Una investigación de Departamento del Tesoro de Estados Unidos concluyó que el hombre fuerte de Venezuela, el chavista Diosdado Cabello, lavó dinero en Costa Rica a través de la empresa Alunasa, ubicada en Juanilama de Esparza, Puntarenas.
Los hechos se remontan a diciembre del 2016, afirma un comunicado emitido el pasado 18 de mayo.
Según la investigación, Cabello ordenó al Ejército venezolano designar empleados en la fábrica Aluminios Nacionales S. A. (Alunasa) para que supervisaran la operación de lavado de dinero, la cual se efectuó bajo la dirección del exgobernador del Estado de Bolívar, Francisco José Rangel Gómez.
El delito se cometió cuando la compañía estatal Venezolana de Aluminio (Venalum) usó barcos para mover minerales y lavar dinero a través de Panamá hacia la sede de Alunasa en Costa Rica, sostiene el Departamento del Tesoro.
Alunasa también es propiedad del Estado venezolano y opera en el cantón de Esparza bajo el régimen de zona franca.
Las autoridades estadounidenses concluyeron que un grupo de funcionarios venezolanos han utilizado a Venalum y a Alunasa para lavar dinero hacia Costa Rica y Rusia.
La investigación determinó que el presidente de Venalum, de quien no se detalla el nombre en el comunicado, así como otro individuo que realmente dirigía la compañía, "traficaban droga, lavaban dinero y usaban la firma estatal como mampara para encubrir esas operaciones".
El comunicado del Departamento del Tesoro explica que Diosdado Cabello, Francisco Rangel Gómez y sus asociados trabajaron juntos para acceder ilegalmente a la explotación de minas de hierro, mineral que extrajeron y exportaron a través de la firma Ferrominera del Orinoco (FdO), una subsidiaria del conglomerado venezolano estatal, Corporación Venezolana de Guyana, que también es dueña de Alunasa.
Aunque Ferrominera del Orinoco era una empresa legal, Cabello y sus socios tenían dirigentes dentro de la compañía que facilitaban la extracción ilegal del hierro y su exportación, según EE. UU.
Adicionalmente, Cabello lavó dinero a través de Venalum hacia Rusia, indicó el Departamento del Tesoro.
Por estos y otros hechos, el comunicado anunció sanciones y bloqueo de compañías ligadas a Diosdado Cabello y a personas allegadas a él, entre las cuales están su esposa, Marleny Josefina Contreras, y su hermano, José David Cabello, superintendente de la Agencia Aduanera y Tributaria de Venezuela, así como Rafael Sarría Díaz, otro militar a quien los estadounidenses señalan como el testaferro de Cabello.
Carta confirma congelamiento de cuentas
Este lunes 11 de junio, el Concejo de Esparza conoció una carta enviada por el presidente de Alunasa, el general de división Noel Rafael Martínez Rivero, en la que reconoce que la empresa sufre cierre de cuentas, bloqueos y otras sanciones que, en su opinión, "parecen tendientes a lograr que Alunasa cierre sus puertas".
"Por elementos externos, ajenos al normal desempeño de nuestras actividades, nos hemos visto involucrados en señalamientos por parte del Gobierno de Estados Unidos que apuntan a la utilización de la empresa para el flujo de capitales al margen del lícito comercio", dice la carta del general venezolano.
El documento lo recibió Karol Jiménez, presidenta municipal, de manos de un funcionario de Alunasa, según relató ella a La Nación.
Hace dos meses, en abril de este año, Alunasa solicitó al Ministerio de Trabajo autorización para suspender los contratos de trabajo con 230 de sus 267 empleados, alegando escasez de materia prima.
Esta compañía venezolana se dedica, en Costa Rica, a manufacturar productos, como hojas de aluminio, a partir de aluminio importado de Venezuela, para luego exportarlos.
Según los empleados, la firma afronta una fuerte caída en la producción desde finales del 2017, porque recibía a cuentagotas la materia prima desde diciembre pasado. Como consecuencia, muchos trabajadores fueron enviados a la casa.
Esta situación se reflejó, a la vez, en una brusca caída en las importaciones de aluminio en bruto, producto del cual Venezuela es el principal proveedor. Y coincide con el decaimiento de la producción de la industria venezolana de este mineral.
La materia prima para la compañía son lingotes de aluminio importados desde Venezuela, a los cuales se les aplica procesos de fundición y colado continuo y laminación en frío.
Como el Ministerio de Trabajo le rechazó la suspensión de los contratos laborales y obligó a la firma a pagar sus obligaciones con los empleados, el general alegó en la carta leída en el Concejo de Esparza, la cual iba dirigida al presidente Carlos Alvarado:
"Estos señalamientos obedecen a una acción sobre Venezuela, de tal manera que estamos en la obligación, como administradores, de además elevar nuestra protesta por el atropello, aportar elementos de juicio que permitan aclarar el papel empresarial de Alunasa, para lo cual estamos dispuestos a aportar cualquier tipo de prueba, análisis, auditorías, investigación o averiguación de parte del gobierno que usted dignamente representa".
Desde que el chavismo asumió las riendas de Venezuela, la empresa ha estado envuelta en la polémica.
En el 2007, durante el gobierno de Óscar Arias (2006-2010), los 400 empleados que tenía la empresa en ese momento también temieron que el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez (ya fallecido), cerrara la empresa como represalia por declaraciones de Arias sobre su gobierno.
Alunasa fue una empresa estatal creada en 1976 que fue privatizada en 1990. En el 2000, la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) adquirió el 100% de las acciones y, en el 2015, pasó a formar parte de la Corporación Nacional de Aluminio de Venezuela.
¿Quién es Diosdado Cabello?
Actualmente, Cabello es diputado constituyente y es el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, el cual tiene en el poder a Nicolás Maduro desde el 2013.
Tuvo una carrera militar y ocupó varios altos puestos en los gobiernos chavistas. Posteriormente fue presidente presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela hasta que Maduro reemplazó ese órgano legislativo por la Asamblea Nacional Constituyente en agosto del 2017.
En el pasado reciente, el presidente Nicolás Maduro acusó que un excomisario venezolano, Henry López, exjefe de la policía política venezolana, refugiado en Costa Rica, estaba conspirando desde suelo nacional para asesinarlos a él y a Diosdado Cabello.
Dos días antes de las cuestionadas elecciones presidenciales venezolanas, en mayo, Estados Unidos anunció la incautación de bienes a Cabello por el orden de los $800 millones, por presumir que estos son producto de actividades ilícitas como el lavado de dinero, corrupcción y narcotráfico.
Estados Unidos afirmó que esas actividades las ha desarrollado Cabello en asociación con Nicolás Maduro y el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami.
La caída de la industria venezolana de aluminio
Según las centrales sindicales más grandes de Venezuela, las empresas dedicadas a la extracción de minerales en la Guayana venezolana, región rica en ese tipo de materias primas, cayeron en desgracia con el chavismo y queda poco de la bonanza que logró la industria metalúrgica estatal entre 1960 y la primera mitad de la década de los años 90 del Siglo XX.
Uno de los problemas fundamentales que afronta la industria, según los gremios de trabajadores, es que no hay repuestos para volver a poner a trabajar a varias plantas.
En declaraciones al diario El Nacional de Caracas, en el 2017, el dirigente Henry Arias, del Sindicato de Aluminios del Caroní, señaló que “debido a la desidia del gobierno durante los últimos 17 años”, las plantas metalúrgicas operaban a esa fecha entre un 10% y un 30% de su capacidad instalada.
En contraposición a las afirmaciones del Ministerio de Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas del gobierno de Nicolás Maduro, de que el año pasado se dio un “franco crecimiento y recuperación” de la industria metalúrgica venezolana, Arias dijo al mismo medio que hasta que no se sanee la administración de las empresas y se realicen las inversiones necesaria, no se recuperará la producción según la capacidad instalada de las plantas.
Venezuela fue por varias décadas el primer productor de aluminio en Latinoamérica. Ahora lo supera Brasil que, en el 2017, produjo 800 mil toneladas métricas de ese tipo de metal.
Según El Nacional, el año pasado la empresa Aluminios del Caroní produjo 21.000 toneladas que correspondió a un 10% de su capacidad instalada de 210.000 toneladas.
La Empresa Venezolana de Aluminio (Venalum), en tanto, produjo 129.000 toneladas, un 30% de su capacidad instalada que asciende a las 430.000 toneladas.