La fiesta electoral se vive también a 532 kilómetros de la costa del país, en la Isla del Coco, donde ya abrió la junta receptora de votos N° 5402, que espera a 25 electores.
Las papeletas llegaron el miércoles 17 de enero desde Puntarenas, en una lancha de la empresa Okeanos.
Sam Medina, un guardaparques de 40 años fue juramentado y es el encargado de atender a las personas inscritas para votar allí.
Esta elección será especial para Medina, pues es la primera vez que vivirá unos comicios en la isla, además con la responsabilidad de ser miembro de mesa.
A él le tocaba por rol estar estos días en la isla, que destaca en el Pacífico por su riqueza biológica. Por lo general, entran a trabajar 30 días y salen 22.
“El administrador me pidió el favor, yo pensé que era solo recoger el saquito y traerlo, pero también me juramentaron y me dieron una pequeña capacitación”, recordó Medina.
Aseguró que le emociona ser parte del proceso y hasta lo pone un poco nervioso cometer un error, pues quiere que todo salga perfecto.
Por su parte, Géiner Golfín, guardaparques de la isla aseguró que: “Es una de las mejores experiencias poder emitir el voto en la última frontera de Costa Rica”.
Aunque en esta elección no le corresponde votar allá, recordó a quienes tienen pereza o aún no se deciden a desplazarse a las urnas, la importancia de asistir.
“En otros países no tienen este derecho y viven en guerra por tratar de ejercer ese derecho. Es algo que para muchos no es relevante en la vida de un país; ‘sépamos ser libres, no siervos menguados, ya que derechos sagrados la patria nos da’”, concluyó.