La diputada María José Corrales, jefa de fracción de Liberación Nacional (PLN), advirtió de que su bancada no va a correr “de manera irresponsable” con los proyectos de impuestos incluidos en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Todo depende del acompañamiento técnico que presente el Gobierno en cada una de las iniciativas, en las diferentes comisiones. No vamos a correr a golpe de tambor”, comentó Corrales a La Nación.
El jueves pasado, a solicitud del PLN, la administración de Carlos Alvarado atenuó los incrementos de impuestos en cinco proyectos del acuerdo de saneamiento de las finanzas públicas alcanzado con el FMI, a cambio de un crédito de $1.778 millones.
Para ello, la Presidencia envió al Congreso nuevos textos de ley.
Así lo hizo con las iniciativas de renta global, impuesto a casas de lujo, impuesto a loterías, eliminación de exoneraciones fiscales y aporte de empresas públicas a la deuda pública.
El Gobierno, por ejemplo, desistió de gravar casas cuyas construcciones estén valoradas de ¢108 millones en adelante y, a la vez, eliminó la idea de subir los tributos a los excedentes de solidaristas y cooperativistas.
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En el caso de renta global, se propuso subir de ¢683.000 a ¢702.000 mensuales el monto a partir del cual los asalariados y trabajadores independientes pagarían impuesto sobre la renta.
En tanto, el 25% de gravamen sobre la lotería se aplicaría para los premios superiores a ¢462.000, al tiempo que se plantea el cobro sobre las loterías informales.
Consultada sobre los nuevos textos, la jefa del PLN declaró que es necesario que los jerarcas del Gobierno asuman la responsabilidad y acompañen el proceso en el Congreso, “haciendo lo que les corresponde”.
Afirmó que, si ese compromiso se hace tangible, entonces se puede valorar una ruta para los proyectos FMI.
Aunque ya han pasado cinco días con las nuevas versiones de los proyectos en sus manos, tanto la jefa del PLN como el vocero de Restauración Nacional, Eduardo Cruickshank, dijeron que no han tenido tiempo de hacer la revisión de las nuevas propuestas.
Corrales explicó que la bancada de Liberación no se reunió el lunes, por el feriado, y apuntó que ella, personalmente, está revisando los proyectos para entender la diferencia entre los textos sustitutivos y la versión que estaba antes presentada.
La verdiblanca agregó que las celebraciones del bicentenario de la Independencia han complicado la celebración de una reunión de la bancada para evaluar las nuevas propuestas.
En todo caso, el PLN culpa al Gobierno por el hecho de que hoy la Asamblea esté a contrarreloj con el trámite de los proyectos en las comisiones legislativas, pues los plazos de discusión están cerca de expirar.
En la bancada de Restauración Nacional, el jefe Eduardo Cruickshank, manifestó que los textos les llegaron el viernes pasado y, para ese momento, ya tenían una agenda programada, por lo que buscan la oportunidad de hacer el cuadro comparativo y cotejar las nuevas propuestas con las anteriores.
“En el transcurso de esta semana vamos a hacer esas comparaciones y establecer la posición de la fracción al respecto”, dijo.
PUSC ya dio sentencia en dos planes
El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) ya emitió su dictamen sobre dos de los cinco nuevos textos.
Para el jefe del PUSC, Pablo Heriberto Abarca, el Gobierno está “haciendo un disimulo muy agresivo” sobre el impuesto a las casas de lujo, porque se establece el impuesto a las construcciones a partir de ¢133 millones, pero “claramente queda el mecanismo para que después se agregue el valor del terreno”.
“Eso implica una reacción en cadena de aumento del impuesto sobre los bienes inmuebles y, además, establece una tarifa que fijaría Hacienda en función de esa base para tomar como base imponible”, dijo.
No obstante, así es como se cobra actualmente el impuesto: una vez que se determina que la construcción supera los ¢133 millones, se agrega el valor del terreno.
La gran diferencia es que, ahora, el Gobierno quiere cobrar a los propietarios, cada año, el equivalente a un 0,5% del valor de la propiedad, independientemente del valor de la casa.
Esta medida duplicaría el impuesto para las casas valoradas entre ¢133 millones y ¢335 millones, pues se eliminaría la progresividad actual del tributo.
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En el caso del impuesto a las loterías, el jefe de fracción del PUSC dijo que “hay un viraje en la estrategia”.
“Ahora nos parece que están gravando todos los juegos de azar y las rifas, obviamente supeditadas a las sanciones de Tributación, de manera que, legal o ilegal, formal o no formal, de la Junta de Protección Social o no, tendrá que retener el impuesto y, si no, pagar la multa”, apuntó el jefe de la Unidad.
En su criterio, el planteamiento es sumamente agresivo y va en contra de la realidad de muchas comunidades que usan este tipo de actividades para “financiar arreglos en escuelas, hogares, para conseguir su comida”.
“Realmente, esto ofende o va en contra de la gente más vulnerable y tampoco estamos de acuerdo. Sobre lo demás, estamos en análisis todavía”, dijo.