“Don Rodolfo entró solito al gobierno y solito tiene que determinar cómo va a salir, eso no nos compete a nosotros. Muchos de nosotros estuvimos en contra de que él entrara al gobierno, le sugerimos que no entrara, no nos hizo caso; será una decisión exclusivamente de él".
Así opinó el diputado Pedro Muñoz, uno de los dos jefes de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), sobre la decisión del exprecandidato presidencial de su agrupación, Rodolfo Piza, de dejar las riendas del Ministerio de la Presidencia antes de que termine la administración Alvarado.
“A nosotros nos da igual”, prosiguió el congresista durante un encuentro que él y María Inés Solís, la otra jefa de la bancada socialcristiana, sostuvieron con la prensa este viernes.
La semana pasada, en una entrevista con Radio Columbia, Piza recordó que desde que aceptó el ofrecimiento del presidente Carlos Alvarado para ocupar un cargo en Zapote había advertido de que dejaría el cargo antes de que finalizara el periodo.
Para Muñoz y Solís, la alianza política establecida por Alvarado y Piza de cara a la segunda ronda de las pasadas elecciones, no incluye al PUSC como agrupación política. “El acuerdo Piza-Alvarado es eso, un acuerdo entre ellos, para que Rodofo Piza se uniera al Gobierno”, aseveró Solís.
La legisladora dijo haberse enterado por la prensa sobre las intenciones del titular de la Presidencia. "Me parece que es una decisión que ellos dos tienen que tomar, que ellos dos tienen que analizar, inclusive la fecha de la salida”, reiteró Solís.
La Nación intentó obtener una reacción del ministro, pero al cierre de esta información no se había logrado.‘
Ministro ‘ausente’
Los dos jefes de fracción del PUSC calificaron a Rodolfo Piza como un “ministro ausente”.
Ambos criticaron su labor en las últimas sesiones extraordinarios del Congreso y le atribuyeron un bajonazo al frente del Ministerio de la Presidencia, luego de que el Congreso aprobara la reforma fiscal impulsada por el Poder Ejecutivo.
Muñoz aseguró que Piza y Alvarado han menospreciado la voluntad de los diputados de apoyar iniciativas de ley prioritarias para el país.
“Para nosotros don Rodolfo es el ministro, no nuestro amigo, no nuestro compañero de batallas. Es el ministro de la Presidencia y punto”, sostuvo.
Insistió en que los pasados seis meses de sesiones extraordinarias (cuando el Poder Ejecutivo tiene la potestad de fijar la agenda legislativa) resultaron inocuos porque, aunque se discutieron proyectos interesantes, no se generó ni medio empleo.
“Lamentable, además, que el presidente de la República y el ministerio de la Presidencia iban en cuarta o tercera, bajaron a segunda y perdieron el sentido de urgencia (...). Hay una Asamblea Legislativa con una voluntad para los cambios y vemos un Poder Ejecutivo miedoso”, agregó.