La diputada Kattia Rivera, jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), dejó casi muerto hoy el proyecto de ley con que su compañero, Gilberth Jiménez, pretendía postergar por dos años la entrada en vigencia de la Ley de Empleo Público.
Jiménez esperaba que este martes se sometiera a votación una moción de dispensa de todo trámite para el proyecto, luego de que él anunció su intención a sindicatos públicos junto con diputados del Frente Amplio.
No obstante, Rivera dejó la moción por fuera de la agenda de plenario, lo que provocó un choque entre ambos en el plenario.
Las conversaciones entre ambos fueron evidentes, de previo a que se votaran algunas mociones, entre las que no estaba la de Jiménez.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, había advertido de que postergar la reforma constituiría un incumplimiento de Costa Rica en el acuerdo de equilibrio fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y pondría en riesgo los desembolsos del crédito blando de $1778 millones, además de que minaría la credibilidad del país.
A su vez, la jefa del PLN declaró que la propuesta de su compañero era un planteamiento “personal”, no de la fracción liberacionista, la cual aún no había analizado el tema.
Rodrigo Arias, presidente de la Asamblea Legislativa, agregó que postegar la enviaría un mensaje negativo a la comunidad financiera internacional, porque el país estaría renunciando a la “columna vertebral del ajuste fiscal”.
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La Ley de Empleo Público introducirá el esquema de salario global, en el que se asigna un sueldo a cada puesto laboral sin necesidad de pluses como las antigüedades. El proyecto fue incluido en el FMI como la principal medida de contención de gasto.
La promesa a sindicatos
El lunes, Gilberth Jiménez tuvo un foro con sindicatos y prometió que impulsaría la dispensa del expediente que frenaría la entrada en vigencia de la ley, prevista para el 10 de marzo.
Sin embargo, esa moción no cumple ciertos requisitos y no ha sido analizada a fondo por los jefes de las fracciones parlamentarias.
Para que el plan de Jiménez tuviera algún efecto, debía dispensarse este martes y votarse en segundo debate, a más tardar, lunes o martes de la próxima semana.
Sin embargo, Rivera explicó a Jiménez que no se podía someter a votación el tema este martes, porque aún no se han realizado las conversaciones y negociaciones entre fracciones. Eso molestó a su compañero y, juntos, fueron a hablar con la asesora de la presidencia legislativa, Natasha Morales.
Cuando no tuvo el apoyo para que la moción se discutiera, Jiménez pidió la palabra por el orden para lamentar que no se haya visto su moción.
En declaraciones a la prensa, Jiménez enfatizó que la jefa de Liberación le dijo que había un “procedimiento establecido y que las mociones de dispensa debían ir a jefaturas para analizarlas”.
“Mi esperanza es que hoy pudiéramos ver esa dispensa. Yo le dije a ella que esta no era una dispensa normal, que requería apoyo. Si me hubieran dicho que tenían una situación, hubiéramos reunido a los jefes de fracción para haberles dicho que nos ayudaran, pero viene y me dice en este momento. Yo soy respetuoso, pero me lo dicen a último momento”, reclamó el diputado.
También, comentó que él siente que Kattia Rivera no fue clara en su momento sobre la situación,. Entonces, él se molestó un poco, porque “no están tomando en cuenta la necesidad y la situación de calamidad, el riesgo de esta ley”.
¿Estaba molesta doña Kattia? Jiménez respondió que él cree que se deben bajar las aguas y que la idea no es en enojar a nadie, porque “las cosas se pueden ver con respeto y mucho diálogo”.
“A veces uno se puede alterar, yo no me altero ni mucho menos, yo soy de buscar diálogo y consenso. No estoy para que discutamos ni pelear. He sido respetuoso siempre y pido respeto para mi persona”, agregó.
Entre los problemas que tenía la moción, está que el reglamento legislativo exige que tenga las firmas de los jefes de fracción necesarios para asegurar los votos necesarios para su aprobación.
Por tratarse de una dispensa calificada, que se salta incluso los trámites de publicación y espera para su discusión y votación, eran necesarios 38 votos.
Hasta el momento, la moción de Jiménez solamente tiene 10 firmas, y solamente una de ellas es de un jefe de fracción, que es Jonathan Acuña, del Frente Amplio.
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