Un informe del Pograma Estado de la Nación (PEN) recomienda tres medidas para impulsar la economía fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), donde se concentra la mayor parte de la producción nacional.
Para salirse de esa burbuja, el estudio ve necesario necesario hacer comparaciones sobre el impulso de la economía costarricense más allá de los promedios y darle un enfoque territorial y sectorial para conocer las brechas, así como medir la dinámica productiva interna en las distintas partes del país.
“El pulso al crecimiento económico de Costa Rica se basa en promedios nacionales que, en su mayoría, no reflejan la realidad de muchos sectores y territorios fuera de la Gran Área Metropolitana”, subraya el estudio.
Elaborado por Paula Jiménez Fontana y Esteban Durán Monge, el análisis resalta como una buena señal de recuperación el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 7,6% durante el 2021, luego del impacto de la pandemia a la productividad en el 2020.
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Sin embargo, los investigadores subrayan que la mayor parte del impulso corresponde al fuerte dinamismo de las zonas francas, en especial la manufactura, mientras que los sectores más tradicionales como comercio y turismo han tenido un crecimiento más lento en las últimas décadas.
“¿Cómo ver más allá del promedio en la economía costarricense?”, se preguntaron los investigadores. “Primero, es necesario un enfoque territorial”, se responden.
Señalan que en los cantones de San José, Heredia, Alajuela y Cartago, ubicados en la zona central de la GAM, se concentra el 44,6% de la producción nacional, “por lo que la actividad económica promedio está muy influenciada por estas cabeceras de provincia”, indican.
En cambio, añaden, la realidad en territorios como La Cruz o Talamanca es muy distinta. Ambos suman apenas el 0,63% del PIB. “Este hallazgo evidencia la importancia de salirse de la burbuja de la GAM, dado que el dinamismo económico promedio no refleja la realidad de una parte importante del país”, plantean.
En segundo lugar, el informe recomienda tener un enfoque sectorial.
“Las brechas territoriales son aún más latentes cuando se contrastan las economías cantonales según las distintas actividades. El sector primario (la agricultura, ganadería y pesca) representa solo un 6% de la producción total del país; sin embargo, en doce cantones equivalen a más de una cuarta parte de la economía de esos territorios. Destacan los casos de Matina, Nandayure, Los Chiles y Parrita, en los que más del 40% de la producción del cantón se dedica a actividades del sector primario”, apunta.
Y por último, para salir de la burbuja de la GAM, es fundamental poder medir la dinámica productiva en las diferentes partes del territorio.
“Actualmente, el país no tiene indicadores oficiales para dar seguimiento al desarrollo productivo más allá del promedio, tales como estadísticas anuales de crecimiento y estructura regional o cantonal. Lo anterior permitiría implementar políticas productivas con enfoque sectorial y territorial más precisas según las necesidades de las distintas partes del país”, sugieren los investigadores.
Para Jiménez y Durán, es de especial relevancia contar con más indicadores de desarrollo por territorios, dado que el dinamismo productivo interno de cada cantón o región es heterogéneo.
El cantón de Upala, en la frontera norte, tenía una productividad de ¢158.500 millones al 2017, equivalentes al 0,3% del PIB nacional.
Los servicios de enseñanza generan el 24% (¢37.668 millones), el cultivo de la piña el 18% (¢29.071 millones) y los productos lácteos el 8% (¢12.902 millones), detalla la información del PEN. Los servicios de comidas y bebidas el 3% (¢4.164 millones) y el alojamiento el 1% (¢1.967 millones), por ejemplo.
“Un crecimiento económico más inclusivo generaría mayores oportunidades empresariales y de empleo a grupos de la población que han estado más excluidos, como aquellos fuera de la GAM y en sectores menos dinámicos”, concluye el informe.
Otro informe del PEN elaborado por Durán Monge, María Santos Pasamontes y Pamela Jiménez Fontana identificó cuatro zonas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) con capacidad de atraer inversión y potenciar el desarrollo de sus territorios, por la existencia de talento profesional en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
Se trata del occidente del Valle Central, Puntarenas-Esparza, Peŕez Zeledón y San Carlos, que por las ventajas de talento que presentan, aunque sea menor en comparación con la GAM, cuentan con 5.600 profesionales con formación en campos requeridos por una amplia diversidad de sectores.
Entre estos destacan profesionales en las TIC (tecnologías de la información y comunicación), las disciplinas ingenieriles que demandan los sectores más dinámicos de la economía nacional, así como en Matemáticas y Estadística, campos clave en el desarrollo de la inteligencia artificial.