El abogado y exministro Juan Diego Castro entró en la arena política con miras a las elecciones del 2018, con el Partido Integración Nacional (PIN), el cual tuvo un diputado en el periodo 1998-2002.
Entró atacando a los partidos que han gobernado hasta la fecha, aunque él fue parte de uno (del Partido Liberación Nacional, en los 90), acusándolos de no acabar con la corrupción ni la criminalidad.
Niega tener parecidos con propuestas populistas, defiende la idea de gobernar con decretos, pero admite que, sin una mayoría calificada de diputados para hacer reformas desde el Congreso, es imposible "reconstruir" el país como propone.
Castro hizo el anuncio en sus oficinas en San Pedro de Montes de Oca, junto con el exlegislador del PIN, Wálter Muñoz.
"Es la hora de la integración de todos los costarricenses", dijo el exministro de Seguridad, quien apeló en su discurso a atacar a los partidos que calificó como tradicionales. "Vamos a borrar el pin de la corrupción, el pin de la inutilidad y el pin del atraso", dijo.
"Vamos a actualizar el PIN, vamos a poner el pin del progreso, el pin de la justicia", agregó el exministro de José María Figueres Olsen (1994-1998).
Sobre el populismo y sobre las críticas de que su postulación se asemeja a la campaña de Donald Trump en Estados Unidos, Juan Diego afirmó: "En lo único que nos parecemos es que somos seres humanos, no coincido en casi nada con él. No tenemos nada de común en mano dura, yo no soy de mano dura, no creo en la pena de muerte, no creo en la represión, sino en la justicia, en que quienes cometan fechorías paguen".
Añadió que en lo que no cree es en soltar reos, y declaró que el país sí necesita seguridad jurídica y seguridad frente al crimen.
Dijo que él no será un presidente que ande paseando ni haciendo inauguraciones, sino que será el diputado 58, negociando de cerca con la Asamblea Legislativa.
"No creo que me pueda envolver en un paquete populista, ni de partidos tradicionales", sostuvo.
Cuestionado por haber dicho que gobernaría con decretos, respondió: "Es en el marco jurídico donde vamos a insistir, en que el instrumental que da el derecho, como las directrices, los decretos, las reformas legales, permitan reconstruir el país".
"Soy abogado desde hace 40 años, conozco el derecho y el ordenamiento jurídico que les da instrumentos a los funcionarios para cumplir democráticamente con sus deberes. Las directrices pueden ordenar una serie de ámbitos y usted verá la lista de posibilidades, que ningún político le dirá, de lo que el presidente puede hacer vía directriz, en temas como la economía, la situación fiscal, el presupuesto, la educación, la venta de comida chatarra y meneitos en las escuelas."
Insistió en que hay una gran cantidad de aspectos que los gobiernos han dejado pasar sin recurrir a directrices para ejercer la gobernanza desde la silla presidencial.
No obstante, admitió que no se puede reconstruir el país sin una "abrumadora mayoría" en la Asamblea Legislativa. "No podemos quebrar el voto, la ingobernabilidad es cierta", adujo, por lo que llamó a votar no solo por la papeleta presidencial de Integración Nacional, sino también por las de diputados.
Al tiempo que lanzaba constantes ataques contra Antonio Álvarez Desanti, del PLN, el aspirante Juan Diego Castro prometió que su campaña "será un debate de planos de reconstrucción muy claros", y no de "ruindades" ni de troles en redes sociales.
"Quiero cumplir un sueño mío y de los costarricenses, que es una patria justa, no para satisfacer vanidades", expuso.
Juan Diego Castro cuestionó varias veces los alquileres de edificios por parte del Estado, en alusión a las propiedades que tiene la familia de Álvarez Desanti en su vida privada. "Estamos analizando uno por uno los 1.400 contratos de alquiler que tiene nuestro Estado", agregó. Esa propuesta es similar a una que lanzó la bandada de Acción Ciudadana (PAC).
El aspirante también criticó al liberacionista por la falta de una reforma al Código Penal en el gobierno de Figueres Olsen, cuando el primero era ministro y el segundo, diputado.
Pese a las constantes alusiones, luego dijo: "Don Antonio Álvarez Desanti no va a ser mi principal rival, no me preocupa. Mi gran rival es la frustración, es la desesperanza, lo que algunos llaman el abstencionismo".
Sin embargo, una y otra vez regresaba sobre el tema del candidato liberacionista. "Yo he tenido una relación psiquiátrica con un señor que ahora es candidato", dijo.
En cuanto al financiamiento, dijo que recurrirá a todos los medios lícitos y decentes para buscar los fondos para una campaña de convencimiento, no de atarantamiento.
Wálter Muñoz agregó que los partidos tradicionales tienen la opción de financiarse con el narcotráfico y, de todos modos, perder las elecciones.
Cuando se le pidió evidencia de la filtración del narcotráfico en campañas, Muñoz respondió: "Para nadie es un secreto el aporte del narcotráfico a las campañas. En Costa Rica, creemos que en varias ocasiones algunos partidos no han declarado oficialmente esos gastos, nosotros sin poner ejemplos podemos demostrar que personas que ponen dinero participan en lavado".
Cuando se le pidieron los ejemplos concretos, contestó: "No, porque no es el momento, no estoy de candidato, será el TSE el primero en enterarse".
Sobre una posible postulación para diputado, Muñoz dijo que su incorporación depende del candidato y de la Asamblea Nacional del PIN.
El exdiputado dijo que los medios de comunicación invisibilizaron su partido en el pasado y que ahora no lo podrán hacer por la figura de Juan Diego Castro, al tiempo que vaticinó una contienda electoral entre el PIN y "el poder económico".