EscucharLa Contraloría General de la República (CGR) improbó el presupuesto ordinario del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) para el 2024, debido a inconsistencias, falta de información e incumplimientos de principios presupuestarios. Así lo evidencia un oficio enviado el jueves 21 de diciembre a Fernando Sandí, presidente ejecutivo de la empresa estatal.
El órgano contralor explicó que el plan de gastos por ¢9.494 millones no reúne las condiciones de suministro de información que permitan constatar el cumplimiento de los principios que rigen la materia presupuestaria.
Como consecuencia de esta nueva improbación, el Sinart deberá empezar el 2024 con el mismo presupuesto del 2023, que fue de ¢5.819 millones.
El oficio detalla que, en la parte de ingresos, el Sinart reportó 29 contrataciones para justificar recursos por “ventas de otros servicios por servicios de agencia y planes de medios”. Sin embargo, seis de esos 29 acuerdos ya tienen gastos ejecutados por ¢515,8 millones, “lo cual evidencia un incumplimiento del principio presupuestario de especialidad cuantitativa y cualitativa”.
Asimismo, el documento agrega que “se quebrantó el principio de universalidad e integridad”, en el tanto los ¢515,8 millones mencionados dejan de formar parte integral del presupuesto.
La CGR también señaló que 16 de las 29 contrataciones que justifican los ingresos presupuestados por Sinart tienen inconsistencias, especialmente 11 de ellas, ya que carecen de procesos de contratación iniciados o contratos suscritos.
“Además, la entidad incluyó recursos de tres contrataciones que finalizaron en el año 2023 y dos contrataciones finalizadas por medio de una rescisión parcial y, en otro caso, por la declaratoria de infructuosa”, detalla el oficio.
La proyección plurianual de gastos de Sinart también fue señalada como incongruente, pues no respeta los principios de sostenibilidad y continuidad de los servicios, establecidos en el artículo 176 de la Constitución Política.
“Dichas proyecciones no se sustentan en supuestos e información que respalden razonablemente los ingresos y gastos para el periodo 2024-2027″, puntualizó la Contraloría.
Según explicó el ente contralor, el Sinart admitió que este presupuesto inicial se estableció con base en el tercer presupuesto extraordinario de 2023; sin embargo, este último también fue improbado el pasado mes de octubre, debido a “inconsistencias” en siete de 13 contrataciones con instituciones públicas para manejar la publicidad estatal.
“El análisis presentado replica parte de las debilidades señaladas en la improbación del tercer presupuesto extraordinario de 2023; principalmente, carece de un análisis detallado en relación con la presupuestación de los ingresos por ventas de otros servicios por la suma de ¢6.382,2 millones, que representan un crecimiento de 157% con respecto a lo consignado en el presupuesto inicial de 2023″, aclaró la Contraloría.
En vista de que el Sinart deberá usar el mismo presupuesto del 2023, tendrá que ajustarlo tanto en ingresos como egresos.
Ese presupuesto ajustado deberá ser presentado a la Contraloría General para efectos informativos, aunque la entidad siempre podrá ejercer fiscalización.
Actualmente, una comisión de la Asamblea Legislativa investiga contratos por al menos ¢8.000 millones que han sido otorgados por diversas instituciones al Sinart, varios de ellos sin concurso público. Los presupuestos improbados por la Contraloría incluyen recursos provenientes de estas entidades.
Los parlamentarios buscan esclarecer tanto las contrataciones hechas por instituciones públicas al Sinart como las subcontrataciones efectuadas por dicha entidad a terceros, como el caso de la empresa Nocaut, propiedad del productor audiovisual Christian Bulgarelli.
Este medio envió, por correo electrónico este sábado, una solicitud al Sinart para que pedir su versión sobre la decisión de la Contraloría.
Fernando Sandí, presidente ejecutivo de la institución, aseguró sentirse preocupado por las improbación.
“Estamos analizando las razones y somos conscientes de que para el próximo año nos obliga a hacer un replanteamiento en la operativa del Sinart. Consideramos que, a pesar de las limitadas herramientas en nuestro poder, las cosas se han venido haciendo bien. Sin embargo, el ataque frontal de algunos medios y la posición de la CGR nos están dando poco margen para competir”, argumentó el jerarca.
