida alguna.
Con el plan, el endeudamiento cerraría en ¢33,2 billones, en el 2025.
En el 2020, la deuda pública alcanzó el 68% del producto interno bruto (PIB). La esperanza de Hacienda es que la cifra se sitúe en 73,3% del PIB, en cuatro años, y ya con una tendencia a la reducción; en lugar de 83,7% con una ruta ascendente.
La meta del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), además, es reducir el endeudamiento al 50% del PIB, en el 2035.
Así se lo explicó el Ministerio de Hacienda a la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN), el lunes 25 de enero, cuando el Poder Ejecutivo realizó un primer acercamiento con los diputados, en procura de allanar el camino en el Congreso al plan del FMI.
El plan prevé que el país alcance un superávit primario en las finanzas públicas del 1% del PIB para el 2023, es decir, que los ingresos superen los gastos ordinarios, sin contar con el pago de intereses de la deuda.
Los datos mostrados por Hacienda estiman que, con las medidas, el país pasaría de tener un déficit primario del 3,9% del PIB en el 2020 a un superávit del 2,3% de la producción en el 2025.
Eso significaría que, en vez de registrar un faltante de ¢1,4 billones, tendría un sobrante primario de poco más de ¢1 billón.
Si no se aprueban las medidas, añade el cálculo, en el 2025 el superávit sería de 1,2% del PIB.
Para el 2025, las medidas fiscales tendrían un impacto equivalente al 4,74% de la producción, distribuidos en un 3,59% en reducción de gasto y un 1,15% en generación de nuevos ingresos.
En estos últimos cálculos se incluyó a los órganos desconcentrados del Gobierno Central, según el presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Rodrigo Cubero.
Cuando ya se logren excedentes, según el ministro de Hacienda, Elian Villegas, se destinaría una mayor cantidad de dinero a la amortización de deuda y el pago de intereses.
El ministro Villegas agregó que el plan negociado con el Fondo Monetario consiste en una serie de medidas de recorte al gasto público y generación de nuevos ingresos.
En recorte al gasto se recuesta, principalmente, en la regla fiscal que contiene el gasto público y en la implementación de una reforma al empleo público que generaría ahorros en el pago de salarios en el Estado.
Por su parte, en ingresos, se impulsan cinco iniciativas de ley. Estas son de reducción y eliminación de exoneraciones fiscales, modificación al impuesto de las casas de lujo, renta global, impuesto a los premios de lotería y el aporte anual hasta de un 30% en las utilidades de 14 empresas públicas por un periodo de cuatro años.
“El plan tiene un efecto en la cantidad de deuda que tiene el país. Al hacerse un ajuste por el lado del gasto cada vez se requerirá un menor monto para financiar el presupuesto de la República”, explicó Villegas.
“Y al hacer un ajuste por el lado del ingreso, que es menor pero es ajuste al fin, se va logrando también una cantidad mayor de recursos para destinarlo al pago de la deuda”, añadió el jerarca de Hacienda.
“¿Significa que al 2023 dejamos de tener deuda? ¿Significa que a esa fecha dejamos de tener necesidad de financiamiento? No. Quiere decir que, a partir de ese año, vamos a llegar a tener recursos para requerir menos deuda pero, a la vez, destinar más recursos al pago de intereses y amortizaciones. Incluso, aún tendríamos necesidad de ir a los mercados para buscar dinero para seguir pagando intereses y principal, pero ya con un monto menor”, finalizó.