El diputado fabricista Jonathan Prendas, del bloque Nueva República, anunció este lunes que presentó “las primeras 500 mociones” al proyecto de ley para reformar el impuesto a las casas de lujo.
El legislador hizo el anuncio en los últimos 30 segundos de su primera intervención de este año, en el plenario legislativo. Dijo que su grupo de seis congresistas no solo se opondrá a planes de impuestos de palabra, sino que llevará el bloqueo a la práctica.
“Ese proyecto no va a pasar. Las 500 mociones ya son una realidad”, declaró el congresista, afín al exdiputado y candidato presidencial Fabricio Alvarado, quien fundó para estas elecciones un partido con el mismo nombre del bloque legislativo independiente.
El proyecto de impuesto a las casas de lujo de uso habitacional, ocasional o de recreo fue dictaminado en la Comisión de Jurídicos el pasado 23 de noviembre y hace fila, en el plenario, para el momento en que el ambiente político le permita avanzar hacia las siguientes etapas del trámite legislativo.
Para la próxima etapa, que es precisamente el conocimiento de mociones de fondo, los diputados tendrían que discutir las 500 mociones de Prendas, lo que implica un tortuoso trámite en la comisión dictaminadora.
En la última versión del proyecto, aprobada con siete votos a favor y uno en contra en Jurídicos, se propone duplicar el impuesto a los contribuyentes con construcciones valoradas entre ¢133 millones y ¢335 millones.
Así ocurriría porque el plan establecería una tasa única anual, equivalente al 0,5% del valor del inmueble, para todos los propietarios de casas superiores a los ¢133 millones.
Actualmente, el pago es progresivo; va de un 0,25% a un 0,55% conforme más costoso sea el inmueble.
Para los dueños ubicados en la primera escala, los de casas de ¢133 millones a ¢335 millones, la tasa se duplicaría de un 0,25% a un 0,5%. Actualmente, el 66% de los contribuyentes de este gravamen están en este rango.
El cambio significa que el propietario de una casa de ¢133 millones pagaría ¢665.000 anuales al Gobierno en vez de ¢332.500.
En tanto, el dueño de una vivienda de ¢300 millones desembolsaría a Hacienda ¢1.650.000 en lugar de ¢825.000 al año.
Según el proyecto, si una construcción supera el valor de ¢133 millones, para calcular el impuesto se debe agregar el costo del terreno que alberga los metros cuadrados construidos.
En el caso de un condominio en edificio, en donde no existe terreno, se debe agregar el valor de las áreas comunes. En tanto, si se trata de un condominio horizontal, se debe agregar el valor del terreno y de las áreas comunes.
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Este proyecto es uno de los expedientes que forman parte de la agenda de ajuste fiscal del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y es una de las pocas iniciativas que ha tenido un avance en la etapa de comisión parlamentaria.
De acuerdo con Hacienda, el proyecto de ley aportaría ¢24.800 millones anuales, el 0,06% del producto interno bruto (PIB).
Otro cambio importante, planteado por Hacienda en esta reforma, es que Tributación estimaría el valor de las propiedades con base en la información declarada por cada propietario ante su respectiva municipalidad.
Así, ya no se exigirá una declaración específica ante Hacienda sobre casas de lujo.