El Gobierno envió este lunes a la Asamblea Legislativa un texto sustitutivo del proyecto de ley para la creación de las jornadas laborales 4-3 o excepcionales, el cual incluye una propuesta sobre las actividades específicas que podrían implementar dicho sistema.
A diferencia del expediente original, esta versión elimina la discrecionalidad que existía antes en cuanto a la definición de los sectores que podrían aplicar las jornadas excepcionales y anualizadas, y deposita en el Ministerio de Trabajo dicha tarea.
Para el caso de las jornadas 4-3, en las que el empleado trabaja 12 horas diarias por cuatro días y con tres días de descanso, se detalla que podrá ser aplicada por actividades que mantienen esquemas de producción de 12 horas continuas.
Entre ellas figuran la manufactura tecnificada, los implementos médicos, así como los servicios corporativos que deban atender zonas horarias distintas, como lo pueden ser los centros de llamadas.
De esta modalidad quedaron excluidos los empleados del sector estatal. “Esta jornada excepcional ampliada no será de aplicación a las relaciones de empleo público, salvo aquellas que tienen regulaciones especiales”, señala la propuesta.
Por tratarse de jornadas excepcionales, en las que se aprobaría laborar por 10 o 12 horas diarias, el Gobierno prefiere mantener bien delimitadas, desde la ley, las opciones, según adelantó a La Nación la ministra de Trabajo, Marta Esquivel, la semana anterior.
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Ante esa preocupación, el Gobierno también incluyó una lista de actividades que podrían laborar en jornada anualizada, la cual permitiría a sectores con demanda de trabajo estacional contratar personal por semanas de seis horas diarias y otras de 10 horas, siempre que no superen las 48 horas por semana.
En este caso, la lista es más extensa: turismo, como las actividades hoteleras y de transporte; agricultura y agroindustria, tanto como en ámbito vegetal como animal; construcción; así como el comercio.
Cambios
La nueva propuesta del Gobierno también propone otros cambios al plan original que quedó dictaminado en la legislatura anterior y que, en principio, cuenta con el respaldo tanto de la administración de Rodrigo Chaves como de la mayoría de bancadas legislativas de la posición.
En este texto, por ejemplo, se habilita la posibilidad de laborar horas extra para quienes estén contratados en la jornada 4-3.
“Cuando la empresa así lo requiera, y de forma ocasional, es permitido que las personas trabajadoras laboren en alguno de sus días libres, siempre y cuando sea de manera voluntaria y no exceda de 12 horas adicionales al límite semanal de la jornada.”, dicta la nueva versión propuesta.
La nueva versión deja en el patrono la definición de los días de descanso que tendrá el trabajador de jornada excepcional. El texto original permitía que se tomara la decisión por acuerdo mutuo.
Para las jornadas más extensas de 12 horas, los legisladores habían previsto que el patrono debía dar alimentación y transporte al colaborador, pero el Gobierno ahora solo mantiene el transporte. Con los servicios de guarderías, se deja a la voluntad de los empleadores.
La propuesta del Gobierno es que se mantenga el carácter voluntario de las jornadas 4-3, sin embargo, deja abierta la posibilidad para que los patronos despidan, con responsabilidad patronal, a los empleados que intentaron por tres meses soportar la carga laboral en ese esquema, pero que desean regresar a su jornada ordinaria, siempre que el empleador demuestre la imposibilidad de hacer el cambio.