José María Figueres podría ser aspirante presidencial para el 2018 y por eso no conviene que presida el Partido Liberación Nacional (PLN) en momentos en que urge unir tendencias.
Esto es lo que opina el excandidato presidencial Johnny Araya y lo que le manifestó ayer a las 6 p. m., cuando lo recibió en su casa como parte de las visitas que realiza el expresidente Figueres (1994-1998) para presentar su candidatura al principal puesto de dirigencia en el PLN.
“Yo le expresé que no es conveniente. Tiene un problema. Es evidente que él es un posible aspirante a la candidatura presidencial. Él está empezando sus movimientos y eso no conviene al partido. Para mí, él tiene un problema”, dijo Araya.
Actualmente el partido atraviesa una intensa disputa por el control de la cúpula verdiblanca.
Figueres compite con el exministro y exdiputado Francisco Antonio Pacheco para sustituir, en febrero próximo, al actual presidente de la agrupación, Bernal Jiménez. También se mencionan otros nombres, pero La Nación no logró confirmarlos ayer.
Araya, que libra su propia pelea por zafarse de la expulsión por cuatro años impuesta por el Tribunal de Ética interno (por haberse retirado de la campaña presidencial pasada), opinó que ni Figueres ni Pacheco representan señales de la renovación que necesita el PLN, al tiempo que evitó mencionar apoyo a otros posibles aspirantes a dirigir el partido.
Tanto Figueres como Pacheco trabajan por los votos de los 132 asambleístas para cargos en el nuevo Directorio, en medio de la crisis que vive la agrupación tras la dura derrota de abril pasado.
Hoy, Figueres incluso recibiría a decenas de alcaldes y dirigentes locales en la finca La Lucha, emblemática de los verdiblancos, consciente de que viene un año fundamental con miras a las elecciones municipales del 2016.
Pese a las promesas de unir a un partido dividido y renovar a su avejentada dirigencia –aunque sin presencia de caras nuevas– los anuncios de candidaturas agitaron más el clima interno.
Sin reacción. Sobre esto no fue posible hablar ayer con los exmandatarios Figueres ni con Óscar Arias, quien no devolvió llamadas; tampoco con Laura Chinchilla, quien esta semana se desmarcó de cualquier lucha por puestos. Ella ha rechazado varias veces dar entrevistas a La Nación . En su perfil en Facebook publicó: “Debemos empezar por promover una renovación de sus estructuras partidarias”.
Otro cargo que también está sobre el tablero es el de la Secretaría General del PLN, pues llega a su fin la discreta gestión del exdiputado Antonio Calderón, elegido hace seis años con apoyo de la tendencia afín a Arias.