A un mes de iniciada la campaña electoral, solo tres candidatos presidenciales superan un 5% de intención de voto y ninguno alcanza el 20%, según la más reciente encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR). Además, ningún aspirante experimentó un crecimiento significativo en los últimos tres meses.
José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), capta un 19% de las preferencias, mientras que Lineth Saborío, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), un 8%; y Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República (PNR), un 5%.
Ninguno de los tres subió considerablemente entre la encuesta de agosto y la que salió este miércoles 3 de noviembre. Figueres pasó de un 17% a un 19%; Saborío, de un 6% a un 8%; y Alvarado, de un 4% a un 5%.
Por otra parte, las personas indecisas constituyen el grupo más grande de todos, con un 48% de la muestra. Lo anterior ocurre en momentos en que la mayoría de los consultados prefieren un presidente con trayectoria empresarial y experiencia política.
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La encuesta del CIEP muestra una alta fragmentación en las preferencias electorales. Después de Figueres, Saborío y Alvarado, los apoyos de los encuestados se diluyen entre otros 14 candidatos.
José María Villalta, del Frente Amplio, percibe un 4%, mientras que los 13 restantes están dentro del margen de error del estudio, que es de tres puntos porcentuales. Dentro de ellos están Rodrigo Chaves, Welmer Ramos y Rolando Araya, de los partidos Progreso Social Democrático, Acción Ciudadana y Costa Rica Justa, respectivamente.
Otros 10 de los 27 aspirantes presidenciales que se inscribieron no son citados explícitamente en el estudio. Sin embargo, un 2% de intención de voto se reparte entre “otros”, mientras que un 3% dice que votaría nulo o en blanco.
“El panorama no ha cambiado significativamente luego de la apertura oficial de la campaña electoral, pues, luego de las primeras semanas de carrera, el voto de las y los costarricenses se diluye entre múltiples alternativas.
“La gran mayoría muestra un débil respaldo, de menos de dos dígitos. A estas alturas de la competición, la meta de alcanzar el 40% de los votos en febrero del 2022, y con ello evitar una segunda ronda, se torna lejana y poco probable”, expone el CIEP.
El estudio se realizó con 940 entrevistas a personas mayores de 18 años con teléfono celular entre el 21 y el 29 de octubre y entre el 1.° y el 2 de noviembre. El margen de confianza es de un 95%.
El 80% de los entrevistados afirma que sí votará, mientras el restante 20% descarta hacerlo. “Si bien algunas personas pueden haber respondido que sí tienen intenciones de votar, es probable que algunas de estas personas no acudan a votar. Esto ocurre porque no se ven atraídas por las opciones existentes y consecuentemente deciden no participar”, explicó el CIEP.
“Debido a ello, además de consultarle a las personas encuestadas si votarían, se indagó qué tan decididas están de hacerlo. Al respecto, poco más de la mitad de las personas consultadas están totalmente decididas (55%), un 26% mencionó que quizá sí votaría, el 8% dijo que quizá no lo haría y el 11% indicó que no sufragará.
“Al combinar las dos preguntas anteriores, es posible determinar que las personas que manifiestan que sí votarán, y que además, indican que es posible que vayan a votar o que están totalmente decididas a hacerlo, constituyen el 63% de las personas encuestadas. Esta cifra es muy similar al promedio de participación electoral en el país”, expuso el Centro de Investigaciones.
Dentro de ese último grupo, el porcentaje de indecisos se redujo en solo cinco puntos porcentuales en comparación con la encuesta de agosto.
En el grupo de personas indecisas predominan mujeres, también hay mayoría de jóvenes de entre 18 y 34 años, con educación primaria y secundaria. No se identifican discrepancias significativas en materia de actitudes hacia la vacunación o la obligatoriedad de estar vacunados para ingresar a sitios públicos.
En cambio, el segmento de personas decididas se caracteriza “por tener un predominio de hombres, mayores de 55 años, con nivel educativo de primaria, y residen en Heredia y Cartago”. En este grupo, tampoco se identifican diferencias significativas con respecto a la vacunación y su obligatoriedad.
Las mujeres votan más que los hombres, agrega el CIEP, mientras que los jóvenes de 18 a 34 años son una proporción importante del padrón electoral, “aunque no necesariamente el de mayor participación, pues las personas de mayor edad sufragan más que las más jóvenes”.
Por otra parte, las personas que habitan en provincias como Puntarenas, Guanacaste y Limón tienden a votar menos que los habitantes del Valle Central. Además, las personas con mayor nivel educativo usualmente votan en mayor proporción que los de menor nivel educativo.
En otro orden de cosas, la encuesta también revela que la vacunación obligatoria contra la covid-19 no será un tema que polarice las elecciones, debido al amplio apoyo que tiene esta medida entre la población.
En sintonía con lo anterior, un 66% de las personas consultadas consideran que las restricciones sanitarias impuestas para contener la transmisión del virus valieron la pena, contra un 34% que considera lo contrario.
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