Lograr una rebaja en los precios de los medicamentos en Costa Rica no será una tarea tan marcada ni tan rápida como podría esperar la población.
A esa conclusión llegó el Colegio de Farmacéuticos luego de estudiar el decreto ejecutivo, firmado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, el pasado miércoles, con el propósito de fomentar la importación paralela de medicamentos.
De acuerdo con el vicepresidente de ese ente, el doctor Santiago Rodríguez, la medida presidencial es un avance positivo, pero no aborda los aspectos que inciden más en los precios finales en las farmacias del país.
“Nosotros estamos de acuerdo. Por aumentar la competencia entre las grandes distribuidoras con droguerías (distribuidoras mayoristas que venden a farmacias) sí va a haber una tendencia a la baja en los precios de los medicamentos, pero no tan marcada como se espera; no es tan marcada ni tan rápido como se espera, porque esto depende de volúmenes.
“También, depende de la capacidad de compra de estas droguerías, pero sí puede influir el hecho de que va a incentivar la competencia”, afirmó Rodríguez al analizar el texto.
El directivo agregó: “No sabemos cómo van a actuar las distribuidoras de esos países, si van a estar abiertas a venderles a empresas de Costa Rica, porque las grandes industrias tienen contratos de distribución en los diferentes países, de importación y distribución, que tienen cláusulas que les prohíben vender para otros países. Eso posiblemente afecte la importación paralela”.
El diputado Jorge Dengo Rosabal, del Partido Liberal Progresista (PLP), coincidió con el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica en el sentido que el decreto obvia las cláusulas de los laboratorios fabricantes con los comercializadores.
“En teoría esto debería hacer que los importadores de este mismo medicamento ajusten sus precios a la baja. Lo que omite la lógica de estas normas es considerar el poder de mercado de las compañías farmacéuticas a nivel global. Quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar en compañías transnacionales sabemos el control y la trazabilidad que tienen estas empresas en sus cadenas de suministros”, afirmó el congresista.
La importación paralela
La medida presidencial establece el procedimiento que permitiría a las droguerías importar medicamentos registrados por otras distribuidoras que patentaron el producto en Costa Rica.
El decreto describe la importación paralela como “la importación de productos farmacéuticos patentados y registrados en Costa Rica, por parte de cualquier droguería, sin el consentimiento del titular de la patente y que es comercializado conforme a las regulaciones sanitarias del país exportador”.
En la disposición emitida, el Gobierno reconoce que esa práctica está implícita en pasadas disposiciones del Poder Ejecutivo, pero afirma que hace falta normativa clara para ponerla en práctica.
El procedimiento que se implementará consta de dos etapas. En la primera fase, las autoridades realizan una revisión de los requisitos generales del producto que se pretende importar. Si todo está en orden, emiten una resolución, en un plazo de 35 días naturales, que permite a la droguería hacer la importación.
En la segunda fase, debe darse la aprobación del desalmacenaje por parte de una autoridad de salud de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Previo a la firma del decreto ejecutivo, el presidente de la República, Rodrigo Chaves manifestó: “Vamos a destruir esos monopolios porque el decreto permite lo que técnicamente se llama importación paralela, es decir, quien consiga el producto donde lo consiga, lo puede importar bajo un régimen de competencia mientras el producto esté registrado en el país”.
Temas pendientes
Los efectos de esa medida, advirtió el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, dependerán de los volúmenes de importación y de la capacidad de las droguerías para competir con otras grandes empresas distribuidoras, así como de las cláusulas que imponen los laboratorios en el mercado internacional.
Otros aspectos que tienen una mayor incidencia en los precios de los medicamentos, según el doctor Rodríguez, no fueron abordados en el decreto ejecutivo.
Empero, el representante del colegio profesional afirmó que ya conformaron una mesa de trabajo con los ministerios de Salud y de Economía, Industria y Comercio (MEIC) para buscar soluciones a esos problemas.
“El análisis hay que hacerlo a profundidad para encontrar las razones y, una vez tengamos las razones, tomar medidas para atacar la situación. El problema es que se han tomado decisiones muy aisladas. En el Colegio hemos dicho que esto hay que verlo en conjunto con una serie de variables.
“La parte de importación paralela ya está y, bueno, está bien, bienvenida sea; está la parte de homologación, que también influye en acceso de medicamentos, pero hay otras cosas más”, aseveró.
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Rodríguez urgió revisar la materia regulatoria de la importación y comercialización de los medicamentos en Costa Rica. “Por una parte, están los controles de los medicamentos que ingresan al país, propiamente la parte regulatoria. También, está la estrategia de comercialización de medicamentos, que es uno de los temas que influyen más.
“En la parte de la estrategia de comercialización está, por ejemplo, el manejo de ofertas que se vende a mayoristas. Todo eso influye en distorsiones porque crean mucha interferencia, porque existen muchos mayoristas que compran a las grandes distribuidoras con ofertas. Esas prácticas comerciales nosotros consideramos que deben desaparecer.
“Hay ofertas que incluso son para estimular el consumo de medicamentos, como el push money, que es pagarle a personal de la farmacia para que recomienden un medicamento en específico. Eso no es ético y nosotros estamos decididos en que se debe eliminar”, dijo Santiago Rodríguez.
En esa misma línea, un estudio publicado por la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom), en 2011, señaló la necesidad de monitorear “las actividades de los visitadores médicos, para evitar que los médicos prescriptores se encuentren expuestos a conflictos de intereses (que tiendan a prescribir medicamentos en función de incentivos ofrecidos por los visitadores, antes que en función de las necesidades de los pacientes)”.
‘Una barrera innecesaria’
El análisis también sugirió valorar “las normas o usos que no permitirían a los laboratorios realizar ventas directas a farmacias (...), así como las normas que no permitirían a las farmacias importar directamente medicamentos”.
No obstante, el decreto presidencial establece que las únicas autorizadas para la importación paralela son las droguerías. Es decir, las farmacias comerciales no podrían importar directamente productos de los laboratorios fabricantes internacionales, sino que deben hacerlo a través de una droguería autorizada.
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Según el informe de Coprocom, que data de 2011, esas limitaciones “constituirían una barrera innecesaria a la entrada”.
La administración de Carlos Alvarado anunció, en febrero anterior, que Coprocom se encontraba realizando estudios de mercado sobre medicamentos y el sector azucarero, luego de conseguir un apoyo presupuestario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ambos proyectos tenían un plazo de 30 meses.